Manifestación de gratitud de chilenos por el tratamiento que Charlie dio a las informaciones sobre Pinochet
Flores y carteles
Bolígrafos, rotuladores y lápices colgando de la planta como adornos de Navidad
Tampoco faltan las velas
Entre esos bolígrafos, está el mío
Después de varios meses, la gente todavía recuerda a los dibujantes y redactores asesinados, convertidos en un símbolo de la libertad de expresión. Lo más conmovedor no es el homenaje sentido y espontáneo de los ciudadanos sino que todavía se puede comprar el ejemplar de la revista publicado después de la matanza. Esta portada, que ha dado la vuelta al mundo, muestra a Mahoma llorando y sosteniendo una pancarta con el lema Je suis Charlie. Encima, la frase "Todo está perdonado". Pero ¿quién perdona a quién? ¿Es el profeta el que perdona las chanzas de los dibujantes? ¿O son ellos los que perdonan a los que asesinan en nombre de la religión? El propio Luz, que diseñó la portada, declaró que había llorado después de escribir la frase. Me parece muy emotivo que un grupo de personas que ha sufrido un ataque tan grave, que ha terminado con la vida de varios de sus compañeros, decida perdonar. Los irreverentes y gamberros creadores del equipo de Charlie han demostrado más altura moral que muchos politicuchos que han utilizado el acto terrorista para hacerse la foto y para hablar de la libertad mientras la coartan en sus países.
El Perdón: ese invento de las religiones
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