De vuelta en París, después de la Navidad. Como algunos ya sabéis, utilizo el tren para viajar y, en esta ocasión, por un problema ajeno a SNCF (la compañía de ferrocarril francesa) mi tren llegó a su destino dos horas tarde. Al menos, entregaron a los pasajeros una comida de cortesía, poca cosa, pero está bien el detalle. ¡Feliz Año Nuevo!
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