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viernes, 24 de agosto de 2018

La noche de San Bartolomé

"El ejemplo más horrible del fanatismo que ofrece la Historia fue el que dieron los habitantes de París la noche de San Bartolomé, destrozando, asesinando y arrojando por las ventanas a sus conciudadanos que no iban a misa." Así explica Voltaire uno de los pasajes más vergonzosos de la historia de Francia: la noche en la que entre 2.000 y 4.000 personas fueron asesinadas por sus creencias religiosas. El divino Voltaire es uno de los filósofos que más crítico se mostraba con el fanatismo y con la gente fanática a la que él, siempre tan fino, llamaba entusiastas.

Las víctimas de aquella matanza, ocurrida en la noche del 23 al 24 de agosto de 1572, fueron los conocidos como hugonotes, es decir, los protestantes de doctrina calvinista. Aunque el episodio no es un caso aislado, sí que es el más sanguinario de las diferentes guerras de religión que asolaron Francia en el comienzo de la Edad Moderna. Después de varias décadas de enfrentamientos, la paz entre católicos y protestantes habría de certificarse con el enlace matrimonial entre la princesa Margarita de Valois, hermana del Rey y más conocida como Margot, y su primo, el noble calvinista Enrique de Borbón, rey de Navarra, copríncipe de Andorra, duque de Vendôme y de Borbón y conde de Foix. Esta boda causó un gran disgusto, no sólo a los novios, sino también a buena parte de la familia real, a varias potencias extranjeras (la católica España, por ejemplo, cuyo rey Felipe II estaba casado con Isabel de Valois, hermana del rey Carlos IX y de Margot) y a la propia Iglesia Católica ya que ni el Papa Pío V ni su sucesor Gregorio XIII la aceptaron ni dieron la dispensa necesaria para el matrimonio entre primos hermanos. Tampoco fue bien recibida por el pueblo parisino. Se calcula que había cerca de dos millones de protestantes en Francia, pero muy pocos en París, que era un lugar hostil para ellos, de modo que la ciudad recibió con desprecio la llegada de un gran número de nobles hugonotes como invitados al matrimonio quienes, además, eran fácilmente reconocibles por sus discretas ropas negras. Los gastos y la ostentación de los festejos en una época tan dura después de varias guerras civiles también soliviantaron los ánimos del pueblo llano.

El Louvre, en ese momento residencia oficial del rey de Francia

Lo que parecía una celebración fue en realidad una encerrona ya que, según algunos historiadores, el rey Carlos IX había decidido matar a todos los protestantes de Francia salvo al novio, Enrique de Navarra y a otro Enrique, príncipe de Condé y también primo real. Esa madrugada, una señal dada por las campanadas de maitines desde la iglesia de San Germán-Auxerrois, próxima al Louvre, marcó el comienzo de una masacre presuntamente ordenada, según otras fuentes, por la reina madre Catalina de Médici y ejecutada por nobles y otros ciudadanos católicos. Fuera quien fuera el instigador, los asesinatos se prolongaron durante varios días llevándose por delante a entre 4.000 y 5.000 protestantes sólo en París.


La iglesia de Saint Germain Auxerrois

Como siempre en Francia, lo que comienza en París, se extiende rápidamente al resto del país y pronto hubo asesinatos colectivos de protestantes en Rouen, Orleans y Toulouse, entre otras importantes ciudades, con un saldo de hasta 12.000 calvinistas asesinados. Estos hechos provocaron la reanudación de la guerra civil y la reorganización del partido hugonote quien consolidó su autonomía en el Languedoc y comenzó a recibir el apoyo de sectores de católicos moderados favorables a la libertad religiosa.

