jueves, 12 de marzo de 2015

Alegría futbolera

Sí, me gusta el fútbol y he comprobado que en París no sólo hay muchos aficionados sino que también el fútbol es un tema de conversación recurrente en cualquier ámbito. Por supuesto, el equipo nacional, los bleues, ocupa muchos minutos en los medios de comunicación pero también el equipo local despierta pasiones. En una enorme ciudad como París, podría pensarse que los éxitos o fracasos del Paris Saint Germain se viven con indiferencia pero no es así. Y ayer se demostró. El partido que debía disputar en Londres contra el Chelsea tenía todos los elementos en contra del PSG: empate 1-1 en casa en el partido de ida, jugar en el campo del rival, expulsión de un jugador en el minuto 30 (Ibrahimovic), cruce de declaraciones entre Mourinho y David Luiz, altercados racistas de los seguidores del Chelsea en París dos semanas atrás... Con todo lo anterior, jugando con diez y por detrás en el marcador durante casi todo el partido, fue el propio David Luiz el que marcó el gol que forzó la prórroga. El guapo brasileño dio la oportunidad de seguir luchando en el minuto 85 pero el sufrimiento no había acabado. El Chelsea se adelantó de penalti y, en el último suspiro, el capitán del equipo, Thiago Silva, marcó el gol que asentó el empate 2-2 y que clasificaba al PSG. En los Campos Elíseos, no paraban de sonar las bocinas de los coches, los gritos de los aficionados por la calle y en el metro... una celebración tan normal como si hubiera ocurrido en cualquier otro lugar.


Parc des Princes, el estadio donde juega el PSG




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