sábado, 25 de julio de 2015

El Presionismo: de la calle a los museos

Si tuviera que destacar alguna exposición de todas las que he visitado en esta temporada, tendría que destacar dos: la de Velázquez por su importancia artística e histórica y ésta del Presionismo que traigo hoy aquí. Para mí, ha sido toda una sorpresa encontrar manifestaciones artísticas tan profundas e interesantes en lo que, para muchos, empezó siendo una mera gamberrada. Para entendernos, realizar graffiti en la vía pública es ilegal pero, como cualquier creación humana, puede llegar a convertirse en un arte. No es lo mismo realizar cuatro rayajos que crear una obra técnicamente bien hecha y con una intención determinada. Ahí está la diferencia entre el acto vandálico y el arte. Y en la muestra de la Pinacoteca, he encontrado grandes y originales artistas, provenientes todos ellos de la calle y no de las academias. Aunque debo reconocer que el nombre de la exposición está un poco traído por los pelos ya que han querido enlazar con varios movimientos pictóricos (impresionismo, expresionismo...) para crear una nueva tendencia. Según la exposición, Presionismo vendría de la presión que hay que ejercer en el bote para pintar con el aerosol.



Folleto de la exposición
La característica principal de estas obras es la utilización de colores muy vivos y el contraste que se produce entre ellos lo cual tiene sentido ya que, al ser un arte callejero, se busca llamar la atención en un entorno urbano y, por tanto, gris. También destacan las firmas que en ocasiones se convierten en el objeto de la obra y otros elementos de escritura que aparecen  mezclados con las figuras. Las firmas son especialmente importantes porque, al tratarse de un arte callejero, se busca la reafirmación del individuo y su personalidad.

Comienza el recorrido hablando de Rammellzee, el creador del rap y el primer graffitero que realizó una exposición en un museo. Rammellzee no sólo abrió el mercado del arte sino que traspasó la frontera de la pintura sobre muros creando obras sobre diferentes materiales, como lona alquitranada, cartón o metal, y sumando otros elementos al estilo de un collage. De este artista multidisciplinar encontramos, entre otras obras, una puerta que por un lado representa los años 80 y por el otro, la Edad Media.

Seguimos con obras de otros artistas como las piezas de Crash, inspiradas en la cultura pop, o el autorretrato de Lady Pink que es, además, el cartel de la exposición y cuyos colores coinciden, casualmente, con los del logotipo de la Pinacoteca. También hay varios graffiti de la colección Gallizia, la primera del mundo dedicada al arte urbano y que ha llegado a exponer en el mismísimo Palacio Matignon, sede de la presidencia del Gobierno y residencia del Primer Ministro francés, o en el Grand Palais de París. Finaliza la muestra con más graffiti de Koor, Toxic y, de nuevo, Rammellzee.

Como decía al principio, es una muestra interesante, impactante y bastante bien organizada por temas. Por desgracia, no ha despertado mucha expectación: el día que yo la visité era viernes por la tarde y las salas estaban vacías. Sinceramente no lo entiendo. Creo que el tema es uno de los más sencillos de entender por el gran público y bastante atractivo, desde luego, más que la decepcionante exposición de la época de Klimt. Parece que la Pinacoteca no anda muy fina últimamente con su estrategia de marketing.  En cualquier caso, creo que puede jugar en contra de esta exposición el tópico de que los graffiti sean un arte menor y una expresión nacida, para muchos, como un mero acto vandálico.

martes, 21 de julio de 2015

El policía cantante y otras locuras de Montmartre

Después de una semana de calor sofocante, la noche de sábado y el domingo nos han dado un respiro y he estado dando un paseo por Montmartre. Además de los típicos retratistas que persiguen a los turistas, hay una nueva especie de artistas: los dibujantes de siluetas. Aparte de recordarme una escena de los Simpson, he comprobado que tenían éxito, varios clientes hacían cola. Otros que también tenían público eran las heladerías pero no por su calidad precisamente. He tenido la oportunidad de probar varios helados en París y, por desgracia, sólo he encontrado una muy buena heladería en todo París y dos que puedo considerar buenas sin más. De las que hay en Montmartre, todas me han parecido malas, incluso las autodenominadas artesanales me han parecido vulgares puesto que sus helados estaban llenos de aromas artificiales y edulcorantes industriales. Y todas ellas, carísimas, como corresponde a un producto pensado para los turistas.

También se andaban ganando la vida los músicos callejeros, unos con más fortuna que otros. Justo delante de la entrada del Espace Dalí, del que os hablaré más adelante, había dos guitarristas que tocaban muy bien y, mientras yo esperaba a comprar mi entrada, ha llegado la policía y he visto una de las escenas más surrealistas que he vivido desde que estoy en París, muy adecuada teniendo en cuenta el lugar y que el propio Dalí afirmaba "El surrealismo soy yo". Si ya viví una situación extravagante con los bomberos, la de hoy con la policía local no se queda atrás. El coche se ha acercado y el policía que conducía se ha puesto a hablar con los músicos a través del megáfono como si de un coche que obstaculizara el paso se tratara. No contento con su charla con los guitarristas, llena de bromitas en plan "estamos haciendo ronda para ver si los músicos callejeros cantáis bien", el agente se ha dirigido al público dando la bienvenida a París a todos los turistas en varios idiomas y, al verme en la puerta del Espace Dalí, ha empezado a hablar en español. A continuación ha dado media vuelta al coche y se ha marchado, no sin antes arrancar los aplausos de los presentes.

