domingo, 22 de abril de 2018

El otoño tranquilo y la primavera convulsa

Una vez pasado el larguísimo período electoral, con las primarias de los partidos tradicionales y las elecciones presidenciales y legislativas a dos vueltas, el recién estrenado presidente formó un gobierno con representantes de diferentes trayectorias vitales e ideas políticas, una especie de gobierno transversal o de concentración. Recién estrenado el año legislativo a principios del otoño, el primer ministro anunció un ambicioso plan de inversión de 57.000 millones de €uros para relanzar la economía del país desde distintos frentes. Al estilo de lo que hizo Obama en 2009 y en una línea completamente opuesta a la del austericidio que han impuesto otros países, como España.

La prensa recoge el plan de inversión
Por el momento, una buena parte del presupuesto se lo lleva la educación lo cual siempre es positivo. Unos 15.000 millones estarían destinados para la formación profesional, sobre todo, de desempleados con baja cualificación y jóvenes que han abandonado los estudios prematuramente. Se calcula que en torno a dos millones de personas podrían beneficiarse de esta medida que pretende fomentar el empleo en los próximos cinco años. Asimismo, se financiarán nuevos cursos para la formación de profesores y maestros. Otro de los puntales educativos será la adaptación a la tecnología digital mediante la concertación con empresas e instituciones públicas para la formación de gestores de Big Data, programadores informáticos, administradores y desarrolladores de programas destinados a empresas, grafistas, creadores de contenido multimedia, expertos en cyberseguridad, community managers, integradores web y un largo etcétera de profesiones vinculadas al mundo digital. Dichos cursos estarán dirigidos a desempleados y también a trabajadores que busquen una nueva salida laboral.

Imagen de La Défense. Todas las empresas, en especial, las grandes van a necesitar profesionales de la tecnología digital

De hecho, la transformación digital y la implantación de la inteligencia artificial es uno de los grandes desafíos de este gobierno. La administración pública francesa está muy retrasada en lo relativo a tecnología, de hecho, los franceses flipan cuando ven mi documento de identidad con un chip con el que puedo hacer todo tipo de gestiones en línea. Aún más alucinan cuando les digo que este sistema funciona desde hace 20 años en España. Esta primavera, y después de varios meses de trabajo, el gobierno dio a conocer las líneas generales de este proyecto de desarrollo tecnológico elaborado por el brillante matemático y diputado Cédric Villani. Para acelerar el proceso de transformación digital de la administración, el gobierno va a destinar 9.000 millones de €uros hasta tener el 100% de los servicios públicos desmaterializados.

Exterior de la Escuela Politécnica de La Sorbona

Pero la innovación y la competitividad no se queda sólo en los trámites administrativos. También se van a dedicar en torno a 13.000 millones a la aplicación de la inteligencia artificial en la industria, sobre todo en sectores estratégicos, y en la agricultura. Además, se busca que la transición no sea sólo tecnológica sino también ecológica. La lucha contra el cambio climático es uno de los compromisos más importantes de Macron desde antes de ganar las elecciones y el desarollo de una tecnología limpia es una de las formas de conseguirlo.

Las torres de La Défense se ven difusas como si estuvieran en un cuadro con una veladura muy espesa pero, no. Es simplemente la contaminación.

La ecología es, además, la gran protagonista de esta inversión con más de un 35% de la misma, unos 20.000 millones de €uros, a través de diferentes medidas prácticas. Se calcula que los edificios son responsables del 20% de las emisiones de gas con efecto invernadero de manera que el gobierno ha decidido mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos y de viviendas, en especial, aquéllas mal aisladas térmicamente y que consumen mucha energía. La verdad es que tienen trabajo por delante ya que la mayor parte del parque de vivienda en Île-de-France (desconozco cómo es en otras regiones) es viejísimo y muy poco eficiente. El viejo París que tan bonito y romántico nos parece no es más que un montón de viviendas vetustas, incómodas y húmedas. Algo mejor están los edificios públicos pero también se van a acondicionar para que su rendimiento sea mejor a nivel energético.

Encantadores edificios del viejo París. Por dentro, son incómodos, viejos y muy fríos y húmedos

Otro tanto va a ocurrir con los transportes, responsables de una tercera parte de las emisiones de gas. El gobierno hará una especie de plan renove otorgando una prima a los hogares más modestos para cambiar los vehículos viejos y contaminantes por modelos más ecológicos. De esta manera, se podrán sustituir los vehículos de gasolina anteriores a 1997 o de diésel anteriores a 2001 por otros con etiqueta ecológica Crit'Air o por scooter eléctricos, especialmente útiles en las grandes ciudades.

