Una visita al Centro Pompidou puede alargarse varias horas. Un paseo por el centro de París resulta agotador. Y apearse del metro o tren en la estación de Châtelet-Les Halles y caminar durante más diez minutos en busca de la salida es extenuante. Así que si entra hambre y estáis en el Marais podéis parar a comer algo rápido en Royal Crêpe en la esquina de la calle Lombard con Verrerie. Se trata de un puesto de comida libanesa especializado en la man'ouché, una esponjosa torta de pan que se rellena a vuestro gusto. Podéis elegir la tradicional con tomillo que toman los libaneses para el desayuno, la rellena de queso cremoso, la de falafel que es la más demandada, la de salchicha o carne picada si queréis algo más contundente o la de pollo marinado llamada Picasso si os gustan las mezclas exóticas. El secreto de este local es que hacen sus propios panes y los calientan en una pequeña placa convexa llamada saj a demanda de los clientes con lo cual los bocatas están siempre tiernos, sabrosos y calentitos. Hummm... ¡qué ricos! Podéis tomar la man'ouché allí mismo en una barra situada a la derecha del mostrador o comprarla para llevar. Si el plan no os apetece, también tienen bocatas ya preparados y además hacen crêpes y preparan café de cápsulas. ¡Buen provecho!
El bocata y Almaza, cerveza libanesa de estilo Pilsner. En el mostrador de atrás se pueden ver los molletes de masa que están levando y que se convertirán en man'ouché
Mi man'ouché de falafel y verduras
No hay comentarios:
Publicar un comentario