jueves, 31 de agosto de 2017

Diana

Hoy se cumplen 20 años de la muerte de Lady Di, quien fuera princesa de Gales, en un dramático accidente en el que también fallecieron su pareja Dodi Al Fayed y el conductor del vehículo en el que viajaban, Henri Paul. El lugar del accidente, el Túnel de l'Alma, siempre tiene flores, velas y los famosos candados como símbolo del amor ya que el Pont des Arts se ha librado de ellos. Estos días, ante la proximidad del aniversario, se han multiplicado las muestras de recuerdo y cariño en la llama que decora la plaza Maria Callas, que queda justo encima del túnel. Recuerdo cuando ocurrió el funesto accidente, todas las descripciones que se daban del mismo en la televisión para explicarlo. Ahora veo que eran todas falsas. Parecía que se había producido una persecución subterránea durante la cual se produjo el choque contra un pilar. Desde luego, si hubo una persecución de los paparazzi a la famosa pareja, fue en otro sitio y no el interor del túnel ya que éste es ridículamente corto, sólo mide 153 métros. Se tardan 10 segundos en recorrerlo en coche y un minuto en cruzar la superficie a pie.

Es habitual que salgan teorías conspiracionistas siempre que sobreviene una desgracia a alguien importante y más si se dan las circunstancias tan extrañas de este accidente: un choque en un túnel enano, un chófer que había bebido, un coche que ya había sufrido un accidente mortal, una víctima trasladada a un hospital que está tan alejado del accidente y no a uno de los cercanos y muy prestigiosos del distrito XVI... En fin, ahora están volviendo a salir a la luz y más que lo harán. Lo único que está claro es que tal día como hoy fallecía la exprincesa en el hospital de la Pitié-Salpêtrière.


Flores, dbujos, fotos en honor a Diana

Aquí empieza el túnel
Aquí acaba el túnel



martes, 29 de agosto de 2017

Ni dos días

Estábamos esperando ansiosos la reapertura del RER A después de la suspensión del servicio por obras durante el verano y la alegría no ha durado ni dos días. El servicio se reinició el lunes 28 y el martes por la mañana se interrumpía porque se cayó una catenaria. Sí, otra vez se cae una catenaria, la tercera vez en menos de un año. Otra vez, el RER A vuelve a las andadas y deja tirados a los pasajeros. Poco más de 24 horas de servicio normalizado para volver a sufrir una interrupción del tráfico y posteriores perturbaciones que se extendieron hasta más allá de las 19:00 horas, y en unas fechas críticas, la vuelta de vacaciones de la mayoría de los trabajadores.

Información del incidente

domingo, 27 de agosto de 2017

Derain, Balthus, Giacometti

Ya me tocaba hablar de una de las exposiciones más ambiciosas celebradas este verano y otoño en París: Una amistad artística, consagrada a tres de los artistas más importantes del siglo XX, André Derain, Balthus y Alberto Giacometti. El Museo de Arte Moderno pretende ahondar no sólo en la interacción artística entre ellos sino también en su relación personal. Veamos lo que nos propone la exposición.
Los tres artistas

Para empezar, se trata de una de las exposiciones más largas del Museo con más de 350 piezas y ocupando todo el espacio de la planta principal. En una especie de introducción a sus trayectorias, hay varias obras inspiradas en artistas clásicos como Piero della Francesca en la que se hace hincapié en la relación de los tres amigos con el arte del pasado. A continuación, se examina otro nexo de unión entre ellos como son los diferentes personajes a los que los tres frecuentaban, fruto de esa amistad de la que se habla, y que posaron en varios de los retratos aquí expuestos.

 Sotobosque y rocas en Sausset-les-Pins de André Derain
 La jugadora de diábolo de Balthus
El lago de Sils de Giacometti

Más adelante, hay otra sección sobre los trabajos de Derain, Balthus y Giacometti para la escenografía y vestuario de óperas, ballets y obras de teatro. Ésta es una de las secciones más populares de todo el recorrido y una de la más bonitas e interesantes ya que nos muestra un concepto global del arte y la creación. Otro tema que despierta interés es la sección Ensueño, en la cual, aparecen obras donde las mujeres duermen o sueñan despiertas. Salpicando todo el transcurso de la exposición, hay varias vitrinas con dibujos, bocetos, pinceles y pequeñas obras escultóricas de Giacometti.

