sábado, 31 de enero de 2015

Sō Kyo

Cuando no hay tiempo ni ganas de cocinar ni demasiada hambre a la hora de la cena, hay que agudizar el ingenio. Después de todo el día fuera de casa y con el cuerpo pidiendo irse pronto a dormir, nada mejor que entrar en una de las innumerables tiendas de comida china ya preparada que hay en el distrito XIII y comprar una Sō Kyo, una deliciosa empanadilla de cerdo con verduras como puerro y cebolla. Y más cuando la dueña de la tienda es una encantadora señora que repite el nombre tres veces para que lo aprenda a pronunciar bien. La Sō Kyo, una ensalada verde y un trozo de chocolate negro. Una cena ligera y sabrosa que me salva de cocinar y de fregar.



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