domingo, 22 de abril de 2018

El otoño tranquilo y la primavera convulsa

Una vez pasado el larguísimo período electoral, con las primarias de los partidos tradicionales y las elecciones presidenciales y legislativas a dos vueltas, el recién estrenado presidente formó un gobierno con representantes de diferentes trayectorias vitales e ideas políticas, una especie de gobierno transversal o de concentración. Recién estrenado el año legislativo a principios del otoño, el primer ministro anunció un ambicioso plan de inversión de 57.000 millones de €uros para relanzar la economía del país desde distintos frentes. Al estilo de lo que hizo Obama en 2009 y en una línea completamente opuesta a la del austericidio que han impuesto otros países, como España.

La prensa recoge el plan de inversión
Por el momento, una buena parte del presupuesto se lo lleva la educación lo cual siempre es positivo. Unos 15.000 millones estarían destinados para la formación profesional, sobre todo, de desempleados con baja cualificación y jóvenes que han abandonado los estudios prematuramente. Se calcula que en torno a dos millones de personas podrían beneficiarse de esta medida que pretende fomentar el empleo en los próximos cinco años. Asimismo, se financiarán nuevos cursos para la formación de profesores y maestros. Otro de los puntales educativos será la adaptación a la tecnología digital mediante la concertación con empresas e instituciones públicas para la formación de gestores de Big Data, programadores informáticos, administradores y desarrolladores de programas destinados a empresas, grafistas, creadores de contenido multimedia, expertos en cyberseguridad, community managers, integradores web y un largo etcétera de profesiones vinculadas al mundo digital. Dichos cursos estarán dirigidos a desempleados y también a trabajadores que busquen una nueva salida laboral.

Imagen de La Défense. Todas las empresas, en especial, las grandes van a necesitar profesionales de la tecnología digital

De hecho, la transformación digital y la implantación de la inteligencia artificial es uno de los grandes desafíos de este gobierno. La administración pública francesa está muy retrasada en lo relativo a tecnología, de hecho, los franceses flipan cuando ven mi documento de identidad con un chip con el que puedo hacer todo tipo de gestiones en línea. Aún más alucinan cuando les digo que este sistema funciona desde hace 20 años en España. Esta primavera, y después de varios meses de trabajo, el gobierno dio a conocer las líneas generales de este proyecto de desarrollo tecnológico elaborado por el brillante matemático y diputado Cédric Villani. Para acelerar el proceso de transformación digital de la administración, el gobierno va a destinar 9.000 millones de €uros hasta tener el 100% de los servicios públicos desmaterializados.

Exterior de la Escuela Politécnica de La Sorbona

Pero la innovación y la competitividad no se queda sólo en los trámites administrativos. También se van a dedicar en torno a 13.000 millones a la aplicación de la inteligencia artificial en la industria, sobre todo en sectores estratégicos, y en la agricultura. Además, se busca que la transición no sea sólo tecnológica sino también ecológica. La lucha contra el cambio climático es uno de los compromisos más importantes de Macron desde antes de ganar las elecciones y el desarollo de una tecnología limpia es una de las formas de conseguirlo.

Las torres de La Défense se ven difusas como si estuvieran en un cuadro con una veladura muy espesa pero, no. Es simplemente la contaminación.

La ecología es, además, la gran protagonista de esta inversión con más de un 35% de la misma, unos 20.000 millones de €uros, a través de diferentes medidas prácticas. Se calcula que los edificios son responsables del 20% de las emisiones de gas con efecto invernadero de manera que el gobierno ha decidido mejorar la eficiencia energética de los edificios públicos y de viviendas, en especial, aquéllas mal aisladas térmicamente y que consumen mucha energía. La verdad es que tienen trabajo por delante ya que la mayor parte del parque de vivienda en Île-de-France (desconozco cómo es en otras regiones) es viejísimo y muy poco eficiente. El viejo París que tan bonito y romántico nos parece no es más que un montón de viviendas vetustas, incómodas y húmedas. Algo mejor están los edificios públicos pero también se van a acondicionar para que su rendimiento sea mejor a nivel energético.

Encantadores edificios del viejo París. Por dentro, son incómodos, viejos y muy fríos y húmedos

Otro tanto va a ocurrir con los transportes, responsables de una tercera parte de las emisiones de gas. El gobierno hará una especie de plan renove otorgando una prima a los hogares más modestos para cambiar los vehículos viejos y contaminantes por modelos más ecológicos. De esta manera, se podrán sustituir los vehículos de gasolina anteriores a 1997 o de diésel anteriores a 2001 por otros con etiqueta ecológica Crit'Air o por scooter eléctricos, especialmente útiles en las grandes ciudades.

