martes, 25 de septiembre de 2018

Los Impresionistas en Londres

Ya era hora de que hablase de esta exposición que visité el día de su inauguración, que coincidió con el Día de la Música, y todavía no había publicado la reseña. Aproveché para darme otra vuelta por la expo cuando visité la de Jakuchu. Al igual que ésta úlima, la exposición de los artistas franceses en el exilio londinense termina el 14 de octubre.

¿Exilio? Sí, habéis leído bien. La guerra franco-prusiana supuso la caída estrepitosa del Segundo Imperio francés y el nacimiento de la breve Comuna. Entre la guerra y la convulsa postguerra, muchos artistas decidieron buscar refugio más allá del Canal de La Mancha, ése que se va a colapsar en cuanto el Reino Unido salga de Europa.

El Picnic de Tissot. Claramente inspirado en Le Déjeuner sur l'Herbe de Manet, muestra una merienda en su jardín.
Estas divertidas cabinas nos explican varios aspectos de la vida londinense
Recreación de un taller de pintura

Mientras Francia languidecía, el Imperio Británico estaba en lo más alto de su potencial económico de manera que, para los artistas, Londres no sólo suponía un lugar seguro y tranquilo donde vivir sino también un mercado del Arte en expansión. Los beneficios del comercio internacional y de la explotación de las colonias convirtió Gran Bretaña en un país con una burguesía rica y poderosa que deseaba modernizar sus colecciones de pintura. Al mismo tiempo, la pujante vitalidad de la ciudad del Támesis, que empezaba a convertirse en la gran ciudad que es hoy, sirvió de renovada inspiración a artistas ya consagrados (Carpeaux, Tissot, Daubigny...) y otros que empezaban a darse a conocer (Legros, Dalou...). También los impresionistas (Pissarro, Monet, Sisley...) se instalan en Londres con la intención de dar a conocer su estilo que evoluciona gracias a la especial luz gris y brumosa de la capital británica. 

Jardín de Kew, Paseo de los Rododendros de Camille Pissarro
Nocturno en azul y plata de James Whistler. El pintor americano estudió en París y se traslado a Londres donde tuvo en el Támesis una gran fuente de inspiración.  
El Parlamento de Londres, efecto del Sol entre la niebla de Claude Monet

Si la naturaleza y los paisajes vegetales son importantes para estos artistas, no menos lo son las vistas de la ciudad, los centros industriales y los puertos llenos de actividad. Otra perspectiva nueva que enriqueció la pintura de estos artistas. La exposición nos muestra una importante selección de obras de artistas franceses o residentes en Francia que vivieron durante un tiempo en Londres y se extiende hasta más allá de la postguerra, en concreto, hasta 1904 con la etapa fauve de Derain

Big Ben de André Derain: el arte evoluciona pero la inspiración permanece

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