No sé si es la tensión por la alerta terrorista constante o el cansancio de estar siempre vigilando a los carteristas y estafadores varios que hay en el barrio pero parecía como si los agentes de este coche patrulla tuvieran ganas de pasar un buen rato para compensar otros que no lo son tanto.


 El coche patrulla que llega

El coche patrulla que se marcha

domingo, 19 de julio de 2015

Sobrevivir a la multitud del 14 de julio

Ya comenté aquí que había una gran fiesta preparada para el 14 de julio y que no tenía claro si podría asistir. Pues bien, para eso están los amigos: para organizar el plan y hacer que una se pase toda la tarde rodeada de una multitud bebiendo champán caliente y, al final, llegar a casa a las tantas y dormir sólo cuatro horas porque al día siguiente hay que trabajar. Gracias por una noche maravillosa.

Debo decir que, a pesar de los miles de personas que había tendidas en los jardines de los Campos de Marte, no se registraron apenas incidentes. Después de comer cualquier cosilla, mientras se escuchaba de fondo el concierto en el que se mezclaron arias de ópera con canciones de cine, se iluminó la Torre Eiffel con los colores de la bandera francesa y empezó a sonar La Marsellesa, momento en el que los allí presentes empezaron a desgañitarse. Para una española, resulta exótico oír estas muestras de patriotismo: ya sabéis que el himno español no tiene letra. Tras este sentido momento dio comienzo el castillo de fuegos artificiales que, según algunos amigos franceses, ha sido el mejor de los últimos años. El tema fue París se abre al mundo, una puesta en escena que forma parte de la estrategia para concienciar a los parisinos de los beneficios de organizar unos Juegos Olímpicos en la ciudad. El objetivo es 2024. Recordemos que París ya se quedó a las puertas de celebrar unos Juegos en 2012 aunque, finalmente, fue Londres quien se llevó al gato al agua. La carrera olímpica ha empezado en París y ya se verá cómo acaba. Esperemos que no ocurra como en Atenas o en Montreal, ciudades en las que los Juegos acabaron siendo un lastre económico que aún está por solventar.



 No había ni un palmo de hierba donde sentarse y eso que aún faltaban cuatro horas para el comienzo de los fuegos

El escenario donde actuaron la orquesta, el coro y los solistas era una horterada

No hay manera más francesa de celebrar el 14 de julio que brindando con un buen champán. Lástima que los 40 grados de temperatura lo habían convertido en sopa

martes, 14 de julio de 2015

La gran fiesta del 14 de julio

Como todos sabéis, hoy es la Fiesta Nacional de Francia, el día en que se conmemora la Toma de la Bastilla. Todos los años se celebra un gran desfile militar en los Campos Elíseos en el que toman parte los diferentes cuerpos del Ejército y una representación de un ejército extranjero invitado que, en el de este año, es el de México. Aunque el de hoy será un desfile más corto que el de años anteriores por motivos de presupuesto y de seguridad, hay que recordar que Francia sigue en alerta terrorista, no por ello será menos emotivo ni menos polémico. Más bien al contrario. Los atentados terroristas ocurridos en territorio francés y los sufridos por ciudadanos franceses, tanto militares como civiles, en África y Oriente Medio serán recordados durante el desfile y sus víctimas homenajeadas. Además, la elección de México como país invitado al desfile y la presencia de su presidente Enrique Peña Nieto han despertado no pocas críticas ya que se considera que el gobierno mexicano no actúa con la suficiente dureza contra el crimen organizado y en favor de los derechos humanos.

Sea como fuere, este plato fuerte va acompañado de otros acontecimientos menos oficiales, más populares. En esta categoría nos encontramos las verbenas que organizan los bomberos en diferentes distritos de la ciudad y a las que puede ir cualquier vecino ya que la entrada es libre y, en muchos casos, gratuita. También hay un concierto al aire libre en los Campos de Marte a cargo de la Orquesta Nacional de Francia y el coro de France Radio en el que se interpretarán obras de Berlioz, Verdi, Puccini o Wagner. Para culminar la fiesta, en la Torre Eiffel, habrá un gran castillo de fuegos artificiales cuyo tema será París acoge al mundo. Me encantaría poder hacer fotos del desfile y de otras actividades pero me toca trabajar este festivo. Eso sí, espero no perderme los fuegos.

De momento, os dejo con imágenes de lo poco que queda de la antigua cárcel de la Bastilla, el lugar en que empezó todo.