Coche eléctrico

Y precisamente es el transporte uno de los grandes quebraderos de cabeza del presidente y su gobierno. Dispuestos a reformar el estatuto de los ferroviarios (que no están sometidos al estatuto general de los trabajadores sino que tienen un situación laboral específica), algo que ya intentó el exprimer ministro Manuel Valls, han visto como los empleados de la SNCF, la empresa pública, han convocado lo que se llama una huelga perlada, es decir, que va como un collar de perlas. Al ser dos días de huelga por cada tres de trabajo, todos los fines de semana se ven afectados para ir o para volver. Los usuarios están que trinan ya que no sólo se ven alteradas las grandes líneas, también una buena parte del recorrido de los cercanías como los famosos RER de los que hemos hablado en otras ocasiones como ésta, ésta o ésta.

Calendario de la huelga

Si los RER funcionan mal, sus hermanos mayores no les van a la zaga. Mi compañera de piso, que tiene un abono anual, compra sus billetes con meses de antelación pero, a la hora de viajar, el tren sale con retraso. Si ella tiene el billete, significa que la empresa sabe que tiene un tren ese día a esa hora. Su pregunta siempre es, ¿por qué mi tren no está listo? Si ya andaba descontenta con la empresa, ahora mucho más. Ya se están formando asociaciones de afectados para presentar las reclamaciones pertinentes o, llegado el caso, interponer demandas judiciales. Hay cientos de miles de personas que usan el tren cada día para ir a trabajar y tienen que amoldarse a las circunstancias pidiendo días de vacaciones, permisos, usando sus propios vehículos, a veces compartidos con otros usuarios afectados, o utilizando los autobuses sustitutivos para asegurar que ciertas zonas no se queden incomunicadas, aunque éstos tarden el doble de tiempo y sean la mitad de cómodos. El problema de esta huelga es que la presión no se ejerce sobre la empresa, que acumula una deuda de 50.000 millones, sino sobre los viajeros. Bien al contrario, cuantos menos trenes salgan, menos dinero pierde la SNCF.

Anuncio de huelga para el 18 y 19 de abril

Otro inconveniente es que la realizan en tres meses, abril, mayo y junio, en que ha habido vacaciones escolares y muchos festivos nacionales de manera que acaba impactando en el turismo. Por otro lado, al ausentarse del trabajo tantos días, los empleados van a ver su nómina muy reducida lo que causará que los empleados peor remunerados decidan no secundar la huelga. Además, como tantas y tantas empresas, la plantilla de empleados de SNCF se ha quedado estancada desde hace muchos años. Cada vez más servicios están externalizados y los prestan empresas contratistas (o colaboradoras en lenguaje eufemístico neoliberal) de manera que quedan como empleados públicos los trabajadores mejor cualificados y, por tanto, mejor pagados.

Sólo funciona un tren de cada tres

Ya hemos comentado en otras ocasiones que los franceses consideran que la huelga es el deporte nacional. Por eso, el primer día, en solidaridad con SNCF y para protestar en general, se unieron los empleados de RATP, amplios sectores de funcionarios, estudiantes universitarios y empleados del sector hospitalario, entre otros. En días sucesivos, ha habido huelgas de Air France, de los servicios de recogida de basuras, empleados de Correos e, incluso, abogados. Mucho más graves se presentan las huelgas de los trabajadores de EDF (eléctrica) y Engie (gas). ¿Qué van a hacer? ¿nos van a cortar la luz y el gas? Se oyen todo tipo de especulaciones como que pretenden cortar la luz y el gas en sectores estratégicos como el transporte (otra vez). Si esto es como lo cuentan, se puede armar un lío importante puesto que se podría considerar un secuestro del espacio público y declarar el estado de emergencia, enviar al Ejército a controlar la situación e incoar un larguísimo y complicadísimo proceso judicial. De hecho, ya hay voces que reclaman la actuación del Ejército puesto que, con la huelga, ha habido zonas que han quedado incomunicadas como algunos municipios del sur del departamento 77 (Seine et Marne). 

Gare de Lyon, importante estación llena de pasajeros cabreados

Otra de las recriminaciones de los usuarios es que siempre hacen huelga los privilegiados, es decir, los que no pueden ser despedidos (funcionarios o trabajadores de empresas públicas) o empleados muy cualificados con sueldos muy altos y condiciones laborales y sociales por encima de la media. Es cierto que nunca vemos haciendo huelga a la gente que gana el salario mínimo, a los que tienen contratos eventuales, a los que encadenan varios contratos con la misma empresa o a los trabajadores de empresas de recursos humanos.

