lunes, 25 de mayo de 2015

Los Tudor

El Museo Luxemburgo, situado dentro de los Jardines del Senado, dedica su exposición de primavera a la familia Tudor, que reinó en Inglaterra desde 1.485 hasta 1.603. En la muestra se nos explica cómo fue el nacimiento de la nueva dinastía tras su victoria en la Guerra de las Dos Rosas y el posterior matrimonio entre Enrique Tudor e Isabel Plantagenet que uniría los dos clanes rivales, Lancaster y York. Se continúa con el largo y tumultuoso reinado de Enrique VIII y los de sus tres hijos, Eduardo, María e Isabel, para finalizar con la información de la enorme influencia que esta familia ha tenido en la literatura, el arte y hasta la ópera. Para conocer mejor esta época os recomiendo los libros de la escritora e historiadora británica Philippa Gregory. Como he tenido la suerte de haber leído algunas de sus novelas, entendí muy bien la muestra y los objetos que en ella se exponían pero, por desgracia, las explicaciones de la exposición son bastante reducidas y superfluas de manera que, si no conocéis bien la historia de los Tudor, es mejor pasarse antes por la wikipedia o cualquier otro medio para saber de antemano algunos de los aspectos menos conocidos, como el breve reinado de Jane Grey o la historia del conde de Essex.

Cartel de la exposición

Capa con la que fue coronado Enrique VII
Armadura de Enrique VIII
Retrato de Ana Bolena, segunda esposa de Enrique VIII
Retrato de Isabel I, llamado de la Armada porque fue pintado en conmemoración de la victoria inglesa contra la Armada española

Uno de los motivos de la popularidad de esta familia es el creciente poder que las monarquías empezaron a tener durante el Renacimiento, dejada atrás ya la Edad Media, lo que los convirtió en monarcas absolutos con un control total de la política, la economía y la sociedad. Además, la ruptura de Enrique VIII con la Iglesia de Roma para crear su propia iglesia nacional, de la que él era el sumo pontífice, causó graves conflictos religiosos que se extendieron durante siglos, agravados por las intolerantes políticas de persecuciones de sus hijas María e Isabel. La vida personal de sus miembros también ha hecho correr ríos de tinta: el matrimonio entre enemigos de Enrique VII e Isabel, las seis esposas de Enrique VIII, el matrimonio de María I con su primo Felipe II de España rechazado por la nobleza inglesa, la soltería de Isabel y su enemistad con la reina María de Escocia, cuyo hijo Jacobo sería el siguiente rey de Inglaterra, al morir Isabel sin descendencia...

Para finalizar, todas estas historias personales y políticas, llenas de intrigas, rivalidades, amores y desamores, pasiones y traiciones han sido una fuente de inspiración inagotable, que comenzó ya en su misma época, con grandes escritores como Marlow y Shakespeare, que dieron su versión de los hechos históricos. Más adelante, Walter Scott, Víctor Hugo o Friedrich Schiller, entre otros, también produjeron obras de teatro inspiradas en los Tudor y su entorno, algunas de las cuales sirvieron de base para la composición de grandes óperas como Roberto Devereux, Anna Bolena o María Stuarda (las tres de Donizetti). Más recientemente, el cine y la televisión han dado a conocer mucho más las vidas de estos personajes.

Robert Devereux, conde de Essex, hombre de confianza de Isabel I que luego cayó en desgracia y fue ejecutado por traición
Miniatura que representa un escenario de ópera, en esta sección de la exposición se oyen fragmentos de las óperas inspiradas en el devenir de los Tudor

Bocetos de vestidos para óperas y obras de teatro

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