lunes, 17 de noviembre de 2014

Palacio de Fontainebleau I: exteriores

Como ya conté cuando hablé de Versalles, visitar palacios no es mi actividad turística favorita pero debo deciros que Fontainebleau es muy recomendable y más bonito que Versalles. Al ser más pequeño y más antiguo tiene una escala más humana y, por tanto, resulta más accesible y menos apabullante. Napoleón dijo de él "es la verdadera morada de los reyes, el hogar de los siglos". No me extraña que quedara impactado puesto que toda la historia de los reyes de Francia ha pasado por aquí.  A pesar de los importantes acontecimientos que han tenido lugar en él, Fontainebleau es menos famoso y visitado que Versalles por lo que no está tan masificado así que también resulta más cómodo de recorrer. Por supuesto, sus jardines no son tan espectaculares pero son bonitos y mucho más tranquilos y, a la salida, hay una cafetería bastante asequible para poder reponer fuerzas sin gastarse demasiado dinero. Fontainebleau se puede ver entero en unas tres horas así que es perfecto si no tenéis mucho tiempo disponible. De hecho se puede perder más tiempo con el traslado ida y vuelta desde París que lo que se tarda en la visita.

El problema es que está bastante alejado de París, unos 70 kilómetros, y llegar allí es un poco complicado. Aquí os dejo un enlace con la información para ir en coche si queréis alquilar uno en una agencia aunque os advierto que el Palacio está en mitad del pueblo, concretamente al lado del Ayuntamiento, así que aparcar no será tarea fácil. Este problema desaparece si optáis por reservar un autolib, uno de los coches de alquiler público de la región Île-de-France y de los que hablaré próximamente, y aparcarlo en las estaciones que rodean el palacio, como podéis ver aquí. Yo me trasladé en transporte público: hay que ir a la Gare de Lyon y allí tomar el tren de la línea R en dirección Montargis Sens o Montereau, hasta la estación Fontainebleau-Avon. Allí hay un autobús, línea A en dirección a Les Lilas parada Chateau, el problema con este autobús es que pasa cada media hora y no está sincronizado con el tren que llega de París así que os puede tocar esperar más de 20 minutos como me pasó a mí. Algunos turistas optan por el Autobús Parivision que sale desde el 214 de la rue de Rivoli, directo a Fontainebleau, pero con los atascos del centro de París seguro que le cuesta más salir de la ciudad que lo que a vosotros os cueste la vista del palacio.

En este lugar ya hubo un castillo desde el siglo XII pero el edificio actual data de la época de Francisco I y es el primer edificio de estilo manierista construido en Francia. Posteriores reyes como Enrique IV fueron ampliando y modificando la estructura inicial tanto del inmueble como de los jardines. Más tarde, Napoleón decidió renovarlo y convertirlo en su residencia y desde aquí partió al exilio después de firmar el acta de abdicación. Su sobrino Napoleón III también vivió aquí.


Dos imágenes del Patio de Honor
 
Estanque de las Carpas
 
Estatua de Diana cazadora

Junto a esos jardines, hay un pequeño edificio anexo que acoge la sala del Juego de Pelota (Jeu de Paume), el antecedente más antiguo del tenis. Por supuesto, hay bastantes diferencias con el tenis moderno y aunque no conozco las reglas, sí me fijé en que se puede devolver la pelota sin límite de botes, que, al ser un recinto cerrado, la pelota puede golpear las paredes antes de ser devuelta y que hay unos números y letras en la pared que indican puntos o faltas. Además la raqueta que se utiliza es de madera. Y todo eso lo vi porque tuve la suerte de presenciar un entrenamiento.

El exterior no parece gran cosa

Entrada con el escudo de la raqueta y cuatro pelotas


Terreno de juego
 
Una chica muy educada y simpática (lo sé porqué hablé con ella antes de empezar el entrenamiento) dando raquetazos y jugando un poco conservadora. Al igual que en el tenis, en este juego se ataca subiendo a la red.

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