La enorme Gare Montparnasse, otro lugar donde reina el caos estos días

Pero éste de la huelga no es el único conflicto que tiene abierto el Gobierno. Uno de los más inesperados es que se están abriendo brechas en la unidad de su propio grupo parlamentario y por un tema en el que no tendría que haber conflicto: el proyecto de ley de asilo e inmigración. Aparte del rechazo de las asociaciones de ayuda a extranjeros, la aprobación del proyecto por parte del Consejo de Ministros causó una huelga (otra) de los agentes de la Oficina de protección de refugiados y apátridas y de los funcionarios del Tribunal de derecho al asilo. El debate parlamentario está siendo mucho más tenso de lo que se esperaba ya que, incluso dentro de las filas de LREM, hay diputados en abierto desacuerdo con el texto. Los diputados del partido fundado por Macron han presentado más de 200 enmiendas. Ahora el proyecto está debatiéndose en la comisión y el propio jefe del grupo parlamentario ha amenazado con medidas disciplinarias en caso de romper la disciplina de grupo, incluída la expulsión del mismo. Si hacemos caso al espíritu fundacional de dicha formación, los diputados no son políticos del sistema sino gente con una carrera profesional, a veces muy exitosa, fuera de la política por lo que las posibles amenazas de no repetir en sus escaños no deberían amilanarles y, de hecho, ya empiezan algunos a anunciar su voto en contra del proyecto.

La Asamblea Nacional

Para finalizar, hay otro problema al que Macron se ha enfrentado y ante el que, por lo visto, ha capitulado. Aunque no ha trascendido más allá de sus fronteras, en Francia llevamos meses con el tema del aeropuerto fallido de Notre-Dame-des-Landes, uno de estos asuntos que nacen con polémica, se complican hasta el absurdo, van dando tumbos durante años y se enquistan de una manera que ya no tienen solución, ni buena ni mala, ninguna. Para no eternizar también este artículo, resumiré diciendo que en 1973 (sí, hace 45 años) el Gobierno del momento decidió crear un aeropuerto en Notre-Dame-des-Landes, al norte de la ciudad de Nantes, para acoger la actividad de los vuelos intercontinentales del Concorde. El lugar pasó a ser una zona de desarrollo especial o ZAD (zone d'aménagement différencié). Pero el alto coste de mantenimiento de estos aviones y su desproporcionado consumo de carburante los hicieron poco atractivos comercialmente, sobre todo, a raíz de la crisis del petróleo. Mientras tanto, la zona fue abandonada por los agricultores que habían sufrido las expropiaciones de sus terrenos y empezó a interesar a los ecologistas ya que se trata de un área de humedales con especies en peligro de extinción.

Imagen de Paris Match

El problema se dejó apartado hasta el año 2000 en que se decidió retomar el proyecto de aeropuerto para reemplazar el ya existente en Nantes a pesar de que éste funciona perfectamente, incluso fue nombrado mejor aeropuerto europeo en el año 2011. La ciudad tiene previsto aumentar su población en los próximos 20 años y necesitaría un aeropuerto más grande, argumentan los favorables al mismo. Se podría derivar una parte de la actividad al infrautilizado aeropuerto de Rennes, responden los contrarios. En todo caso, hay varios puntos de inflexión en este proceso: el primero de ellos en 2008 con la declaración de utilidad pública del proyecto, lo que convertía los terrenos en expropiables, incluso a título gratuito. Otro de ellos en 2009 con la creación de Zone À Défendre (ZAD igual que el proyecto), una organización de tipo anarquista opuesta al proyecto y que lleva ocupando los terrenos desde entonces y que se ha enfrentado a las autoridades en multitud de ocasiones. A ellos se han ido sumando durante este tiempo numerosos campesinos y asociaciones ciudadanas de muy distintas ideologías. Y el más importante, el referéndum local celebrado el 26 de junio de 2016 cuyo resultado salió favorable al aeropuerto. Todo ello acompañado de varios procesos judiciales, algunos aún en curso.

La Operación César de evacuación de la ZAD en 2012 fue un fracaso y los zadistas volvieron al día siguiente. Imagen tomada de L'Express.

Aunque la votación tuvo lugar en los últimos meses del gobierno de François Hollande, Macron se comprometió a respetar el resultado del mismo. En algún momento, el presidente cambió de idea y, este mismo 17 de enero, el Gobierno decidió abandonar el proyecto de construcción del aeropuerto después de haberse reunido con las partes implicadas. Al considerar que el tema ya estaba zanjado, se ordenó el desalojo de la zona pero los ocupantes se han amotinado y las fuerzas del orden no consiguen echarlos. El propio Macron ha hecho diferencias entre este conflicto y los anteriores que he citado. El presidente dice entender el malestar de los huelguistas por las reformas que se están llevando a cabo pero considera que la cólera de los llamados zadistas es injustificada e ilegítima. El propio ministro de Ecología, Nicolas Hulot, se ha reunido con ellos y con otras personas contrarias al ya fallido aeropuerto para que abandonen el lugar antes del 23 de abril. Veremos qué pasa. No sería de extrañar que en unos años, la ZAD acabe como Christiania en Copenhage.

