jueves, 19 de noviembre de 2015

Vuelta a la vida nocturna en París (aunque no a la normalidad)

Intensa noche la que pasamos mis amigos y yo el martes. Para recuperar la actividad nocturna en la ciudad, la guía Le Fooding propuso el día 17 como la noche del bistrot o, lo que es lo mismo, la noche para salir a cenar fuera. Los restaurantes parisinos aceptaron la idea de buen grado ya que la vida debe continuar y los ciudadanos, recuperar un poco la normalidad. Dado que varios atentados se produjeron en restaurantes y bares, esta iniciativa se alza también como un acto de homenaje a las víctimas, de solidaridad con el sector hostelero y de reinicio de la vida nocturna de París después de un par de días en que no hemos podido ni salir de casa.

La tarde empezó con un cine. Fuimos a ver una película que, precisamente, trata el mundo de la restauración: Burnt, aquí llamada À vif!. Como es imposible ver esa película sin sentir hambre, ya que cuenta la historia de un cocinero y su equipo y la mayor parte de las escenas muestran la preparación y restauración de platos, decidimos ir a algún local de la zona de Grands Boulevards y nos decidimos a entrar en una taberna llamada James Hetfeeld's Pub donde tomamos unas pintas y comimos hamburguesas, patatas fritas y aros de cebolla. Además, vimos el partido de fútbol amistoso entre Inglaterra y Francia que acabó con victoria para los primeros. No se puede tener una noche más hostelera. Ni más patriótica. A pesar de perder y de no jugar demasiado bien, el público allí reunido no dejó de animar ni de cantar, De hecho, se cantó La Marsellesa varias veces antes de que terminara el partido y otra vez más al finalizar. Bonita noche si no fuera porque otra vez no pude dormir. El ruido de los helicópteros y las sirenas me lo impidió pues, mientras yo estaba tranquilamente en casa, en otro lugar la Policía detenía a varias personas relacionadas con los atentados del viernes. Todos los inconvenientes que estamos sufriendo en el transporte y en nuestra vida cotidiana no son nada en comparación con el riesgo que corremos. Pero no hay que amilanarse. Quedarse en casa sería lo peor para nuestras vidas y para la economía de la ciudad, basada en gran medida en el ocio y el turismo. Además de que sería nuestra pequeña venganza contra los terroristas, que han calificado de ateos, apóstatas y cosas semejantes a la gente que estaba tranquilamente disfrutando la noche del viernes: les molesta que disfrutemos de la vida. Por eso, hay que salir y disfrutar y que rabien los amargados y sectarios.



Imagen de la campaña

La taberna donde cenamos

Ambiente en el interior


Las hamburguesas tenían muy buena pinta y estaban muy ricas pero es la primera vez que me ponen el huevo a la plancha por fuera del pan

Guitarra rota en la decoración de una pared 

Una de las varias ocasiones en que el público empezó a cantar espontáneamente el himno nacional

1 comentario:

  1. Es cierto, la actividad de ocio, cultura y turismo son el principal motor de París y es preciso recuperar la rutina habitual incluyendo el salir a tomar algo para que nos veamos arropados por las personas que nos rodean.
    Muy loable la iniciativa y seguro que tuvo éxito.
    Buena pieza de decoración la guitarra rota en la pared aunque no ponga a qué artista pertenecía y la foto de James Hetfield de Metallica a su lado.
    Saludos.

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