Mostrando entradas con la etiqueta televisión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta televisión. Mostrar todas las entradas

domingo, 29 de enero de 2017

Un poco de humor para afrontar las elecciones

Si en diciembre fueron las primarias de Los Republicanos, el partido de la derecha francesa, ahora en enero han tenido lugar las primarias de la izquierda, es decir, el Partido Socialista y allegados. No han estado exentas de polémica ya que la organización de las mismas tardó tres días en dar los resultados concretos y la cifra final de la primera vuelta. Lo más divertido es que a pesar del lío de cifras, los porcentajes no cambiaban. Benoît Hamon quedó en primer lugar y Manuel Valls en segundo, de manera que ambos pasaron a la segunda ronda. El primer domingo, algo más de 1,6 millones de simpatizantes votaron, una cantidad que queda muy lejos de las primarias del Partido Socialista de hace cinco años y de las primarias de la derecha. Algo más elevada ha sido la participación de la segunda ronda de ayer que podría estar cerca de los dos millones de votos emitidos. Los debates electorales entre los candidatos han dejado ideas y propuestas interesantes aunque ya sabemos que los políticos incumplen sus promesas muy a menudo. La parte más positiva fue escuchar a Manuel Valls decir "aquí no hay debate posible, somos todos feministas" en respuesta a una pregunta sobre los derechos de las mujeres. Aunque sea un autoritario, Valls se mostró conciliador y amable en esta campaña a pesar de todos los imprevistos que surgieron en sus actividades: un tipo le tiró harina, otro le dio un cachete, unos abuelos de un centro de jubilados lo frieron a preguntas y reproches...

Un montaje humorístico sobre la visita de Valls a un centro de la tercera edad el día de Reyes

Al final, la opción no oficialista representada por Benoît Hamon ha ganado la primaria. Por la forma en que se expresaban algunos militantes socialistas, parecía tratarse de la elección de Míster Francia más que de una opción política. El candidato socialista a las próximas presidenciales representa el sector descontento con las decisiones más polémicas de la última legislatura, de hecho, Hamon fue ministro de Educación del gobierno de Valls durante sólo cuatro meses ya que dimitió ante el cambio de política económica del gabinete. Leyendo por encima lo que decía la prensa, la ventaja de su programa económico es que carece de él así que es fácil de comprender y de analizar. A pesar de esto, todo el mundo lo considera un político de verdadera izquierda. Veo que en Francia no han comprendido la frase que le dijeron a Bill Clinton "¡Es la Economía, estúpido!". Si Francia no quiere convertirse en un dinosaurio y perder competitividad y tejido industrial, los franceses tienen que ponerse las pilas. Por otro lado, el Partido Socialista ya lo tenía difícil para ganar las elecciones y, después de esto, aún peor. Está claro que no pasarán de la primera vuelta.

Por su parte, el candidato más a la izquierda del arco electoral, Jean-Luc Mélénchon, ha encontrado una forma sutil de financiar su campaña: vender su prograna electoral, rebautizado como El futuro en común, en formato libro por un módico precio de 3€. Yo lo compré por curiosidad y lo voy leyendo a ratos.

El alfa y omega de Francia insumisa

También ha publicado un libro el otro candidato de la izquierda, Emmanuel Macron, que está siendo la gran sorpresa de la campaña. Allá donde va, llena los estadios y centros donde celebra sus mítines: ha llegado a convocar a más de 11.000 personas en algunos actos de su plataforma ¡En marcha! y ha publicado un ensayo llamado Révolution en el que explica quién es él, quiénes le apoyan, hace un análisis de la situación actual de Francia y de la economía mundial y, finalmente, explica sus propuestas de gobierno. El nombre del libro puede hacer fortuna porque a los franceses les encanta la retórica de la revolución aunque en el fondo son conservadores de corazón. Un poco como Macron: quizá se identifiquen con él por ese motivo. El exministro de Economía sigue siendo uno de los candidatos mejor valorados y con mayor intención de voto pero, en sus últimas apariciones públicas, está empezando a usar unos gestos y una retórica personalista que recuerda peligrosamente a Sarkozy en sus peores momentos.  