Mapa de la zona sacado de aquí. Se vende a 1€.

viernes, 20 de abril de 2018

Kintaro

Ya hace tiempo que tendría que haber publicado un artículo hablando de Kintaro, uno de los mejores restaurantes japoneses de París, tan rico que siempre tiene cola para entrar. Ya que me he puesto al día con algunos de mis restaurantes favoritos de París como Le Café de l'Industrie, el peniche Rosa Bonheur y Le Café des Livres, hoy le toca a Kintaro, más cantina para comer algo rápido que restaurante propiamente dicho.

El precio es muy asequible para la zona de París donde se encuentra y, con tanto movimiento de clientes, tenemos la seguridad se que los productos son frescos y los platos están recién hechos. Además la cocina es abierta al público lo cual tiene la ventaja de que vemos trabajar a los cocineros, una experiencia genial y muy entretenida, y el inconveniente de que salimos del lugar con la ropa y el pelo oliendo a fritanga, sobre todo, porque una de las especialidades de la casa son los empanados con panko. Abre todos los días en cocina non stop del mediodía hasta las 22:30 por lo que se puede ir allí en cualquier ocasión.

He ido dos veces en poco tiempo. La primera de ellas comí en la barra y la segunda en mesa. En la primera ocasión, elegimos algo rápido: un menú de pollo con salsa de la casa (toridon) y un menú de panceta de cerdo aromatizado al jengibre acompañado de arroz (shoga yaki). Rico, contundente y a buen precio, ¿qué más se puede pedir?

Menú Buta Shoga Yaki
Menú Toridon

Caso distinto fue unas semanas después en que mis amigos y yo teníamos tiempo para comer y nos pedimos postre y café. Mis amigos se decidieron por el toridon y yo me pedí el plato que había visto a una cliente del local mientras hacía cola en la calle: el gekikara ramen. Se trata de un cuenco enorme de sopa (tan grande que parecía un pozal) con un caldo de cerdo picante delicioso, picadillo de carne de cerdo especiada, hierbas y condimentos variados y los fideos en su punto exacto de cocción. Este guiso venía acompañado de arroz chahan salteado con cerdo, verduras, huevo y gambas y con gyozas de carne, los dos últimos a compartir con mis amigos. Seré sincera: mientras escribo esta líneas se me hace la boca agua al pensar en este plato pero es difícil de comer porque es picantísimo, está ardiendo y hay que emplear la cuchara para el caldo y la carne picada y, también, usar los palillos con destreza suficiente para comer los fideos sin salpicar en la blusa propia o ajena. Se necesita ser un gran aficionado a la comida picante, tiempo suficiente para comer un plato muy abundante con calma y habilidad para manejarse con una sopa con muchos ingredientes de diferentes tamaños dentro. Recomiendo pedir el arroz como guarnición porque ayuda a calmar el paladar y asentar el picante en el estómago y, además, está muy rico. Las gyozas son buenísimas y se nota que son caseras porque entran solas.
Gekikara ramen: repetiré

Para calmar el picor de mi paladar (no se había calmado del todo con la pinta de cerveza japonesa), pedí un flan de té verde y mi amigo, el goloso del grupo, jalea de café. El flan estaba bueno pero llevaba gelatina y no me gusta mucho. La jalea era un poco dulce para mi gusto pero no para el de mi amigo que se echa dos terrones de azúcar en el café. Repetiremos pronto y, en mi caso particular, volveré a pedir el ramen picante.
Flan de té matcha
Jalea de café

Aparte de lo gastronómico, otro de los placeres de esta cantina es que fue reformada hace muy poco y el local se ve muy limpio, moderno y cómodo. La cocina está a la vista y los clientes vienen y van constantemente sin obstáculos porque el espacio es un poco justo pero suficiente para pasar. Los camareros son muy amables y no pierden la sonrisa en ningún momento. Además, se nota que la gente sabe lo que come ya que no hay más que ver la destreza de algunos con los palillos.

Cocina abierta y la barra al lado

miércoles, 18 de abril de 2018

Flâner

"Errer est humain, flâner est parisien" decía Victor Hugo, gran conocedor de la ciudad de París y de la vida parisina, a pesar de haberse criado en España. Y ¿qué es flâner? Pasearse tranquilamente sin rumbo ni destino fijo o, como diríamos en España, callejear. Aunque se puede pasear sin planificar el recorrido por cualquier ciudad del mundo, sobre todo si es grande, lo de flâner es una actividad que se considera típica de París, quizá porque fue una de las primeras ciudades europeas en demoler una buena parte de su casco histórico y crear una ciudad de nueva planta con enormes avenidas arboladas, amplias aceras y edificios señoriales. De esta actividad, nació el término flâneur, el paseante. Estos señores no sólo paseaban también observaban, escuchaban, analizaban la realidad de los que había a su alrededor y la plasmaban artísticamente. Muchos importantes escritores y pintores fueron famosos paseantes parisinos. 

