El jueves 28 visité el Palais de Tokyo para ver Double Je, su última instalación de gran tamaño inspirada en la novela del mismo nombre de Franck Thilliez. A lo largo del recorrido, pasamos por el apartamento del artista Natan de Galois, su taller, su garaje, el laberinto, el taller de Todanais y una sala de cine. Enredos físicos, artísticos y policíacos para una obra colectiva multidisciplinar y con un importante contenido social. La Fundación Bettencourt Schueller patrocina este proyecto que pretende dar a conocer el trabajo de artesanos dedicados a oficios manuales que están desapareciendo. Aunque como ya comenté aquí la industria francesa es muy protectora con los empleos artesanos, el mundo industrializado y el alto coste de los trabajos manuales los está haciendo desaparecer. Por eso una posible salida laboral para el talento y la pulcritud de estos artesanos es su colaboración con los artistas conceptuales y proyectos de gran envergadura. Una treintena de profesionales, entre particulares y talleres, han participado en esta gran escenografía con los más variados oficios: desde cineastas hasta bordadoras pasando por alfareros, electricistas, litógrafos, encuadernadores, chapistas, decoradores, herreros, ebanistas, doradores.... cualquier oficio tradicional que uno pueda imaginar está aquí. Un cuadernillo llamado Informe de investigación nos va dando la información sobre los diferentes objetos que encontramos, su importancia en la trama de la novela y su ficha técnica así como los datos de su creador.
Imágenes del apartamento
Una de las secciones del taller de Natan
La moto en el garaje
El Laberinto
El taller de Ganel
Toda este montaje ha sido concebido por la propia Fundación Bettencourt Schueller y ha sido coordinado por el comisario Jean de Loisy y su equipo. Aunque no suelo citar a los comisarios de las exposiciones, en este caso vale la pena. Además de la originalidad del proyecto (qué menos tratándose del Palais de Tokyo), destaca el detallismo, el cuidado y la posibilidad de que los visitantes formemos parte de la puesta en escena. Estamos visitando la escena del crimen: hay sábanas ensangrentadas, testigos métricos y cintas de acordonamiento de la policía científica. Nos podemos acercar a algunos de los objetos, tocarlos e incluso crearlos como una impresora en 3-D que forma jarroncitos con las ondas de nuestra voz. Double Je no sólo es sorprendente y diferente a otras exposiciones sino también muy divertida. Pero hay que darse prisa puesto que finaliza el 16 de mayo.
Informe de la Investigación (atención contiene spoilers)
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