martes, 16 de octubre de 2018

Alma es vida

Después de Bérénice, la ópera del domingo, me fui a comer un brunch con mi dulce Ivonne pero no uno cualquiera, sino uno hecho con todo el cariño del mundo y la mejor disposición. Se trata del que servía la taquería Itacate para recaudar fondos para pagar el tratamiento de Alma, la madre de Luis, su propietario. Para ello, sus amigos taqueros le ayudaron en la preparación del menú que consistía en tres tacos a elegir, una bebida dulce y un café de olla acompañado de pasteles de muerto.


Los tacos

Los riquísimos tacos tenían el sello artesanal inconfundible de Mercedes Ahumada y se podían rellenar de tinga, chicharrones, pierna, picadillo, nopales... todo delicioso. Para beber, mi amiga y yo elegimos agua de Jamaica, hecha con flores de hibisco. Para acabar, los dulces estaban muy ricos, igual que el café de olla del que me habría podido beber tres litros.

 Las flores de hibisco
 Pastelitos
Mi café

Todo esto por una buena causa: desde aquí, deseo a Alma una pronta recuperación y a su familia, mucho ánimo para acompañarla. 

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