 



Por cierto, que flâneur es una palabra que no tiene femenino puesto que las mujeres no podían ir a pasear: se tenían que quedar en casa con la pata quebrada y, si salían a la calle, debía ser para ir de su domicilio a un sitio concreto (el mercado, la iglesia, la casa de un familiar...) y volver lo más pronto posible. Aún hoy el paseo de las mujeres y de los hombres no es igual: la sobrecarga de trabajo (laboral y doméstica) que soportan las mujeres hace que éstas tengan mucho menos tiempo libre y que, cuando van por la calle, vayan acompañadas de los niños, los ancianos o arrastrando el carrito de la compra. Además, ya hemos hablado en este blog de los problemas de acoso callejero que sufrimos las mujeres en París.


Más recientemente el gran Yves Montand cantaba "j'aime flâner sur les grands boulevards". Ciertamente la zona de Grands Boulevards es maravillosa pero ahora hay tanta gente con prisas y tantas terrazas de los diferentes restaurantes que, en lugar de pasearse, hay que esquivar a los transeúntes. Además cuando la gente camina deprisa, uno se contagia y acelera el paso aunque no tenga prisa ni vaya a ninguna parte. 

 



El París de Haussmann es precioso pero quizá no es ya el mejor lugar para flâner porque hay demasiada gente trabajando y caminando a paso acelerado, demasiados coches y muchos turistas haciendo sus compras en los grandes almacenes. Ahora es mucho más sencillo pasear sin destino y disfrutando de la belleza de la ciudad en los barrios más antiguos y tradicionales de la ciudad: el Marais, el Barrio Latino, Saint-Germain, Châtelet, Les Halles... Cada esquina es una obra de arte, se pueden encontrar todo tipo de tiendas y restaurantes por si queremos hacer una pausa y, los días que hace sol como hoy, los barrios lucen aún más bonitos que de costumbre. 


Uno de los mayores encantos de París no son sólo sus imponentes museos y monumentos sino simplemente disfrutar de la belleza urbana y del contraste de arquitecturas de las zonas más antiguas con las clásiscas del ensanche hausmanniano y con los barrios más modernos. Simplemente pasear por la orilla del Sena y ver el agua correr, los barcos pasar y los turistas hacerse fotos ya es un placer inmenso. 


Hoy es mi entrada número 400 y, si he llegado hasta este punto, es por lo mucho que me gusta caminar, aprovechar los días que hace buen tiempo (desde hace meses son muy pocos) para pasear sola o con mis amigos, visitar lugares bonitos o exposiciones importantes, acudir a espectáculos interesantes o salir a comer o tomar algo. Vaya este modesto artículo para rendir homenaje a esta ciudad que siempre tiene tesoros que descubrir.

domingo, 15 de abril de 2018

Benvenuto Cellini: el espectáculo total

El pasado miércoles, mi compañera de piso y yo nos fuimos al teatro de la Bastilla a ver una ópera largamente esperada: Benvenuto Cellini del francés Hector Berlioz. Sé que no es muy conocida pero yo había oído hablar de esta representación con una nueva puesta en escena que está de gira por varios países de Europa y que por fin ha llegado a París.

 El programa de mano

La ópera cuenta algunos pasajes de la novelesca vida del escultor y orfebre Cellini que él mismo contó en su autobiografía como el homicidio de un hombre en una reyerta callejera (algo que él siempre negó), el encargo de la estatua de Perseo, su paso y huida de la cárcel y sus trifulcas con algunos artistas rivales. Aunque el libreto esté inspirado en hechos reales, hay cambios importantes en las fechas, lugares y personajes de la acción de modo que el encargo de la fastuosa estatua lo realiza el Papa Clemente VII en Roma y en 1532 cuando, en realidad, fue Cosme de Médici quien contrató al escultor el año 1545 y en Florencia, ciudad en la que todavía puede contemplarse la magnífica escultura. Para poner el contrapunto romántico, la acción incluye un amor prohibido con Teresa, la hija del tesorero papal, que también recibe las atenciones del escultor Fieramosca, rival en amores y en encargos artísticos del protagonista.

 El reparto al completo sale a saludar

No menos atribulada fue la creación de la obra que vi en Bastille. Aunque cuenta con elementos de la Grand Opéra francesa como las escenas multitudinarias, la exhuberante orquestación y los temas basados en hechos reales, también tiene algunas características de la opéra comique con sus enredos amorosos, rivalidades y gracietas varias pero no se puede encuadrar en ninguno de los dos estilos. Berlioz arriesgó muchísimo al componerla, tanto que ningún teatro quiso producirla hasta que, por fin, en 1838, la Salle Le Pelletier se decidió a estrenarla. El propio Berlioz, otro gran ego como el de Cellini, no quedó del todo satisfecho y se refería a ella como una ópera que había "regurgitado" en París. La innovación de esta ópera fuera de las convenciones del momento, una música rompedora, incluso a ratos gamberra, y un tema poco conocido para el público la convirtieron en un fracaso absoluto en su estreno. Una década después, Franz Liszt, gran admirador de Berlioz, estrenó en Weimar una nueva versión de la misma que agrupaba los dos primeros actos en uno solo pasando de tres del original a dos. Ésta ha sido la versión más popular y la que se ha representado estos días en París aunque sigue siendo una obra desconocida y poco habitual en los teatros del mundo.