Otra vista del Louvre

Mientras tanto, los dos Enriques permanecían recluidos en la prisión de Vincennes, pero vivos, ya que varias intrigas para acabar con sus vidas no llegaron a concretarse. Por estas circunstancias que tiene el destino, Carlos IX falleció dos años después de la boda de sangre y su hermano Enrique ascendió al trono con el nombre de Enrique III. Él fue mucho más aperturista que su predecesor en el tema religioso lo que le valió fuertes enfrentamientos con los sectores más extremistas del catolicismo que se unieron en la llamada Liga Católica. Además, no tuvo hijos y su hermano menor y sucesor, Francisco, falleció sin descendencia poco después del ascenso al trono de Enrique. De esta forma, el primo calvinista, Enrique de Navarra, quien entretanto había regresado a Pau y se había separado de Margot, era el heredero del rey de Francia ya que era su pariente más próximo. En abril de 1589, y tras varios altercados y revueltas contra Enrique III, los dos primos se reconciliaron y el Borbón fue nombrado sucesor oficial del rey. Una de estas rebeliones de los católicos contra el rey acabó en regicidio en agosto cuando un monje lo apuñaló. Todo muy cristiano.

Acceso sur al Louvre

Al principio, Enrique de Borbón no fue reconocido como rey ni por la nobleza, ni por la Corte ni por varias potencias extranjeras quienes empezaban a prepararse para entrar en guerra contra Francia en caso de que en el trono francés se sentara un protestante, fundamentalmente el Papado y la España de Felipe II quien ya había enviado tropas comandadas por Alejandro Farnesio a Francia en apoyo de la Liga Católica. De hecho, éstas impidieron la toma de París por parte de los fieles al rey, un ejército muy mermado por las bajas humanas de unos años antes y por no disponer del arsenal real que, obviamente, estaba en París. El nuevo rey era consciente de que no podría medirse en un enfrentamiento armado contra la poderosa España y, probablemente, también imaginaba que ni siquiera sería capaz de entrar en París por sus propios medios. Pero esta injerencia extranjera jugó a su favor ya que la Liga Católica se dividió a causa de la misma: buena parte de sus miembros no querían un rey títere de la monarquía española. El rechazo a estas intrigas españolas y la falta de otros posibles herederos (el siguiente en la lista era el príncipe de Condé, también hugonote) permitió que se llegara al acuerdo de reconocer a Enrique IV como rey a condición de que abjurara de su fe calvinista.

El castillo de Vincennes, prisión de los Enriques 

Para la historia quedó aquella frase de "París bien vale una misa", dicha por el nuevo rey ante las demandas para que abandonara su fe. En otras palabras, Enrique tomó la comunión, lo que lo convertía en católico, para reinar sin impedimentos y sin rivales. Entre el trono y la fe eligió lo primero. Después de varios acuerdos con los nobles franceses y con España, Enrique IV decretó la libertad de culto pero conservando el catolicismo como religión oficial. No fue hasta el año 1599 que obtuvo la nulidad matrimonial (recordemos que, de todos modos, los esposos nunca consiguieron la dispensa para el matrimonio entre primos y casi nunca vivieron juntos) y al año siguiente se casó con María de Medici. Su reinado estuvo lejos de ser plácido aunque recibió el apodo de "el Grande" y tiene una monumental estatua ecuestre en el Pont Neuf. Pero ésa ya es otra historia y debe ser contada en otra ocasión.

Estatua de Enrique IV

sábado, 23 de abril de 2016

La nueva cúpula de París

En los últimos tiempos a París le ha salido una nueva cúpula, un nuevo monumento que formará parte de su perfil urbano. Se trata de la cúpula de la iglesia ortodoxa rusa de la Santa Trinidad. Con un peso de 10 toneladas, 15 metros de alto y 11 de diámetro, ha llegado de una pieza desde Rusia y muy pronto se le añadirán cuatro cupulitas más pequeñas. Para la realización de todas ellas, se han empleado más de 90.000 hojas de pan de oro. Esta iglesia forma parte de un complejo que albergará un centro cultural, una escuela bilingüe y algunos servicios de la embajada rusa, todo ello situado en un terreno de 4000 m² en pleno Quai Branly. Aunque la inauguración oficial de las instalaciones tendrá lugar en en octubre, la colocación de la cúpula ha levantado curiosidad y expectación. Ya sabemos que la discreción no es el punto fuerte de la arquitectura rusa de manera que había dudas sobre la integración del edificio en el entorno aunque, dando una vuelta por los alrededores, me preocupó más la integración de la cúpula dentro del propio edificio que la alberga y que parece un mazacote. Os dejo con las imágenes.



miércoles, 3 de febrero de 2016

En busca del encanto perdido de Montmartre I. Un poco de historia

Parece que fue ayer cuando empezó el año y ya estamos en febrero. Febrero es el mes más raro del año y como este año es bisiesto y tiene un día más, febrero es más raro todavía. Así que he decidido dedicar febrero a otra rareza que hay aquí en París, Montmartre.

