Los candidatos a las primarias de la derecha en un lado y publicidad de la candidatura de Montebourg, en el otro
Como la unión hace la fuerza, la coalición de la derecha se refundó hace unos años para convertirse en único partido, Los Republicanos, y han adoptado el sistema de primarias para pelearse entre ellos antes de las elecciones y no durante ellas como les ha pasado en varias ocasiones. De hecho, acaban de celebrarse las primarias del partido conservador y hubo varias sorpresas, la más importante es que el refundador del partido, Nicolas Sarkozy, no consiguió pasar a la segunda vuelta. Imagino que sus correligionarios no quieren presentar a las elecciones a quien ya las perdió hace cinco años. La otra gran sorpresa fue la alta participación ya que las primarias eran abiertas a simpatizantes. A pesar de tener que pagar 2 € por registrarse para votar, más de tres millones de personas emitieron su voto. El candidato final sera François Fillon, exprimer ministro durante la presidencia de Sarkozy, quien superó al gran favorito según los medios de comunicación y las encuestas, Alain Juppé, exprimer ministro de Jacques Chirac y actual alcalde de Burdeos. Fillon pertenece al ala conservadora del partido y algunas de sus propuestas son recuperar la jornada de 40 horas semanales, facilitar los despidos colectivos, reducir el gasto público y el número de funcionarios, fomentar la participación de los estados miembros en la política monetaria europea y un acercamiento a Rusia en su lucha contra el terrorismo islamista.
A pesar de las buenas palabras de Alain Juppé, los simpatizantes de su partido han elegido a François Fillon
Por el ala izquierda del hemiciclo, los comunistas y otras tendencias han votado, también en primarias, a Jean-Luc Mélenchon. Quienes no necesitan primarias son los del Frente Nacional ya que su lider indiscutida Marine Le Pen está ya trabajando para convertirse en presidenta: sea cambiando la sede electoral a la elitista rue Saint Honoré, adoptando una rosa como símbolo de su candidatura (ya veremos que dicen los socialistas a esto) o tuneando a su gusto algunas obras de artistas conocidos sin el permiso de estos. Si tiene tanto respeto a los derechos civiles como a los derechos de autor, estamos apañados.
La sorpresa viene estos días por parte del Partido Socialista. Se daba por hecho hasta hace unas semanas que el presidente François Hollande repetiría como candidato para la reelección pero las aguas socialdemócratas andan revueltas. Este sábado, Hollande ha anunciado que no se presentará a la reelección. Creo que es la primera vez que ocurre una cosa así en Francia. Lo lógico habría sido que se presentara pero como las encuestas no son muy halagüeñas y la popularidad del presidente ha sido siempre pésima, algunos han decidido dar un paso adelante. Ya hace tiempo que Arnaud Montebourg, exministro de Economía y miembro del lado más izquierdista del PS, expresó su voluntad de presentarse a las elecciones como representante del verdadero socialismo en oposición a la corriente más liberal de Manuel Valls y otros excompañeros de gobierno. Y la prensa no ha parado de azuzar contra Valls para que se presentara él también. Ahora que Hollande ha renunciado, ya no había motivo aparente para no presentarse y Valls ha anunciado que concurrirá a las primarias; veremos si es capaz de remontar está marejada política que amenaza con colocar al PS como tercera fuerza política. De momento, deja su cargo como primer ministro y será sustituido por el ministro de Justicia Bertrand Cazeneuve. Como efecto colateral, la dimisión del primer ministro acaba con el estado de emergencia en que Francia está sumida desde hace un año aunque imagino que el nuevo gobierno decretará uno nuevo próximamente.
L'Express ya vio venir lo que ha ocurrido
Para animar más el cotarro, el oportunista Emmanuel Macron, también exministro de Economía, ha creado un movimiento político llamado ¡En Marcha! con el que aspira a presentarse a las elecciones. Por el momento está acudiendo a todo tipo de actos en Francia y el extranjero en parte para tantear los apoyos y en parte para comenzar la carrera presidencial. No es miembro del Partido Socialista aunque formó parte del último gobierno de Valls. Exconsejero de la Banca Rotschild y amigo de la familia Arnault, la mayor fortuna de Francia, Macron está decidido a dar la batalla donde sea necesario, tanto es así que ya ha propuesto realizar unas primarias transversales de centro izquierda. La idea es utópica, y hasta cómica, pero tiene sentido ya que sería bueno que todos los votantes centroizquierdistas se unieran para evitar que el Frente Nacional llegara a la segunda vuelta y ésta se convirtiera en una elección entre la derecha y la extrema derecha. Como contrapunto negativo, esta idea no sólo no se va a llevar a cabo por las enormes diferencias de criterio entre los distintos candidatos sino que esas opiniones tan diversas harían que los votantes no supieran qué clase de política querría aplicar el elegido en esas macroprimarias. Por el momento, todo sigue abierto.
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