 ¡Qué bonita está la plaza de la Bastilla cuando hace sol!

Como no hay dos sin tres, otro ego inmenso y artista genial se ha unido a esta obra para sacarla del olvido y darle un empaque y una presencia como pocas veces se ve en el mundo de la lírica. En 2014, la English National Opera encargó al actor y realizador Terry Gilliam, antiguo fundador y miembro del grupo cómico Monty Python, la puesta en escena y dirección artística de esta ópera. Se trata de su segunda incursión como escenarista ya que, unos años antes, la misma institución le había encomendado la realización de La Damnation de Faust, también de Berlioz. En esta ocasión, Gilliam aprovecha el hecho de que el primer acto se desarrolla durante el Carnaval para presentarnos una versión reducida del Circo del Sol: una troupe de acróbatas, malabaristas, trapecistas, contorsionistas, saltimbanquis, juglares y titiriteros que animaron la escena durante la larga obertura y los numerosos interludios del primer acto.


 Imágenes de la carnavalesca puesta en escena

La decoración de los espacios era minimalista pero muy trabajada ya que las diferentes estructuras se iban moviendo para crear el interior y el exterior de la casa de Teresa y su padre Balducci. Especialmente llamativo fue el momento en que los amantes se escapan en un globo aerostático precioso o el momento en que aparece el Papa en una especie de sarcófago. La iluminación fue otro de los grandes aciertos de la puesta en escena acompañando los diferentes momentos cómicos o dramáticos, de acción o de recogimiento.

Más discreta resulta la segunda parte en que, ya entrados en el Miércoles de Ceniza, Roma se tranquiliza y Cellini se concentra en el trabajo de acabar la estatua de Perseo, tarea nada sencilla ya que su rival Fieramosca soborna a sus artesanos para que no cumplan con su trabajo y no tiene suficiente bronce para fundir la estatua de manera que recurre a sus útiles de escultor y otros enseres personales para finalizarla. Esto último fue real y Cellini tuvo que fundir algunas de sus pertenencias. Como es difícil describir la estética de un espectáculo, os recomiendo ver las imágenes y vídeos aquí. Como mi amiga y yo estábamos en la parte alta del teatro no nos perdimos detalle de la representación y eso que, en ocasiones, no sabíamos ni dónde mirar con tantas cosas que pasaban en el escenario.

Estábamos muy arriba así que lo vimos todo

La crítica ha sido muy dura con esta escenificación. Resulta raro dado que no sólo ha tenido un gran éxito de crítica y público allí donde se ha representado sino que ha recibido numerosos premios. A los críticos les ha resultado especialmente desagradable la parte más cómica y gamberra de la obra. Yo creo que no han escuchado bien la música: hay momentos en que parece que Berlioz nos toma un poco el pelo con sus repeticiones y sus contrastes entre agudos y graves. La música es divertida y fresca, ¿por qué no podría serlo también la interpretación? Creo que se han tomado la obra demasiado en serio y han olvidado que es una comedia. El público, por suerte, estaba encantado y rió, aplaudió y braveó, en especial, al final. Tanto los artistas circenses como los actores del teatro fueron muy aplaudidos.

El director de orquesta Philippe Jordan

También lo fue la orquesta, dirigida por Philippe Jordan con mano de hierro: muy vehemente y enérgico como siempre. Como ya es costumbre en la Bastille, el coro estuvo fenomenal. Destaca especialmente la versatilidad ya que esta ópera es 100% cómica y las obras que he visto aquí hasta ahora tenían una gran carga dramática. Los cantantes supieron amoldarse a sus papeles. Por parte de los solistas, cabe destacar el tenor John Osborn que está representando el papel titular de la ópera desde el inicio de este proyecto hace cuatro años. El americano tiene una voz ligera y dúctil con imponentes agudos que va muy bien con el personaje y su pronunciación del francés es excelente. Muy bien cantado el papel de Teresa por Pretty Yende que, además, sacó a relucir su vis cómica en este personaje de mujer decidida que no se pliega a los deseos de su padre. Muy destacable el Ascanio de la mezzosoprano Michèle Losier, un rol en travesti corto pero con gran lucimiento vocal. En un nivel inferior, estuvieron el Fieramosca (Audun Iversen) y el Balducci (Maurizio Muraro) quizá un poco cortos de voz para una sala tan grande pero bien en la caracterización de sus personajes. El resto del reparto, muy bien, destacando el Papa de Marco Spotti que le permitió mostrar su dominio del resonador de pecho en las notas graves.

