Lanchas y canoas para llegar a casa
El muelle más animado de París está inundado
Ya no se puede pasear por la ribera del Sena
Si hace año y medio, la crecida se produjo a finales de primavera debido al deshielo, en esta ocasión las causante han sido las lluvias. Llevamos más de cuatro meses en que no para de llover y las nevadas en cotas altas han sido las mayores de los últimos años. Mis amigos que van a esquiar me hablan de hasta cuatro metros de nieve en algunas estaciones. Da un poco de miedo ver la corriente del río tan rápido cuando, en general, el Sena tiene unas aguas bastante tranquilas a su paso por París.
El parque justo debajo del Pont Neuf ha desaparecido: sólo se ven las copas de los árboles
El zuavo del Alma tiene el agua por la cadera
En definitiva, lo peor ya ha pasado pero ya se empieza a hablar de la posible crecida primaveral o estival cuando el deshielo llegue a su punto máximo. Las pérdidas económicas son siempre lamentables y éstas han sido graves en zonas rurales y suburbanas. En París hemos tenido algunas incomodidades pero nada de especial relevancia. Da un poco de miedo ver esas aguas arrasando y tragando todo lo que tienen a su paso pero, como nota positiva, hay que reconocer que bajan bastante limpias. En 2016, las aguas llevaban todo tipo de restos de árboles y plantas así como basura. Si el cauce baja limpio hay menos riesgo de tapones en el curso y desbordamientos incontrolados. Veremos dentro de unos meses qué pasa.
Tren de cercanías RER C cerrado: todo su recorrido urbano por París discurre junto al Sena.
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