domingo, 29 de marzo de 2015

Saint Sulpice

Uno de los mayores placeres de París es simplemente pasear y una de las zonas más bonitas para hacerlo es el distrito VI, Saint Germain: un barrio antiguo y señorial, menos popular que el Barrio Latino, más burgués pero también encantador. Aunque es menos turístico que su vecino, en los últimos tiempos ha tenido un importante repunte de visitas gracias, en especial, a la iglesia de Saint Sulpice, famosa por su aparición en la novela fantástica El código Da Vinci. Ya antes de entrar, vemos en la plaza un monumento interesante: la fuente de los Cuatro Puntos Cardinales. Cada uno de estos puntos está marcado por la figura de un obispo pero, paradójicamente, ninguno de los obispos que aparecen esculpidos llegó nunca a ser cardenal.


Imágenes de la fuente de los Cuatro Puntos Cardinales

Las curiosidades relacionadas con la ciencia no terminan en la plaza sino que continúan en el interior. Esta iglesia alberga cerca del altar un gnomon de la meridiana solar, es decir, un sistema que marca la hora del día proyectando una sombra en el suelo, como en los relojes solares. Uno de los párrocos de esta glesia pidió al astrónomo Henry Sully una manera para la determinación astronómica de los equinoccios con el objetivo de poder predecir la fecha exacta de la Pascua. Sully construyó una línea de cobre en el suelo, paralela a los meridianos de la Tierra, que se extendió hasta un obelisco de mármol en la pared. Al mismo tiempo, se instaló en la ventana sur un grupo de cristales transparentes salvo uno, opaco, que sería el que haría la sombra. De este modo, al mediodía del solsticio de invierno (21 de diciembre), el rayo de luz solar se ve en el extremo del obelisco, en el solsticio de verano (21 de junio) la luz incide en la meridiana y en los equinoccios (21 de marzo y 21 de septiembre), a mediodía la luz toca una plataforma oval de cobre delante del altar. Debido a que esto sirvió para realizar mediciones científicas, la iglesia se salvó de ser destruida durante la Revolución francesa. En realidad, no es la única iglesia de Europa que tiene este sistema para calcular el momento exacto de equinoccios y solsticios pero, a raíz de la novela y la historia que cuenta, la iglesia ha vivido una especie de fama mundial, que parece que empieza a remitir. En fin, tanta historia con la línea de latón del suelo y pocos son los que se fijan en las pinturas de Delacroix o en la estatua de san Pedro, réplica de la que hay en el Vaticano.


La línea que marca la luz solar y el obelisco
Estatua de san Pedro

P.D.: Mientras escribía esta entrada, me enteré de que una cadena de televisión francesa iba a emitir la película El Código Da Vinci, basada en la novela anteriormente citada y en la que aparece esta iglesia.

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