 John Osborn
Pretty Yende

Me siento especialmente satisfecha de haber visto esta representación por dos motivos. El primero es personal: yo tenía muchas ganas de ver esta ópera con esta escenografía desde que supe de su existencia cuando se presentó en el Liceo de Barcelona a finales de 2015 y, para ir, convencí a mi compi de piso que ya llevaba años sin ver una ópera porque vivió malas experiencias cuando fue abonada del Teatro Real de Madrid en la época en que Mortier era el Director. Mi amiga salió encantada y reconciliada con este arte y yo estaba muy contenta de haberme divertido mucho. El segundo motivo es artístico: la ópera nació como un espectáculo muy completo de música, danza, canto, teatro, efectos especiales... Pues bien, ante el minimalismo mal entendido de algunas escenografías actuales, me ha encantado que Terry Gilliam recuperase esta idea primitiva de la ópera como arte total incluyendo, además de los elementos anteriores, el circo. Por el mismo precio, vimos varios espectáculos en uno. También es muy importante comprobar que ha recuperado la esencia multidisciplinar sin necesidad de cambiar ni inventarse la historia como hacen otros realizadores. Al revés, cada detalle visual hacía referencia a la trama. Se ve que no sólo él y su equipo han leído el libreto a conciencia sino que se han aprendido la música. Bravo por todos ellos.

Los artistas saludan al público

martes, 3 de abril de 2018

El Arte del pastel

Hasta el 8 de abril, se puede apreciar en el Petit Palais una exposición única y que muy difícilmente se volverá a repetir: El Arte del Pastel, dedicada al dibujo artístico realizado con barritas de colores. Debido a la delicadeza de las obras en pastel, realizadas en papel o cartón, no es habitual organizar exposiciones de obras de esta técnica, así que ésta es una ocasión especial. De hecho, la conservación de los pigmentos y el papel, tan sensibles a la humedad, la luz y hasta la vibración, hacen de estas obras, piezas de difícil acceso y escasa presencia en colecciones artísticas. Así pues, 130 obras han sido expuestas, por primera vez al público, de los propios fondos del museo de manera que son obras inéditas, algunas de ellas sólo conocidas por reproducciones posteriores. 

El pastel se asocia tradicionalmente al siglo XVIII como técnica complementaria a la pintura. A lo largo del siglo XIX se convierte progresivamente en un género autónomo muy apreciado por los pintores realistas y románticos y, durante el siglo XX, se desarrolla y se renueva gracias a las corrientes vanguardistas y a la puesta en valor de técnicas consideradas hasta ahora como artes menores. Además, gracias a su ligereza, pequeño tamaño y facilidad de transporte, estos dibujos han servido para la labor divulgadora del arte, como muestras de lo que los artistas eran capaces de hacer también en pintura.

Al tratrse de barras de pigmentos con algún aglutinante ya incorporado, generalmente cera o goma, no se necesita usar disolvente como en el caso de la acuarela o el óleo, de manera que era un técnica muy indicada para realizar dibujos rápidos como los retratos infantiles (ya sabemos que los niños no pueden estarse quietos) o para pintar paisajes, por lo fácil de su transporte y manipulación, hasta la invención de la pintura industrial ya lista para usar.

En conclusión, la rapidez en la ejecución, la posibilidad de corrección, la belleza y vistosidad de los colores y la fácil portabilidad de los materiales permitían llevarse las ceras a cualquier parte. Y de todo ello, se beneficiaron grandes pintores aunque sus cualidades como pastelistas y dibujantes quedaran en un segundo plano. Descubrir estas delicadas obras escondidas y poco conocidas es el motivo más importante para visitar El Arte del Pastel.

La exposición divide el recorrido en cinco bloques temáticos y cronológicos y nos muestra el pastel como una herramienta de experimentación al servicio de la modernidad y de la libertad creativa. La expo comienza con una obra de Mme. Vigée Le Brun de 1800 y llega hasta 1930 con una obra de Roussel. La mayoría de las obras presentadas se realizaron entre 1860 y 1920. 

Comienza nuestra visita con el estilo clásico representado por artistas como Vigée-Lebrun, Leloir o Bremond. El pastel es una novedad técnica alternativa a la tradicional pintura al óleo y, aunque en un primer momento, se emplea como boceto para cuadros pronto se convierte en un estilo en sí mismo. La mayor parte de las obras son retratos de la aristocracia.

