Por si no teníamos suficiente con las
huelgas generales y las
protestas contra la reforma laboral, han llegado las inundaciones. Aunque hace casi tres meses, hubo ya un simulacro de crecida llamado
Sequana del que os hablé
aquí, el deshielo de la abundante nieve que cayó en invierno y las constantes lluvias han dejado las previsiones de la administración un poco cortas. Muchos pueblos de los alrededores por donde pasan el Sena y el Marne están inundados y la propia París está sufriendo las consecuencias. Las dos orillas del Sena están inundadas de modo que la vía rápida Georges Pompidou está cerrada, los famosos barcos turísticos
Bateau Mouches no funcionan, la línea C del RER no circula entre Gare d'Austerlitz y Javel (en definitiva, todo el recorrido de París intramuros), algunas líneas de metro sufren goteras que alteran el servicio... No es un desastre pero resulta incómodo. Y todo esto se junta a sólo una semana de que comience la Eurocopa de fútbol, la primera que se va a celebrar en un país en estado de emergencia. Las imágenes son impactantes.
El muelle de los barcos turísticos, completamente inundado
La periodista casi sumergida en la noticia
Al zuavo del Pont de l'Alma, el agua le llega por la cintura
Mientras París hace aguas, la Torre Eiffel tiene un enorme balón de fútbol que nos recuerda que la Eurocopa está a punto de comenzar
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