 Imagen de una típica calle de Montmartre

Aunque ahora es un barrio que pertenece a París, hasta 1860 fue un pueblo independiente. Su historia es antiquísima ya que la tradición dice que aquí fueron martirizados los santos cristianos Denís, obispo de París y patrón de Francia, Eleuterio y Rústico. De ahí que la zona fuese conocida como Mons Martyrum o monte de los mártires. Aunque también hay una explicación, en este caso pagana, que afirma que la colina se llamaba Mons Martis (monte de Marte) por el santuario dedicado al dios romano que allí se encontraba. En cualquier caso, lo importante es que durante siglos, Montmartre fue una tranquila colina muy cerca de París en la que la vida sucedía plácidamente. Había viñedos, colmenas, campos de trigo y pasto para el ganado. Por su actividad agrícola y ganadera y por el viento que siempre sopla, este pueblito de montaña contaba con quince molinos de los que ya sólo quedan dos, el Radet o de la Galette y el Blute-Fin, y que ahora son el símbolo del barrio. Aunque los pastos se han perdido, aún se conservan unas colmenas y las viñas de Montmartre, las únicas que hay en todo París y que están situadas en un anexo del jardín del Museo Montmartre.


Los dos molinos de Montmartre: arriba el Radet o de la Galette y abajo el Blute-Fin
 Las colmenas de la rue Gabrielle


  Las viñas

También ha sido un lugar de culto muy importante. No está constatado pero se piensa que pudo haber un santuario druídico de los antiguos galos que aprovecharían las hierbas, plantas y frutos de la montaña para hacer sus ritos y pociones (al estilo Panorámix). El cristianismo se implantó muy pronto en las Galias y Montmartre no fue una excepción. La iglesia de saint Pierre junto a la place du Tertre es una de las más antiguas de París. En el subsuelo de la misma, se conservan restos del antiguo templo de Marte del que hablaba antes y, en la fachada, partes de la basílica merovingia que estaba dedicada al citado san Denís. Asimismo, durante toda la Edad Media, la colina se llenó de monasterios y abadías de vida contemplativa, la mayoría destruidos durante la Revolución Francesa. En 1904, abrió sus puertas la iglesia de san Juan en la parte baja de la colina: de estilo Art Nouveau y con paredes de ladrillo visto y decoración en cerámica, esta iglesia fue la primera del mundo construida en cemento armado. Y si san Juan está abajo, en el extremo más alto de la montaña se encuentra otra iglesia bien llamativa, el Sacré-Coeur, una de las iglesias más famosas de París y la más reconocible por su situación y por su estilo. Edificada por suscripción pública, sus obras terminaron en 1912 pero no fue consagrada como basílica hasta 1919. Inspirada en el arte bizantino, sobre todo, en la decoración interior y en la planta de cruz griega, el Sagrado Corazón está orientado de sur a norte y no de este a oeste. La piedra con que se construyó el exterior del edificio fue escogida, entre varias opciones, por el arquitecto de la obra por su dureza y por ser una piedra que en contacto con el agua segrega una sustancia blanquecina y, como en París llueve a menudo, eso hace que la iglesia se vea siempre blanca y reluciente.

Sacré-Coeur
Iglesia de San Juan Evangelista

En la época de Napoleón III, el plan de urbanismo de Haussmann hizo que los habitantes con menos recursos de París se vieran desplazados a zonas limítrofes de la ciudad o incluso a municipios de los alrededores como Montmartre que eran más baratos, de manera que la colina se llenó de edificios de viviendas y tiendas pero también de tabernas y prostíbulos y, más tarde, cabarets y teatros. El precio de la vivienda y el encanto de la vida bohemia hizo que aquí llegaran los artistas a finales del siglo XIX de modo que Montmartre, ya convertido en barrio de París, pasó a ser el centro de la modernidad artística y cultural de París. Muchos de estos artistas apoyaron la Comuna, ese breve período de 1871 en que se intentó crear un gobierno popular y autogestionario, en respuesta a la derrota del Imperio Francés en la guerra franco-prusiana y la obligación de pagar a los prusianos una indemnización de 200 millones de francos por liberar París. La Comuna fue violentamente reprimida, algunas fuentes hablan de 50.000 muertos entre combates y ejecuciones, y Francia estuvo cinco años bajo la ley marcial. Todos estos sucesos llevaron a un grupo de personas piadosas a iniciar una colecta para la construcción de una nueva iglesia, el Sacré-Coeur antes descrito, para expiar los pecados de la Comuna y sus gentes (la mayoría de estos miles de muertos, incluidos mujeres y niños, lo fueron por parte del Ejército que reprimió la Comuna pero se ve que sus muertes no contaban como pecado y responsabilizaron de todo a los revolucionarios).

