La exposición comienza con la llegada del joven David Jones a
la música. Continúa con los primeros éxitos del artista, ya llamado
David Bowie, y se desarrolla mostrando los diferentes personajes y
caracterizaciones del músico a lo largo de su carrera. Para ilustrar la
trayectoria, hay todo tipo de objetos como partituras de sus canciones,
portadas de discos, pantallas mostrando sus actuaciones y videoclips más
famosos y, sobre todo, sus trajes.
Sin duda, el vestuario es lo más llamativo, lo más característico del
creador y todos sus personajes. Su ropa, junto con el maquillaje y
peinados, lo convertía en miles de seres diferentes que estaban todos en
uno solo.
Las entradas
Una de las sorpresas más agradables fue la sala correspondiente a la
trayectoria como actor de Bowie, ya que no sólo ha sido cantante y
músico, también intérprete en cine, teatro y televisión. Y lo hacía fenomenal: es un gran actor. Obviamente, como su carrera musical le permitía
vivir muy bien, no participaba en cualquier obra o película sino que las
seleccionaba concienzudamente. Yo sólo le había visto en Basquiat, donde interpreta a Andy Warhol, y Dentro del laberinto
donde es el malvado Jareth, rey de los goblins, pero debo decir que las
interpretaciones que se ven en la muestra son magníficas. Quizá el hecho de haber sido el gran camaleón de la música ayude en su
mimetización con los personajes. No lo sé. También pueden haber influído
sus clases de mímica con Lindsay Kemp.
El cartel
Otro aspecto fundamental de la exposición son sus influencias
artísticas y culturales, dando especial importancia a los lugares donde
ha residido y que ha visitado. En sus comienzos, su amistad con
diseñadores y artistas japoneses le marcó el rumbo estético de algunos
de sus personajes como Aladdin Sane. Un viaje a la India le llevó a
añadir mucho color a su vestuario. Sus estancias en París le marcaron a
nivel musical para inspirarse en poetas franceses, a los que tradujo al
inglés, y en algunos grandes cantantes como Edith Piaf, Yves Montand y
Claude François, del que tradujo una canción que no fue muy bienvenida
por su discográfica pero le acabó inspirando Life on Mars?, una de sus canciones más míticas, como ya os conté aquí.
Sus años de residencia en Berlín le llevaron a interesarse por la
historia de la ciudad en los años 30 y sus aspectos más bohemios como el
cine de Fritz Lang y Marlene Dietrich o los pintores expresionistas.
Lástima que la exposición no diga nada sobre la fascinación que tanto él
como su amigo Iggy Pop sintieron por el nazismo, otro de los inventos
de la Alemania de los años 30, y que tantos problemas les trajo. En
aquella época, no se habían desenganchado de sus adicciones.
El lugar
La exhibición fue concebida en 2.013 por el Victoria & Albert Museum de Londres y se quedará en París hasta el 31 de mayo. La recomiendo pero también os aviso que siempre hay un montón de gente y que los espacios son pequeños, así que no resulta cómodo verla con tanta gente alrededor.
Para fomentar aún más la visita a esta exposición, la red de metro ha instalado carteles publicitarios en la estación Pigalle. Los trajes que aparecen en estas fotos son algunos de los objetos que la forman.