 
 Joven dormida de Balthus
 
 Retrato de Isabel de Giacometti

La amistad entre los tres hombres es una de las más intensas y duraderas del arte moderno y así lo atestiguan numerosos testimonios y pruebas. Lo que ya no resulta tan evidente es la relación artística entre los tres. Es cierto que los jóvenes Balthus y Giacometti encontraron en él no sólo un amigo y mentor sino también una referencia artística. El propio Giacometti reconoció: "Derain es el pintor que más me apasiona, que me ha aportado más después de Cézanne, para mí es el más audaz". Imagino que se refería al deseo de Derain de mantenerse en la figuración más allá de las vanguardias abstractas coetáneas. En efecto, podríamos considerar el estilo del francés como un artista neoclásico que pretende dar savia nueva a la representación de la realidad pero desde otra perspectiva. Nuevamente dice Giacometti: "Me interesa mucho el arte, pero la verdad me interesa infinitamente más". Uno de los elementos más importantes en el estilo de Derain es la presencia constante del color negro en una nueva reinterpretación de la confrontación entre luces y sombras, así sean bodegones, retratos o escenas. Si se dice que una obra empieza con un lienzo en blanco, las suyas se inician con un lienzo en negro. Ciertamente, la piel dorada y brillante de algunos de sus personajes y los bodegones sencillos pero sensuales muestran una enorme calidez y morbidez sobre fondo negro. El mismo camino siguió Balthus en su pintura aunque atacando de plano la moral y la censura de la época con sus provocativas imágenes de niñas hipersexualizadas. Mucho más complejo es ver la influencia de Derain en Giacometti ya que el suizo es fundamentalmente conocido como escultor. Aunque sus pinturas expuestas sí recogen el aire sombrío y perturbador de sus dos colegas, éste podría deberse a la trayectoria de su padre, Giovanni Giacometti, pintor y grabador, ya que una buena parte de la pintura recuerda tanto a los dibujos como a los grabados y las placas para grabar.

 Naturaleza muerta con peras de Derain
 Naturaleza muerta con manzana de Giacometti
 Naturaleza muerta de Balthus. Más que muerta, parece asesinada.

Como siempre pasa con las exposiciones en que se ponen en relación artistas distintos, el resultado deja un sabor agridulce. Para la crítica está claro que quien sobresale respecto a los demás es Derain y que los otros dos creadores quedan opacados en la comparación. Por lo visto, a pesar de los numerosos y llamativos cuadros de Balthus y las esculturas y dibujos de Giacometti, el vencedor de la muestra ha sido él. Otro riesgo que se corre en estas exposiciones comparativas es la de no ver tal relación como ocurre aquí: se podría pensar que la oscuridad de la pintura de Giacometti proviene de la influencia de Derain pero se podía alegar que se debe al miedo a la muerte de Giacometti a raíz de una tétrica pesadilla que sufrió.

 Tres retratos femeninos: Desnudo con camisa blanca de Balthus, Joven desnuda de Derain y Retrato de Anette de Giacometti 

Resulta complicado analizar esta exposición porque estos artistas no se encuentran entre mis favoritos. Además, Derain fue un artista muy bien relacionado con otros contemporáneos a los que influyó y de los que recibió inspiración de manera que se puede oponer, por tanto, a los otros dos creadores elegidos o cualquier otro como Picasso: el problema es que al lado de Picasso, palidecería en la comparación.

Imagino que el interés principal reside en traer a París los cuadros de las colecciones norteamericanas y japonesas que no se ven con frecuencia en Europa y esto explica el desorbitado precio de las entradas (12€ la entrada de adulto). También es importante poder disfrutar de la Gran Bacanal negra de Derain, recién adquirida por el Museo, por primera vez. Aunque a nivel personal, lo más sorprendente para mí ha sido el descubrimiento de la pintura de Giacometti. Conocía la trayectoria del suizo como escultor pero las diferentes etapas de su obra pictórica me han dejado con ganas de aprender mucho más sobre ella tanto de la parte postimpresionista, más ligada a la de su padre, como de su etapa oscura.

La exposición finalizará el 29 de octubre y algunas de las obras no se pueden fotografiar.
 
Gran Bacanal negra de Derain

martes, 22 de agosto de 2017

Temporada española II: Vestidos tradicionales

Continuamos con nuestro recorrido de la temporada española de la moda organizada por Paris Musées, la entidad que gestiona los museos municipales de París. Si ya vimos la exposición de Balenciaga que representa la alta costura, en la Maison Victor Hugo se ha organizado la muestra dedicada a la indumentaria tradicional de las diferentes regiones de España. El lugar elegido para la exposición no es casual ya que Victor Hugo pasó su infancia en Madrid, a donde su padre, general del Ejército francés, había sido destinado por Napoleón para prestar servicio a su hermano José Bonaparte, a quien había coronado como rey de España. "Amo profundamente España. Me considero casi uno de sus hijos" afirmaba el escritor. Su gusto por el arte español le llevó a adquirir varias obras de pintores españoles como algunos grabados de Goya y algunas pinturas del taller de Velázquez. La influencia de la cultura española también fue una constante en su obra, sobre todo, en la teatral: Ruy Blas, Inés de Castro, Hernani... son algunas de las obras de tema español, tan dramáticas y apasionadas que algunas se convirtieron en óperas.