El actual Museo Montmartre fue en tiempos la vivienda de muchos e importantes artistas

Así a finales del siglo XIX y durante el siglo XX, Montmartre fue el barrio de los artistas: pintores, escritores, ilustradores, cantantes, músicos, bailarinas... vivían y trabajaban aquí. Los pintores empezaron a vender sus obras en la place du Tertre y todavía siguen ahí. La llegada del turismo masivo, a veces industria y a veces plaga, ha convertido Montmartre en un nido de trampas para turistas y en una especie de parque temático sin puertas. Por ejemplo, entre Semana Santa y el 1 de noviembre, más de la mitad de la plaza du Tertre la ocupan las terrazas de los bares dificultando el paso de la gente y restando magia a la plaza. Es cierto que el barrio ha perdido mucho de su encanto y ya no tiene el alma bohemia y fresca de antes pero todavía se pueden encontrar sitios singulares. Y además hay muchas zonas verdes, pequeñas pero bonitas. A lo largo de este mes, os iré enseñando mis rincones favoritos de Montmartre y os daré algunos consejos para poder sacar el máximo partido al barrio. Coged aire porque Montmartre está lleno de escaleras y cuestas pronunciadas.

La place du Tertre
El parque Marcel-Bleustein-Blanchet

El parque Suzanne Buisson


domingo, 29 de marzo de 2015

Saint Sulpice

Uno de los mayores placeres de París es simplemente pasear y una de las zonas más bonitas para hacerlo es el distrito VI, Saint Germain: un barrio antiguo y señorial, menos popular que el Barrio Latino, más burgués pero también encantador. Aunque es menos turístico que su vecino, en los últimos tiempos ha tenido un importante repunte de visitas gracias, en especial, a la iglesia de Saint Sulpice, famosa por su aparición en la novela fantástica El código Da Vinci. Ya antes de entrar, vemos en la plaza un monumento interesante: la fuente de los Cuatro Puntos Cardinales. Cada uno de estos puntos está marcado por la figura de un obispo pero, paradójicamente, ninguno de los obispos que aparecen esculpidos llegó nunca a ser cardenal.


Imágenes de la fuente de los Cuatro Puntos Cardinales

Las curiosidades relacionadas con la ciencia no terminan en la plaza sino que continúan en el interior. Esta iglesia alberga cerca del altar un gnomon de la meridiana solar, es decir, un sistema que marca la hora del día proyectando una sombra en el suelo, como en los relojes solares. Uno de los párrocos de esta glesia pidió al astrónomo Henry Sully una manera para la determinación astronómica de los equinoccios con el objetivo de poder predecir la fecha exacta de la Pascua. Sully construyó una línea de cobre en el suelo, paralela a los meridianos de la Tierra, que se extendió hasta un obelisco de mármol en la pared. Al mismo tiempo, se instaló en la ventana sur un grupo de cristales transparentes salvo uno, opaco, que sería el que haría la sombra. De este modo, al mediodía del solsticio de invierno (21 de diciembre), el rayo de luz solar se ve en el extremo del obelisco, en el solsticio de verano (21 de junio) la luz incide en la meridiana y en los equinoccios (21 de marzo y 21 de septiembre), a mediodía la luz toca una plataforma oval de cobre delante del altar. Debido a que esto sirvió para realizar mediciones científicas, la iglesia se salvó de ser destruida durante la Revolución francesa. En realidad, no es la única iglesia de Europa que tiene este sistema para calcular el momento exacto de equinoccios y solsticios pero, a raíz de la novela y la historia que cuenta, la iglesia ha vivido una especie de fama mundial, que parece que empieza a remitir. En fin, tanta historia con la línea de latón del suelo y pocos son los que se fijan en las pinturas de Delacroix o en la estatua de san Pedro, réplica de la que hay en el Vaticano.


