lunes, 26 de febrero de 2018

El Año del Perro

Un año más, fui al corazón del barrio chino a ver el desfile del Año Nuevo, en esta ocasión, el Año del Perro. Compruebo con infinita tristeza que cada año el desfile es más corto, más feo y más cutre. Del despliegue de carrozas, grupos de baile, asociaciones, centros deportivos de artes marciales y un largo etcétera ya va quedando cada vez menos. Hasta la seguridad se ha empequeñecido y ha habido muchísimo menos despliegue policial. También tiene sentido ya que este año apenas ha habido autoridades presentes en el desfile.






Al ser mucho más corto y con un recorrido diferente, el desfile de este año resultó mucho menos vistoso. Es una lástima porque del primer desfile que vi en el 2015 al de este año hay una diferencia abismal como si estuviera viendo un desfile en miniatura. El año 2016 se prohibieron los petardos, por motivos de seguridad, lo cual ya quita buena parte de la esencia al desfile. Al año siguiente, se redujo casi a la mitad el recorrido de manera que, obviamente, tuvo muchos menos participantes y quedó muy deslucido. Este año, además de cambiar por completo el itinerario, el número de participantes es mucho más reducido y las atracciones, más limitadas. No vi ni una sola carroza, hubo muy poca exhibición de artes marciales, pocos bailes y cantos y la organización fue mucho peor que en años precedentes, tanto que en muchos tramos ni siquiera había vallas de seguridad y los espectadores invadían la calzada y cerraban el paso, como en las etapas de montaña de las vueltas ciclistas. También se han visto reducidas las actividades de los grupos shaolín en el barrio.
 




En fin, como resumen, se puede decir que ha sido un desfile muy poco interesante y, como siga en esta evolución, va a acabar por no celebrarse. Una lástima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario