miércoles, 11 de marzo de 2015

Perfumerías con encanto

Mucha gente me pregunta qué regalo especial se puede comprar en París. ¿Moda? No, es díficil acertar con la talla y el estilo. ¿Algún producto gourmet? Si sobreviven al viaje... ¿Joyas o bisutería? Depende del presupuesto. Si hay algo tan parisino como la moda, la buena comida y los lujos, son los perfumes. Aunque el ser humano se perfuma desde hace miles de años, en Francia la costumbre se convirtió en elemento de distinción en la época del Renacimiento. En ese momento, los miembros de la realeza y de la aristocracia empezaron a usar líquidos y cremas aromáticos para esconder su mal olor corporal debido, fundamentalmente, a que no se lavaban nunca. Ahí nació la fama de los perfumistas franceses que comenzaron no sólo a crear pequeñas industrias artesanas, sino también a exportar a otros países. Fama que ha llegado a nuestros días ya que Francia sigue siendo uno de los principales productores de cosméticos del mundo, sobre todo en el sector del lujo. Pero visitar París y comprar un frasco de perfume de una marca conocida que se puede adquirir en cualquier gran almacén del mundo sería una estupidez. Por ello, recomiendo darse una vuelta por los alrededores de la Place Vendôme, por Montmartre y por el Marais y visitar las perfumerías tradicionales que allí se encuentran: son lugares pequeños, con mucho encanto y que suelen tener productos exclusivos que no se comercializan en grandes superficies. Además de colonias, también ofertan productos de higiene y cosmética. En ellas, se permite probar los perfumes y el vendedor os aconsejará en función de vuestras necesidades. Y los precios no son excesivos: la compra no os saldrá más cara que la de una colonia de una marca conocida pero, por contra, regalaréis un producto chic y distinguido, que convertirá a la persona que lo lleve en alguien especial. Os dejo con las imágenes de algunas de ellas.










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