La revolución de Macron es el segundo libro más vendido de no ficción

Con estas marejadas en el equipo rojo, los azules se las prometían muy felices. Creían que el camino al Elíseo ya estaba allanado y que su candidato Fillon pasaría a la segunda vuelta junto con Marine Le Pen y, una vez allí, la responsabilidad política obligaría al grueso de los franceses a elegirlo como Presidente. Pues bien, parece que le ha salido una piedra en el camino y bastante gruesa además. Concretamente, una enorme roca nacida en Gales y que responde por Penelope: su esposa. Estos días se han publicado informaciones de la investigación judicial sobre la contratación de la señora Fillon por parte de su marido cuando éste era diputado. Por lo visto, lo de contratar familiares como asesores de libre elección con cargo a las instituciones públicas es una práctica habitual entre los políticos franceses. El problema es que nunca nadie la vio trabajando en la Asamblea Nacional. Se suma el hecho de que al mismo tiempo, esta señora trabajaba a sueldo (también elevado) de una revista cultural donde tampoco nadie tiene constancia de su presencia ni de su trabajo. Después de la nominación de su marido, varios medios de comunicación destacaron la discreción de Penelope Fillon: sí, es tan discreta siempre que nunca nadie la vio trabajar. El escándalo con los sueldos cobrados por trabajos ficticios por la esposa de Fillon puede dar al traste con las aspiraciones de su marido. En esta misma semana, han entrado en prisión algunos colaboradores de Nicolas Sarkozy, del que Fillon fue primer ministro, quien a su vez está siendo investigado por irregularidades en la financiación de su partido. Las elecciones francesas siempre dan muchas sorpresas y, después de esto, las de 2017 no serán una excepción. Antes de que la prensa destapara este caso, los humoristas ya habían empezado a hacer gracias e imitaciones con Fillon. En este vídeo os dejo al cómico Michel Guidoni representando a Fillon en un programa de la tele: entra en plató al ritmo de la Sarabanda de Haendel bendiciendo a los presentes y suelta un discurso entre santurrón, ingenuo y psicópata, todo a la vez.


Pero aunque Guidoni ha conquistado nuestro corazón, nadie puede reemplazar al rey de las imitaciones políticas: Laurent Gerra ha hecho historia como el alter-ego de Hollande, simplemente imitando sus gestos, sus aires despistados y sus maneras poco refinadas. El público se parte de risa sólo de verlo, sin llegar a hablar, y él mismo ha reconocido que, en algunas actuaciones, pasaba más de un cuarto de hora sin decir palabra, sólo moviéndose por el escenario. Este vídeo es de la época en que se descubrió la relación del Presidente con la actriz Julie Gayet.


Ahora más seriamente, un amigo me ha regalado un ensayo llamado ¡Demos la voz de alarma! en el que el equipo de redactores de Mediapart hace un análisis implacable de la Francia dejada por Hollande. Aún no he empezado a leerlo pero ya se adivina que el gran reproche que hacen a Hollande es no haber sabido recomponer la Francia desunida y en crisis de identidad que dejó Sarkozy, un personaje nefasto que tiene entre sus grandes fracasos el haber adoptado el lenguaje y los argumentos del Frente Nacional y haberlos normalizado.

La editorial se llama Don Quijote, ¿se me secará el cerebro de leer sus libros?

martes, 3 de enero de 2017

La gilipollas que está de moda

No veo mucho la tele pero sé que están reponiendo un programa muy divertido llamado La Connasse, que podríamos traducir como La Gilipollas. Se trata de un programa de cámara oculta en el que una actriz llamada Camille Cottin gasta bromas a la gente pero son bromas divertidas, sin insultar ni humillar, sino simplemente comportándose de forma inesperada y sorprendente. Las propias víctimas del programa acaban muertas de risa. Connasse es el femenino de connard pero, a diferencia de éste, connasse ha pasado de ser un insulto a ser una palabra utilizada voluntariamente, algo muy común en Francia donde los insultos se acaban convirtiendo en marcas de identidad reivindicadas por quienes los reciben como ocurrió con impresionista o bobo (bohemio-burgués).

Cottin era profesora de inglés en un instituto pero siempre sintió una gran atracción por la interpretación, el teatro y la danza de manera que, en sus ratos libres, se formaba como actriz. Después de algunos trabajillos como aficionada, el salto a profesional le vino gracias a La Troupe à Palmade en 2009. Esta compañía, fundada por Pierre Palmade, uno de los cómicos más famosos de Francia, sirve de formación y trampolín profesional a muchos jóvenes actores y se caracteriza por la representación de comedias frescas, desenfadadas y de temas de actualidad.

