Hay alguien en las vías

Ya ha ocurrido dos veces en menos de tres días. Estoy tranquilamente en el metro, yendo a trabajar y el tren permanece parado porque alguien ha saltado a las vías. Primero fue el día 3 cuando la línea 7 se paró porque una persona estaba en las vías en Aubervilliers, casi al principio de la línea en su lado norte. El pasado 5 de marzo fue la línea 4 la que se paró porque alguien había bajado a las vías en la estación Barbès-Rochechouart. No importa en qué dirección vaya uno ni si su tren está muy lejos de las estaciones incidentadas: si un conductor da la alarma, se corta el suministro de luz y no se puede circular en toda la línea. A veces, esos cortes obligan a los conductores a dar unos tremendos frenazos. No sé si los que bajan a las vías son borrachos, flipados o simples gamberros pero colapsan el tráfico y perturban a todos los viajeros. ¡Vaya gracia!

En algunas estaciones de la línea 4 hay verjas entres las vías de un sentido 

y otro para que la gente no cruce