Al hilo de esta circunstancia, hasta el 24 septiembre, la Maison se ha convertido en la sede de la exposición Trajes españoles: entre luz y sombra, la segunda de la trilogía que la red de museos municipales dedica este año a la moda española. Además de una importante selección de trajes de diferentes lugares de la geografía española, también hay una muestra de joyas, zapatos (incluidos zuecos) y otros accesorios. Todos los estilos están representados: la sobriedad de los recios tejidos de los trajes extremeños y del Pirineo aragonés, los más coloristas y barrocos trajes de lagarterana (Toledo) o de la costa mediterránea y también el estilo manierista de los trajes de "majos" de Madrid, el vestuario de los aristócratas madrileños inspirado en la ropa de las clases populares, que evolucionó hacia el traje de luces de los toreros, en los hombres, y en el vestido de manola, en las mujeres.

El interés de esta exposición no reside solamente en la belleza de las piezas expuestas, también nos acompañan en el recorrido las fotografías costumbristas de José Ortiz Echagüe. Os recomiendo completamente la visita y os enseño unas cuantas fotos.


 Trajes de la comarca de Aliste en Zamora
 Traje masculino de Mallorca y femenino de Ibiza en las Islas Baleares
 Madreñas (zuecos) del Valle del Pas en Cantabria
 Trajes de majos de Madrid
 Traje masculino del Valle de Hecho y conjunto femenino del Valle de Ansó, ambos en Huesca
Fotografía de José Ortiz Echagüe

miércoles, 16 de agosto de 2017

Melba

Antes de que llegara el verano, tuvimos una breve pero intensa ola de calor pero el verano ha sido uno de los más fríos y lluviosos de los últimos años. Aún así, no he podido resistirme a tomar un helado en una de las tiendas Melba de helados artesanos. Los dependientes son muy simpáticos y los sabores están a medio camino entre lo clásico y lo innovador. Mi elección corresponde a la primera opción: stracciatella que es uno de mis helados favoritos y avellana. Son buenísimos, el típico helado que se va haciendo más tierno mientras lo comes pero sin derretirse. Estuve dudando si elegir pistacho o chocolate negro o unos sorbetes de mango o cereza, mis favoritos entre los helados de frutas. Para la próxima vez, creo que pediré unos gustos muy japoneses: sésamo negro y té matcha. O tal vez, no.


 Melba en la zona de Grand Boulevards
 Surtido de sorbetes
 Surtido de helados
Mi elección: stracciatella y avellanas

sábado, 5 de agosto de 2017

La locura desatada con Neymar

Acaba de llegar y ya está todo el mundo hablando de él. Esta mañana salían a la venta las camisetas oficiales del nuevo delantero del Paris Saint Germain y había colas en la puerta de la tienda oficial de los Campos Elíseos. Una imagen vale más que mil palabras: esta foto es de esta mañana poco antes de las 10:00. Mientras yo iba a trabajar, la gente esperaba la apertura del almacén más glamuroso del equipo. Estoy bastante desconectada del mundo del fútbol y de los fichajes veraniegos pero parece que Neymar ha salido del Barça con tanta polémica como llegó, aunque aquí en París a la gente le ha dado igual.

En cualquier caso, el primer día ya se han vendido más de 10.000 camisetas del jugador brasileño. A más de 100€ la unidad, echad cuentas de lo que se han embolsado el club. Muchos aficionados debían de salir con la camiseta ya puesta de la tienda porque a mediodía la ciudad estaba llena de chavales con el 10 a la espalda. Una locura que también se reflejaba en las portadas de los periódicos y que no ha hecho más que empezar.

La cola antes de abrir la tienda

viernes, 4 de agosto de 2017

La exposición más olímpica

Ahora que París y Los Ángeles han llegado a un acuerdo para la organización de los Juegos Olímpicos de 2024 y 2028 respectivamente, ante la retirada del resto de ciudades candidatas, y sólo falta la confirmación del Comité Olímpico Internacional en septiembre. Así que es casi seguro que París celebrará los Juegos dentro de siete años, por lo que es el mejor momento para hablaros de la exposición organizada en la Alcaldía del Distrito XIII: Atletas. Hasta el 16 de septiembre, estará abierta con más de 40 retratos de diferentes deportistas, la mayoría franceses, realizados por C125. Este artista callejero, cuyo verdadero nombre es Chistian Guémy, nos presenta estos retratos serigrafiados en los objetos deportivos más diversos desde camisetas hasta taquillas de vestuario, monos de esquiador o revistas. Se trata de obras realizadas en graffiti por estarcido (pintura aplicada en una plantilla previamente recortada) en que predominan el negro y los colores de la bandera francesa, azul, blanco y rojo.

Retrato de Pierre de Coubertin
Émilie Le Pennec, campeona olímpica de gimnasia en 2004, retratada en su maillot
Teddy Riner, campeón olímpico en 2012 y 2016, en su kimono
Planchas de natación con los hermanos Laure y Florent Manaudou, campeones olímpicos de natación en 2004 y 2012 respectivamente  
Retrato de Hélène Defrance, medalla de bronce olímpica en vela en 2016, sobre la vela de su embarcación