Pero no todo podía ser perfecto. El trabajo de amasado y preparación de las pastas lleva consigo un montón de ruido. Como los operarios están trabajando sin parar y lo hacen en espacios abiertos, a la vista del público, hay momentos de mucha demanda en que los latigazos de la pasta contra la encimera de la cocina son ensordecedores. Además, por desgracia, los camareros son bastante antipáticos y poco eficientes. La verdad es que por el precio y la calidad de la comida se compensa el mal servicio pero, digamos, que no es el sitio al que uno va con la mayor alegría del mundo: igual la comida transcurre tranquila como te hacen cambiar de mesa varias veces o te contestan mal o tardan media hora en tomar la comanda o mil problemas más.
Aún con estos inconvenientes, es un sitio al que merece la pena ir. Mi amiga y yo nos pedimos el menú con un entrante de empanadillas o verduras en tempura y, de plato principal, una sopa de fideos con ternera, ella, y fideos con cerdo, verduras y salsa de soja picante, en mi caso. Según la carta ambos platos son especialidades de Lanzhou. No puedo opinar de la sopa porque, como Mafalda que soy, no me gusta mucho pero mi amiga dice que estaba muy buena. Mis fideos con cerdo también estaban muy ricos: la mezcla de especias con la salsa de soja era deliciosa, las verduras no estaban demasiado cocidas y la pasta tenía una textura y un gusto exquisitos y se nota que estaba recién preparada.
Fideos con cerdo y verduras
Empanadillas fritas
Sopa de fideos y ternera
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