La línea que marca la luz solar y el obelisco
Estatua de san Pedro

P.D.: Mientras escribía esta entrada, me enteré de que una cadena de televisión francesa iba a emitir la película El Código Da Vinci, basada en la novela anteriormente citada y en la que aparece esta iglesia.

sábado, 14 de marzo de 2015

Panteón

Como ya sabéis, me encanta pasear por el Barrio Latino y hoy toca hablar de una de sus obras magnas, el Panteón. Aunque en un primer momento, esta construcción clasicista del arquitecto Soufflot iba a estar destinada a albergar la iglesia de santa Genoveva, patrona de París, la Asamblea Nacional decidió en 1.791 que el edificio, cuya construcción aún no estaba finalizada, sirviera de lugar de reposo de los restos de franceses ilustres. De esta manera, se modificó parcialmente el proyecto para darle la forma que tiene ahora el edificio. Visitar el Panteón resulta muy interesante: podemos ver los frescos representativos de la vida de santa Genoveva, la escultura a la Convención Nacional o las diferentes criptas. Antes, también se podía contemplar el movimiento permanente del péndulo de Foucault pero ahora, el Panteón está en obras de manera que el péndulo ha sido desmontado hasta la finalización de los trabajos. La importancia histórica de este péndulo radica en que con él se hizo la primera demostración pública de la rotación de la Tierra, en 1851.  


Imágenes del interior y del monumento a la Convención Nacional

Maqueta del edificio

La nave central del edificio es impresionante, enorme y majestuosa, en especial, el espacio debajo de la cúpula, donde se situaba el péndulo, que forma un bello mosaico de losas de mármol. Pero en el Panteón, hay mucho más de lo que se ve a simple vista. Hay que bajar a la cripta para comprender la importancia de este monumento en la historia reciente de Francia. Además del propio arquitecto de la obra, Soufflot, están allí enterrados filósofos como Rousseau, Voltaire; héroes de la patria como Lazare Carnot o Jean Jaurès; escritores como Émile Zola o Alexandre Dumas; científicos como Pierre y Marie Curie, Gaspard Monge y Louis Antoine de Bouganville o héroes de las pequeñas cosas como Louis Braille. A todos ellos y también a muchos soldados y civiles que dieron la vida por su país, se rinde homenaje en esta cripta, ya sea en sus sepulturas o través de placas conmemorativas.




Imágenes de las criptas


 
Exterior


lunes, 12 de enero de 2015

Saint-Julien-le-Pauvre

Cuando publiqué una entrada sobre el árbol más viejo de París, ya nombré de pasada esta iglesia pero creo que merece una entrada propia. Situada detrás de la plaza René Viviani, que además de estar abierta al culto, celebra conciertos de todo tipo desde música sacra hasta gospel pasando por el pop y el lied. Es tan pequeña y tan discreta que casi nadie repara en ella y es una lástima porque es una de las iglesias más especiales que hay en París. No se conoce el momento exacto en que allí se construyó la iglesia original aunque algunas fuentes citan el siglo VI, pero sí sabemos que el año 886 los normandos destruyeron la iglesia emplazada allí. Este edificio fue sustituido por otro que se empleó durante la Edad Media para dar clases en la recién nacida Universidad de la Sorbona pero también fue parcialmente derruido. Diferentes destrucciones y reconstrucciones después, en el siglo XVII, se convirtió en la capilla del Hôtel-Dieu, el hospital situado junto a Nôtre-Dame y que es el más antiguo de París, y tras la Revolución se convirtió en almacén. El cambio más significativo se produjo en 1.889 cuando el Estado francés la cedió a la comunidad católica greco-melquita de París. Por este motivo, en el interior hay dos iconos griegos y algunas representaciones de santos de estilo icónico.Espero que os guste.


Entrada

Icono

San Basilio

San Nicolás

Lateral de la iglesia

Dos carteles anunciadores de conciertos en Saint Julien: el primero con música de Chopin y el segundo, un homenaje al guitarrista Django. Dos estilos bien diferentes.