De ahí, dio el salto a su programa de la tele en 2013. Algunas de sus gamberradas se hicieron muy famosas como cuando intentó encontrarse con el Príncipe Harry en Londres. Canal +, la cadena que emitía el programa, aprovechó el tirón y grabó dos películas sobre estas anécdotas. El éxito sigue sonriendo a Cottin que acaba de estrenar una película como protagonista llamada Cigarettes et chocolat chaud y ha puesto su voz al personaje principal de la peli de dibujos Ballerina. Sin duda, la connasse está de moda.

Cartel de la película 
Cartel de Ballerina

domingo, 19 de abril de 2015

Les Seigneurs (Un gran equipo)

A mi padre, al que le encantaban el fútbol y el cine
 
Ya hacía tiempo que no hablaba de cine en el blog. He tenido la oportunidad de ver otra comedieta francesa y me he reído mucho. Se llama Les seigneurs y la traducción al español es Un gran equipo.

Una antigua estrella del fútbol, Patrick Orbéra, se encuentra a los cincuenta años completamente destrozado. Alcohólico, sin trabajo y sin dinero, un juez le retira el derecho a visitar a su hija hasta que encuentre un trabajo y deje de beber. La oportunidad se presenta en una pequeña isla de la Bretaña donde le ofrecen entrenar al equipo local, el FC Molène. La situación no es fácil: necesitan ganar tres partidos consecutivos para poder reunir el dinero suficiente con el que salvar la conservera del pueblo, que da trabajo a la mitad de los habitantes del mismo, incluidos varios jugadores del equipo, y que se encuentra en administración concursal. Patrick tiene dos opciones que piensa conjugar: por un lado, convertir a los pescadores en jugadores de fútbol de nivel y, por otro, llamar a antiguos compañeros de su etapa de mayor gloria deportiva que se encuentran en una situación tan caótica como la suya.

Imagen de promoción de la peli

A pesar del drama personal, la película no cae en sentimentalismos ni dramatismos innecesarios, error que comenten muchas comedias y en las que el espectador no sabe si está vivendo si dicha comedia es tal o un drama en toda regla. El filme es divertido, a ratos irónico, a ratos un poco bestia. El reparto está formado por sospechosos habituales de la comedia francesa actual como José García, Omar Sy, Gad Elmaleh, Jean-Pierre Marielle, Ramzy Bedia, Franck Dubosc...

Como golpes divertidos puedo comentar la nota escatológica de los calzoncillos de la suerte del personaje de Gad Elmaleh, la escena en que van a buscar a un ex-jugador recién salido de la cárcel en Inglaterra o la historia del ex-jugador del Atlético de Madrid que, en el momento más glorioso de su carrera, falló un penalty (una desgracia muy propia de los atléticos) y luego dejó el fútbol para convertirse en actor de teatro de tercera. Y algo más, el grito de guerra del equipo es "por el pueblo", así en español.
 
Como detalle, hay que decir que el equipo nacional francés estuvo invitado en la presentación de la película, que contaba con el patrocinio de la Federación Francesa de Fútbol.
















lunes, 8 de diciembre de 2014

Le prénom: la importancia de un nombre

Otra película francesa que he visto enterita, sin dormirme y además en el mismo espacio y canal de televisión que las otras dos películas anteriores. La TF1 dedica la noche del domingo a emitir películas francesas de los últimos años como Cloclo y algunas de ellas de reciente estreno como Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? que, por cierto, se estrenará dentro de poco en España.

Esta vez le ha tocado el turno a Le Prénom, una adaptación de la obra de teatro del mismo nombre. De hecho, se nota que se trata de una pieza teatral ya que casi toda la acción sucede en el salón de una casa, apenas hay movimientos más que al principio y al final de la película. Los personajes van entrando y saliendo de la escena según las necesidades del guión, las conversaciones o las situaciones. Todo empieza con una cena. Vincent acude a casa de su hermana y su cuñado para celebrar que su mujer y él están esperando su primer hijo, un varón. A la cena, también acude Claude, un amigo de la familia. Vincent gasta una broma a su hermana y cuñado diciendo que su hijo se llamará Adolphe, una elección de mal gusto siendo que la familia es judía. Se producen una serie de discusiones que se acrecientan con la llegada de Anna, la futura madre, que siempre va con retraso. Aunque Vincent reconoce que se trata de una broma, los ánimos ya están demasiado caldeados y los ajustes de cuentas por agravios pasados ya han comenzado. La cena se hunde, la comida se tira por el suelo, los nervios estallan. Una mesa y una nariz rotas después, nos enteramos de que el bebé es una niña.