Coche eléctrico

Y precisamente es el transporte uno de los grandes quebraderos de cabeza del presidente y su gobierno. Dispuestos a reformar el estatuto de los ferroviarios (que no están sometidos al estatuto general de los trabajadores sino que tienen un situación laboral específica), algo que ya intentó el exprimer ministro Manuel Valls, han visto como los empleados de la SNCF, la empresa pública, han convocado lo que se llama una huelga perlada, es decir, que va como un collar de perlas. Al ser dos días de huelga por cada tres de trabajo, todos los fines de semana se ven afectados para ir o para volver. Los usuarios están que trinan ya que no sólo se ven alteradas las grandes líneas, también una buena parte del recorrido de los cercanías como los famosos RER de los que hemos hablado en otras ocasiones como ésta, ésta o ésta.

Calendario de la huelga

Si los RER funcionan mal, sus hermanos mayores no les van a la zaga. Mi compañera de piso, que tiene un abono anual, compra sus billetes con meses de antelación pero, a la hora de viajar, el tren sale con retraso. Si ella tiene el billete, significa que la empresa sabe que tiene un tren ese día a esa hora. Su pregunta siempre es, ¿por qué mi tren no está listo? Si ya andaba descontenta con la empresa, ahora mucho más. Ya se están formando asociaciones de afectados para presentar las reclamaciones pertinentes o, llegado el caso, interponer demandas judiciales. Hay cientos de miles de personas que usan el tren cada día para ir a trabajar y tienen que amoldarse a las circunstancias pidiendo días de vacaciones, permisos, usando sus propios vehículos, a veces compartidos con otros usuarios afectados, o utilizando los autobuses sustitutivos para asegurar que ciertas zonas no se queden incomunicadas, aunque éstos tarden el doble de tiempo y sean la mitad de cómodos. El problema de esta huelga es que la presión no se ejerce sobre la empresa, que acumula una deuda de 50.000 millones, sino sobre los viajeros. Bien al contrario, cuantos menos trenes salgan, menos dinero pierde la SNCF.

Anuncio de huelga para el 18 y 19 de abril

Otro inconveniente es que la realizan en tres meses, abril, mayo y junio, en que ha habido vacaciones escolares y muchos festivos nacionales de manera que acaba impactando en el turismo. Por otro lado, al ausentarse del trabajo tantos días, los empleados van a ver su nómina muy reducida lo que causará que los empleados peor remunerados decidan no secundar la huelga. Además, como tantas y tantas empresas, la plantilla de empleados de SNCF se ha quedado estancada desde hace muchos años. Cada vez más servicios están externalizados y los prestan empresas contratistas (o colaboradoras en lenguaje eufemístico neoliberal) de manera que quedan como empleados públicos los trabajadores mejor cualificados y, por tanto, mejor pagados.

Sólo funciona un tren de cada tres

Ya hemos comentado en otras ocasiones que los franceses consideran que la huelga es el deporte nacional. Por eso, el primer día, en solidaridad con SNCF y para protestar en general, se unieron los empleados de RATP, amplios sectores de funcionarios, estudiantes universitarios y empleados del sector hospitalario, entre otros. En días sucesivos, ha habido huelgas de Air France, de los servicios de recogida de basuras, empleados de Correos e, incluso, abogados. Mucho más graves se presentan las huelgas de los trabajadores de EDF (eléctrica) y Engie (gas). ¿Qué van a hacer? ¿nos van a cortar la luz y el gas? Se oyen todo tipo de especulaciones como que pretenden cortar la luz y el gas en sectores estratégicos como el transporte (otra vez). Si esto es como lo cuentan, se puede armar un lío importante puesto que se podría considerar un secuestro del espacio público y declarar el estado de emergencia, enviar al Ejército a controlar la situación e incoar un larguísimo y complicadísimo proceso judicial. De hecho, ya hay voces que reclaman la actuación del Ejército puesto que, con la huelga, ha habido zonas que han quedado incomunicadas como algunos municipios del sur del departamento 77 (Seine et Marne). 

Gare de Lyon, importante estación llena de pasajeros cabreados

Otra de las recriminaciones de los usuarios es que siempre hacen huelga los privilegiados, es decir, los que no pueden ser despedidos (funcionarios o trabajadores de empresas públicas) o empleados muy cualificados con sueldos muy altos y condiciones laborales y sociales por encima de la media. Es cierto que nunca vemos haciendo huelga a la gente que gana el salario mínimo, a los que tienen contratos eventuales, a los que encadenan varios contratos con la misma empresa o a los trabajadores de empresas de recursos humanos.