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Basílica de saint Denis II: necrópolis

Si ayer os hablaba de la belleza de la basílica de saint Denis como edificio, hoy toca hablar de todas sus esculturas funerarias y la cripta que albergan los mausoleos y tumbas de varios reyes y reinas de francia, así como de otras importantes personalidades del país. Para empezar, hay que conocer que estas tumbas fueron saqueadas durante la Revolución, de manera que no todos los monumentos funerarios albergan restos, sólo algunos. A pesar de este problema, para mí fue muy importante visitar esta necrópolis por la importancia que tiene en la Historía de Francia. Me encanta la historia medieval y he estudiado y leído tanto sobre algunas de las personas que allí están enterradas que no pude evitar emocionarme al estar frente a ellos. Por otro lado, también sentí algo de tristeza al ver que aquellos personajes tan importantes que con sus hechos construyeron la Historia de Europa y del mundo están reducidas a polvo. Me vino a la cabeza el maravilloso y tristísimo poema de Góngora que nos recuerda que nos convertimos «...en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada».

En una capilla lateral, hay una exposición de capas, coronas, cetros, espadas y otros símbolos de la realeza
 
El sarcofágo del centro de la foto es el de Carlos Martel, uno de los personajes más importantes de la historia de Europa. Sus tropas impidieron el avance de los musulmanes por Europa.

El sarcófago de la parte posterior es el de Pipino el Breve, hijo de Carlos Martel y padre del emperador Carlomagno

Enorme mausoleo de Luis XII y Ana de Bretaña
Conjunto funerario de Luis XVI y María Antonieta


Imágenes de la nave central de la cripta

Nicho donde se encuentran los restos de Margarita de Valois. Alexandre Dumas escribió una novela sobre su vida llamada La Reina Margot.

Mausoleo de Luis XIV, el Rey Sol



martes, 9 de diciembre de 2014

Basílica de saint Denis I: edificio

Los que me conocen saben que no soy nada necrófila: no me gusta visitar cementerios ni ver tumbas, ni llevar flores a los muertos, ni siquiera a los míos. Pero tenía una visita obligada con la basílica de saint Denis, al norte de París, por la importancia que tiene en la historia de Francia. Y, por suerte, hizo muy buen tiempo, mucho sol. Es muy fácil llegar hasta la basílica, sólo hay que tomar la línea 13 de metro y bajar en la estación Basilique de saint Denis. Hay que tener cuidado con esta línea porque, a partir de la estación La Fouche, se divide en dos tramos y si os equivocáis de destino, acabaréis en un sitio lejano llamado Asnières. La entrada a la basílica es gratis y se puede acceder a la zona de las tumbas con el Museum Pass. Si no estáis muy puestos en historia de Francia, podéis consultar vuestras dudas y hacer preguntas a los guías que están junto a la entrada. Seguro que habéis oído decir que el norte de París es peligroso. Bien, esto hay que matizarlo: es cierto que hay banlieues más peligrosas que otras pero, para visitar la basílica, hay que ir durante el día y la basílica se encuentra en el centro de la comuna de Saint Denis, junto al ayuntamiento. Es decir, una zona llena de restaurantes, tiendas y en la que siempre se encuentra algún policía. Aunque os aconsejo evitar la visita en días que haya partido de fútbol o rugby en el cercano Stade de France.

El exterior de la basílica está bastante estropeado. En la primera foto, veis que hay un andamio delante de una torre. En el lado contrario, lado norte, también había otra torre que fue demolida en el siglo XIX debido a su estado ruinoso.

Por fuera, no parece gran cosa y menos con el andamio

 
Entrada lateral
 

Imágenes de la puerta norte, la que permite entrar a las tumbas


Todo lo contrario que el interior, que es precioso. Todas las vidrieras están restauradas o son reproducciones modernas y los elementos constructivos están en perfecto estado. Debo decir que me impresionó muchísimo cuando entré. Os dejo las imágenes del interior pero no hacen justicia a la verdadera belleza y magnificencia del lugar. Además tuve la suerte de que, como lucía el sol, la iglesia estaba preciosa.





Hice tantas fotos del interior que me ha resultado difícil seleccionar unas pocas