 Una placa nos indica el perímetro de la antigua cárcel

 Otra indicación del perímetro, esta vez, en una estación de metro

 Y estas cuatro piedras es lo único que queda de la cárcel y están en la estación de metro Bastilla, en el andén de la línea 5


martes, 7 de julio de 2015

Velázquez conquista París

Velázquez ha triunfado por completo en París. Su exposición despertó mucha expectación, antes incluso de su inauguración, ya que estaba previsto que el acto de la misma lo presidieran los Reyes de España pero, como ya os conté, aquella visita fue aplazada. El interés por la muestra continuó más tarde de manera que es una de las exposiciones más visitadas de toda la historia del Grand Palais y una cita ineludible para parisinos y visitantes. Las colas que había para la visita eran tremendas: no resultaba nada raro tener que esperar dos horas para poder entrar. Es fácil entender este éxito porque en toda Francia sólo hay tres cuadros del pintor sevillano y esta exposición es completísima. El Grand Palais alberga obras de todas las etapas de Velázquez y venidas de todas las partes del mundo: el Museo del Prado ha aportado varias piezas, otras han venido desde museos norteamericanos. Además, también incluye obras de otros pintores y escultores como su maestro y suegro Francisco Pacheco, su esclavo liberto Juan de Pareja y su yerno y discípulo Juan Bautista del Mazo.

Por mi parte, sólo puedo expresar cosas positivas de la exposición que el Gran Palais ha dedicado a Velázquez. En primer lugar, es inmensa pero no se hace pesada porque está bien organizada por etapas y bien explicada. En segundo lugar, porque se dan a conocer momentos de la vida del pintor en relación con otros hechos coetáneos como guerras, establecimientos de dogmas religiosos y sucesos relacionados con la familia real española de la que Velázquez era pintor oficial. Para finalizar, esta muestra me ha permitido ver tres obras que no pensaba ver en los próximos años y, mucho menos, juntas: La venus del Espejo, El retrato de Inocencio X y La Infanta Margarita vestida de azul. Aquí están las tres venidas de Londres, Roma y Viena respectivamente. Además, he podido disfrutar otra vez de algunas obras magnas del Prado como el retrato ecuestre del Principe Baltasar Carlos o el de la infanta Margarita con vestido rosa.

Una exposición fantástica que me encantó pero que, por desgracia, ya se acaba. Velázquez ha triunfado en París como sólo los grandes artistas pueden hacerlo.

Cartel de la exposición

viernes, 3 de julio de 2015

Actividades de fin de semana en el asador de pollos

París se ha convertido estos últimos días en un infierno. Las temperaturas han superado los 40 grados y los picos de contaminación están entre los máximos del año. Además, sopla un viento de bochorno de lo más desgradable. Todo lo anterior junto hace que caminar por la calle sea una prueba de fuego y nunca mejor dicho. París se ha convertido en una enorme sauna, una parrilla gigantesca, un asador de pollos descomunal. Se repiten las indicaciones sobre salud pública propias de olas de calor como beber agua, alimentarse bien, no hacer grandes esfuerzos, estar atento a las personas más vulnerables como niños y ancianos... Lo que nadie cuenta es que caminar es un suplicio ya que del asfalto parece que sale fuego y, al haber tanta contaminación, la piel está pegajosa pero no termina de transpirar, que sería lo deseable, dado que es el mecanismo que el cuerpo tiene para regular la temperatura.

A pesar del calor, la vida sigue y, en una gran ciudad, hay que continuar organizando acontecimientos aunque algunos de ellos no sean los más indicados para estas fechas. Este fin de semana va a haber todo tipo de actividades y éstas son algunas.

En primer lugar, la universidad Judeo-española. Como ya os conté aquí, la mayoría de los judíos franceses son de origen sefardí de manera que, desde hace tres años, la Fundación para la Memoria de la Shoah organiza una universidad de verano para dar a conocer la cultura, el idioma, y las tradiciones de este colectivo. Del 5 al 10 de julio se celebrarán diversas actividades como conciertos, charlas, talleres... Totalmente recomendable a la par que incompatible con los horarios de trabajo.


Cartel promocional de la Universidad judeo-española
Otros dos actos que se van a celebrar también este fin de semana son la Caza de Tesoros y la jornada de información alimentaria sobre la cosecha de temporada. El primero es un concurso por equipos que aúna misterios, cultura y mucha diversión. El segundo, una puesta en común de información culinaria, recetas, productos ecológicos y de temporada y promoción de la alimentación sana. No sé en qué estado quedarán los alimentos con este calorazo.

Promoción de la Caza de Tesoros y de la Cosecha Sostenible

Pero no todo podía salir bien: había prevista una jornada del deporte femenino para este sábado pero ha sido suspendida a causa de la ola de calor. Menos mal, sólo de pensar en hacer deporte en plena calle con estas temperaturas, me estaba mareando.

Evento suspendido por razones de salud pública