La enorme Gare Montparnasse, otro lugar donde reina el caos estos días

Pero éste de la huelga no es el único conflicto que tiene abierto el Gobierno. Uno de los más inesperados es que se están abriendo brechas en la unidad de su propio grupo parlamentario y por un tema en el que no tendría que haber conflicto: el proyecto de ley de asilo e inmigración. Aparte del rechazo de las asociaciones de ayuda a extranjeros, la aprobación del proyecto por parte del Consejo de Ministros causó una huelga (otra) de los agentes de la Oficina de protección de refugiados y apátridas y de los funcionarios del Tribunal de derecho al asilo. El debate parlamentario está siendo mucho más tenso de lo que se esperaba ya que, incluso dentro de las filas de LREM, hay diputados en abierto desacuerdo con el texto. Los diputados del partido fundado por Macron han presentado más de 200 enmiendas. Ahora el proyecto está debatiéndose en la comisión y el propio jefe del grupo parlamentario ha amenazado con medidas disciplinarias en caso de romper la disciplina de grupo, incluída la expulsión del mismo. Si hacemos caso al espíritu fundacional de dicha formación, los diputados no son políticos del sistema sino gente con una carrera profesional, a veces muy exitosa, fuera de la política por lo que las posibles amenazas de no repetir en sus escaños no deberían amilanarles y, de hecho, ya empiezan algunos a anunciar su voto en contra del proyecto.

La Asamblea Nacional

Para finalizar, hay otro problema al que Macron se ha enfrentado y ante el que, por lo visto, ha capitulado. Aunque no ha trascendido más allá de sus fronteras, en Francia llevamos meses con el tema del aeropuerto fallido de Notre-Dame-des-Landes, uno de estos asuntos que nacen con polémica, se complican hasta el absurdo, van dando tumbos durante años y se enquistan de una manera que ya no tienen solución, ni buena ni mala, ninguna. Para no eternizar también este artículo, resumiré diciendo que en 1973 (sí, hace 45 años) el Gobierno del momento decidió crear un aeropuerto en Notre-Dame-des-Landes, al norte de la ciudad de Nantes, para acoger la actividad de los vuelos intercontinentales del Concorde. El lugar pasó a ser una zona de desarrollo especial o ZAD (zone d'aménagement différencié). Pero el alto coste de mantenimiento de estos aviones y su desproporcionado consumo de carburante los hicieron poco atractivos comercialmente, sobre todo, a raíz de la crisis del petróleo. Mientras tanto, la zona fue abandonada por los agricultores que habían sufrido las expropiaciones de sus terrenos y empezó a interesar a los ecologistas ya que se trata de un área de humedales con especies en peligro de extinción.

Imagen de Paris Match

El problema se dejó apartado hasta el año 2000 en que se decidió retomar el proyecto de aeropuerto para reemplazar el ya existente en Nantes a pesar de que éste funciona perfectamente, incluso fue nombrado mejor aeropuerto europeo en el año 2011. La ciudad tiene previsto aumentar su población en los próximos 20 años y necesitaría un aeropuerto más grande, argumentan los favorables al mismo. Se podría derivar una parte de la actividad al infrautilizado aeropuerto de Rennes, responden los contrarios. En todo caso, hay varios puntos de inflexión en este proceso: el primero de ellos en 2008 con la declaración de utilidad pública del proyecto, lo que convertía los terrenos en expropiables, incluso a título gratuito. Otro de ellos en 2009 con la creación de Zone À Défendre (ZAD igual que el proyecto), una organización de tipo anarquista opuesta al proyecto y que lleva ocupando los terrenos desde entonces y que se ha enfrentado a las autoridades en multitud de ocasiones. A ellos se han ido sumando durante este tiempo numerosos campesinos y asociaciones ciudadanas de muy distintas ideologías. Y el más importante, el referéndum local celebrado el 26 de junio de 2016 cuyo resultado salió favorable al aeropuerto. Todo ello acompañado de varios procesos judiciales, algunos aún en curso.

La Operación César de evacuación de la ZAD en 2012 fue un fracaso y los zadistas volvieron al día siguiente. Imagen tomada de L'Express.

Aunque la votación tuvo lugar en los últimos meses del gobierno de François Hollande, Macron se comprometió a respetar el resultado del mismo. En algún momento, el presidente cambió de idea y, este mismo 17 de enero, el Gobierno decidió abandonar el proyecto de construcción del aeropuerto después de haberse reunido con las partes implicadas. Al considerar que el tema ya estaba zanjado, se ordenó el desalojo de la zona pero los ocupantes se han amotinado y las fuerzas del orden no consiguen echarlos. El propio Macron ha hecho diferencias entre este conflicto y los anteriores que he citado. El presidente dice entender el malestar de los huelguistas por las reformas que se están llevando a cabo pero considera que la cólera de los llamados zadistas es injustificada e ilegítima. El propio ministro de Ecología, Nicolas Hulot, se ha reunido con ellos y con otras personas contrarias al ya fallido aeropuerto para que abandonen el lugar antes del 23 de abril. Veremos qué pasa. No sería de extrañar que en unos años, la ZAD acabe como Christiania en Copenhage.

Mapa de la zona sacado de aquí. Se vende a 1€.

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