Esta semana se ha celebrado en la place Concorde la feria de empleo de París. A pesar de publicitarse como una feria con más de 10.000 ofertas de trabajo y más de 2.000 responsables de recursos humanos, el evento resultó bastante decepcionante. En primer lugar, porque la entrada era libre con lo cual había cientos de personas dentro del recinto y cientos más esperando fuera, de modo que la gente no se podía detener en ningún puesto con tranquilidad: era como estar en las rebajas o en Ikea un sábado por la tarde; la marea humana se movía y los que allí estábamos nos movíamos con ella. En segundo lugar, la feria no era sólo de empleo sino también de formación por lo que una buena parte de las empresas participantes buscaban clientes y no trabajadores. Y, en tercer lugar, cada media hora más o menos los miembros de los sindicatos, que también participaban en la feria, organizaban alguna ruidosa protesta contra la política del Gobierno y eran desalojados del recinto, aunque muy lentamente ya que la multitud impedía que salieran de la feria con rapidez.
En conclusión, muy pocas personas salieron de allí contentas. Prueba de ello, es que las colas avanzaban muy deprisa: la gente entraba, miraba y salía. Lo mejor de la feria es la guía del visitante en la que hay listados de empresas organizadas por sectores, de manera que puede ser un pimer paso para presentar candidaturas espontáneas si estáis buscando trabajo.
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