Estupendas interpretaciones de todos los actores, mención especial a la difunta Valérie Benguigui que obtuvo el César a la mejor actriz de reparto por esta agria comedia unos meses antes de fallecer.


Imagen obtenida aquí

viernes, 5 de diciembre de 2014

Bazinga!

En ese tremendo laberinto en obras que es la estación Châtelet-Les Halles, uno puede encontrar cualquier cosa menos la salida. Después de caminar durante minutos, subir y bajar escaleras a pie (muchas de las automáticas no funcionan por las obras), empujar y ser empujado, ver gente, tiendas, obras, policía, más policía, más gente... se encuentra, con mucha suerte, un centro comercial que se llama Forum des Halles y que está tres niveles de escaleras mecánicas por debajo de la salida principal, a un lado de la iglesia de san Eustaquio y muy cerquita de la calle Saint Denis. Y allí, en una de las tiendas, la Fnac, hay una miniexposición sobre la serie The Big Bang Theory, conocida en España simplemente como Big Bang.

¡Maldito foco!

Como podéis ver en estas fotos, se trata de dibujos realizados por fans de la serie de distintos países, entre ellos Italia, Irlanda, Francia, España y Estados Unidos. Algunos son caricaturas, otros realistas, otros fantasiosos... pero todos son maravillosos.



Unos metros a la derecha, hay otra exposición mucho más modesta pero igualmente importante: unas fotos de los empleados que trabajan en la remodelación de la estación que, por cierto, es la estación subterránea más grande del mundo. Es ésta una obra faraónica que tendría que estar acabada para el año 2.016. Esperaremos a ver cómo y cuándo acaba porque Les Halles es uno de esos sitios que parecen gafados: en el último siglo ha pasado por varias reformas, cada una más grandiosa y polémica que la anterior. Si desáis conocer la historia de este singular agujero negro de París, os dejo un enlace con más información.

Bonito homenaje a los trabajadores del lugar

jueves, 27 de noviembre de 2014

Exposición de Studio Ghibli

El Museo Art Ludique expone desde el 4 de octubre hasta el 1 de marzo de 2.015 una muestra de dibujos originales del Studio Ghibli, el centro de animación de Hayao Miyazaki, el creador de maravillosas películas de anime como Mi vecino Totoro, El viaje de Chihiro, La princesa Mononoke y Kaguya Hime y de series de dibujos maravillosas como Sherlock Holmes, una de mis favoritas de la infancia.


Se podrán contemplar dibujos salidos de la mano del mismo Miyazaki y de su colaborador Isao Takahata (el director de las series Heidi y Marco, entre otros). Las entradas son un poco caras 15,50 € la normal y 12,50 € la reducida. Sólo aconsejo la visita si verdaderamente sois fans de Studio Ghibli.

También se programó un concierto en homenaje a los personajes de Miyazaki


Éste es el edificio en el que se encuentra el museo Art Ludique: Les Docks. La Cité de la Mode et du Design

miércoles, 12 de noviembre de 2014

C'est Canteloup

Si esta misma mañana os hablaba de lo mala que es la tele francesa, esta noche debo decir que me he llevado una sorpresa agradable: descubrir un programa de la TF1 de cortísima duracción, casi una píldora, llamado C'est Canteloup. Se trata de un programa de humor que resume la actualidad política en tan sólo 7 minutos, haciendo honor al proverbio lo bueno, si breve, dos veces bueno. 

No sabéis lo mucho que me reí el pasado 11 de noviembre con el programa y, en especial, con la imitación final de François Hollande, justo en los últimos segundos mientras pasan los títulos de crédito, diciendo "francesas, franceses, ¿por qué me habéis elegido?".

Fuente: TF1

La tele francesa es una porquería

No es que en España la tele sea ninguna maravilla pero aquí en Francia he visto algunas similitudes y algunas diferencias. La diferencia principal es que aquí no hay programas de cotilleo sobre la vida privada de la gente de los que tanto abundan en España. Tampoco he visto muchas series de producción propia y es raro porque los franceses son bastante amigos de lo suyo. De hecho, otra peculiaridad que aquí he visto es que se programan muchas películas nacionales porque los franceses sí tienen la costumbre de ver su propio cine.

Como similitudes es que se emiten las mismas series americanas, los mismos concursos y muchísimos programas de telerrealidad (más que en España) llenos de canis y chonis a los que mis amigas están enganchadas.

Y una pequeña curiosidad: aunque no hay muchas series francesas en la programación sí hay una que aquí tiene mucho éxito. Se llama Scènes de ménage y no es otra cosa que la versión francesa de Escenas de matrimonio.

