Botellas en forma de animales
Maqueta de la plaza del palacio Chan Chan
Escultura representando al dios de la montaña
Vasija huaco
Botella que representa un zorro
A pesar de que todas estas antiguas culturas de Perú han sido prácticamente olvidadas, tienen gran importancia ya que sentaron las bases de lo que llegó a ser el mayor imperio prehispánico: el Inca. Las tumbas reales, los templos y palacios, que se remontan al año 300 d.C., han dejado preciadas informaciones sobre el origen y la organización del poder en esas ciudades. Los jefes, sacerdotes o guerreros tenían la capacidad de gobernar, de dictar normas, de realizar grandes obras, de organizar y controlar el trabajo de importantes comunidades. Son precisamente las manifestaciones de este poder las que se muestran en esta exposición.
Vasijas que representan prisioneros (no sé por qué, me recordaron a los Beatles en su etapa hippie)
En primer lugar hay que entender el espacio geográfico: estas civilizaciones
pusieron en marcha sistemas de irrigación que transformaron los valles para
darles su forma actual. El agua formaba parte de los ritos y creencias en tanto
que era fuente de fertilidad de la tierra y porque la fauna marina constituía, también, la base
de la alimentación. El agua, además de un bien muy preciado en un ambiente desértico, tiene un valor sagrado y casi milagroso.
Jarras huaco representando guerreros
El agua y su conducción para beber y regar no fue el único elemento constructivo importante. Una de las
manifestaciones de poder, en ausencia de escritura, es la arquitectura
monumental que actúa como lugar de ceremonia o de residencia. Los palacios, templos y tumbas son
reconocibles por su talla, sus acabados
y el reparto de dependencias especializadas.
Es una lástima haber visitado esta exposición en los últimos días de manera que no he podido completar mi artículo antes pero ha sido una exposición muy importante y popular y que da una nueva visión de estas culturas que exisitieron durante varios milenios hasta el siglo XI de nuestra era, las últimas de ellas conquistadas y arrasadas por el Imperio Inca.
Jarras mochicas que representan guerreros
También hay espacio en la exposición para la espiritualidad y el misticismo, pero nuevamente vinculada con el poder, en forma de expresión del poder celeste que se manifiesta en espacios como
templos donde se materializa la presencia de los dioses.
El poder terrestre, en cambio, se organiza en torno a los
individuos que controlan el armamento, el Estado y la administración y cuyo
poder emana de los dioses ya que se les considera hijos de éstos. En origen, el
poder terrestre estaba por tanto asociado a los dioses y a las ceremonias
religiosas, en un periodo de Estados teocráticos. Más adelante, aparece la
figura del rey como un gobernador.
Estandarte mochica con forma humana
Para finalizar, se muestra también la importancia durante estos mil años del poder femenino: las recientes
investigaciones demuestran que, en el pasado precolombino, ciertas mujeres
desempeñaron un importante poder político y religioso ya como reinas, ya como sacerdotisas. En sus monumentos
funerarios se han descubierto emblemas que atestiguan su papel y sus funciones
y representaciones iconográficas que han permitido identificarlas.
Ajuar funerario del Señor de Sipán
Ajuar funerario de una dama
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