Retrato de la princesa Radziwill de Mme. Vigée Le Brun
Retrato de la señorita Ehrler de Léon Riesener
        
El pastel no es ajeno a las corrientes artísticas de la época y evoluciona con ellas. La segunda sección nos lleva al Naturalismo. Vemos obras de Bouchor, Nozal, Iwill... que aprovecharon las ventajas técnicas del pastel ya que es un material ligero y que no deja desechos, no necesita preparación ni hay que esperar a que se seque por lo que les resultaba muy práctico para sus escapadas al campo. La rapidez del dibujo respecto a la pintura les permitía adaptarse a los cambios de luz y de atmósfera o captar el movimiento de las aguas. Pero también les hizo mirar hacia otros temas de la vida real por los que también se interesaban: no sólo podían pintar paisajes sino también escenas del trabajo en el campo o de la vida íntima de manera simple y espontánea. Bouveret, Breslau y otros artistas del naturalismo social representaron escenas de la vida cotidiana de las clases más humildes como parte de su denuncia de las injusticias.

Acumulación de hielo en el Sena entre Asnières y Courbevoie de Alexandre Nozal
Nocturno. El lago Leman. Recuerdo de Villeneuve de Alexandre Nozal

Pero si hubo un estilo artístico que se benefició ampliamente de las ventajas útiles del pastel, ése fue el movimiento impresionista. Aunque esta técnica es secundaria respecto a la pintura, casi todos los impresionistas la emplearon en mayor o menor medida, ya que se adaptaba perfectamente a este estilo: la rapidez de esta técnica ayuda a plasmar la sutileza de los movimientos, los matices de la luz, la riqueza del color y el paso del tiempo y las estaciones que tanto interesaron a estos artistas. Vemos aquí obras de Morisot, Renoir, Gauguin, Cassatt y Degas, en su mayoría paisajes, pero también hay un espacio para la representación humana, en un ambiente íntimo, familiar y amistoso. Dada la popularidad de este estilo, se producen grandes aglomeraciones en estas salas lo que dificulta ver las obras con detenimiento.

En el parque de Berthe Morisot

 
Estuche de lápices de pastel de Antoine Bourdelle

Bastante menos conocido es el llamado estilo mundano que se concentra en la cuarta parte de la exposición. Se trata de retratos refinados al gusto de la aristocracia y la burguesía y, a pesar de su orientación comercial original, tienen un gran interés artístico. Aquí nos encontramos con obras de gran tamaño que nos muestran la elegancia parisina y la alegría de vivir. Tissot, Blanche, Prouvé, Carrier-Belleuse, Léandre, Baschet, de La Gandara... todos ellos realizaron obras de gran sensualidad, en las que destaca la carnosidad en la representación femenina, el aspecto suave y aterciopelado de la piel y el cabello, así como la riqueza de los vestidos. Al ser un material más barato, ligero y de fácil acceso, hay mujeres pastelistas como Marlef o Guilaumot-Adan que destacaron por sus retratos también femeninos ya que las damas se sentían más cómodas posando para una mujer. Algunos de estos dibujos son realmente impresionantes ya que muestran la textura de la piel de una forma pocas veces vista.

La mujer con velo de Antonio de La Gandara

Al Sol de Émilie Guillaumot-Adan

Para finalizar, el último estilo mostrado es el simbolista. A diferencia de los estilos anteriores, más realistas, aquí destaca la importancia del colorido y la presentación de las escenas como ensoñaciones, vaporosas y con un toque desvaído pero con colores vivos y de una gran fuerza expresiva. Las obras de estos artistas (Lévy-Dhurmer, Léandre, Osbert, Ménard y Redon) buscan la expresión de sus sentimientos, sus sueños y sus anhelos. Se trata de una representación de la realidad interior con toques esotéricos, místicos y alegóricos de manera que la variedad de color y la textura cálida de las ceras viene como un guante a este estilo. Se representan ángeles, personajes mitológicos o seres humanos de aspecto enigmático, así como objetos fuera de contexto, remarcando su sensualidad, misterio y poesía. Los dorados y tonos cálidos están muy presentes en estas obras en un contrate teatral con colores llamativos y muy vivos como rojos, azules y verdes impactantes. Algunas obras son magníficas, entre ellas, las de los pintres nabi, un estilo que me encanta.
Anémonas en un jarrón azul de Odilon Redon
Retrato de Lise y Antoine Mayer de Lucien Lévy-Dhurmer
Cartel de la exposición

Dada la delicadeza de las obras, el acceso a la exposición está férreamente controlado y las salas son de pequeño tamaño ya que no conviene que haya muchas aglomeraciones de público con los consiguientes cambios de temperatura y las vibraciones que eso puede producir. A pesar de esta circunstancia práctica, la exposición es absolutamente recomendable y vale la pena puesto que son obras que pueden pasar décadas sin estar expuestas. La gran afluencia de público a pesar de tener que esperar para entrar es un buen signo del éxito de esta esposición.