He aquí los DVD de la serie



jueves, 6 de noviembre de 2014

Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho?

Segunda película francesa que veo enterita sin acabar en los brazos de Morfeo. Qu'est-ce qu'on a fait au Bon Dieu? cuenta la historia de un matrimonio de franceses burgueses, católicos, de provincias y gaullistas que ve cómo sus cuatro hijas se van casando con hombres muy diferentes a ellos: la mayor se casa con un musulmán, la segunda con un judío sefardí y la tercera con un chino. En estas circunstancias, la hija más pequeña les anuncia que se ha enamorado de un chico francés y católico y que además se llama Charles como el general De Gaulle. Los padres están contentísimos porque, por fin, van a poder celebrar una boda en su parroquia católica, ésa a la que acuden todos los domingos para oír misa. La sorpresa llega cuando ven que el prometido de su hija es...negro.

La verdad es que es una película muy divertida con un humor políticamente incorrecto, algo que hoy en día está muy mal visto y que puede cerrarle las puertas del mercado americano. Resulta una paradoja que una película que denuncia el racismo y los prejuicios hacia los que son diferentes, tenga problemas de distribución, hasta el punto de que la productora se plantee hacer una nueva versión para el mercado anglosajón. Por lo visto, en el país donde se puede disparar a un chico negro desarmado en plena calle sin que haya consecuencias jurídicas, no se pueden hacer chistes sobre las diferencias culturales, étnicas y religiosas de las personas. En realidad, imagino que esto no es más que una maniobra proteccionista para entorpecer la llegada de películas europeas a EE.UU. como ya se hizo hace más de veinte años con el estreno de ¡Átame! de Pedro Almodóvar.

Volviendo al tema que nos ocupa, Qu'est-ce qu'on a fait au Bon Dieu? es una película muy entretenida y que se ve sin problemas. Los mejores momentos corren a cargo de la pareja de padres y los yernos y, conforme avanza la película, también tienen gran protagonismo los familiares del cuarto yerno. Como contrapunto negativo, los personajes de las hijas están un poco desdibujados, salvo la pequeña, que es la que inicia la acción.


domingo, 19 de octubre de 2014

Cloclo: mi primera película francesa

Lo siento mucho por los amantes del cine francés que sé que alguno hay, pero nunca he podido acabar una peli francesa, o bien me aburría y dejaba la película a medias, o bien me dormía. Sólo he podido ver coproducciones franco-lo-que-sea (incluyo aquí las pelis de Astérix y Obélix). La primera vez que he visto entera y verdadera una película francesa ha sido aquí en Francia y ha sido por casualidad.

Vi en la tele un anuncio de Cloclo, el film sobre la vida de Claude François, cantante y empresario que revolucionó la escena musical francesa en los años 60 y 70, introduciendo nuevos ritmos pop y rock y realizando espectáculos al estilo americano, con mucho baile y efectos visuales, lejos del estatismo habitual hasta entonces en los cantantes franceses. Decidí ver la película porque conocía la historia de su canción Comme d'habitude que cuenta la historia de un hombre al que, como de costumbre, le ha dejado su novia. El artista compuso la canción después de que lo abandonara su pareja, la también cantante France Gall, y ésta fue todo un éxito, hasta el punto de que David Bowie hizo su propia versión en inglés llamada Even a fool learns to love pero nunca se publicó. Mientras Bowie peleaba con las discográficas, Paul Anka compró los derechos y escribió My Way pero, como sólo tenía 25 años, no daba el perfil para una canción que repasa una vida entera y prefirió que la grabara un artista de más edad, nada menos que Frank Sinatra, uno de los mayores ídolos de Cloclo.

Aquello fue un gran orgullo para François pero una gran decepción para Bowie que años después daría su surrealista versión de los hechos en Life on Mars?, una de sus mejores canciones y mi favorita de Bowie. Desgraciadamente, en Cloclo no aparece toda la historia, sólo la parte en que Sinatra la publica. Por cierto, a Frankie la canción nunca le gustó porque la veía autocomplaciente y egocéntrica.

Aparte de esto, me gustó de la película ver cómo el personaje va evolucionando con el tiempo y con la fama, cómo pasa de ser un niño bueno y tímido a un tío seguro de sí mismo y bastante capullo. Y como sorpresa final, su fallecimiento: un accidente fatal y bastante tonto que acabó con su vida a los 39 años.