jueves, 21 de abril de 2016

Y ¿si fuera ella?

Al hilo de lo que publiqué aquí, estuve pensando sobre la desintegración de la izquierda europea, en cómo los partidos socialistas tradicionales han aplicado los mismos criterios que los liberales, cómo las consecuencias de esta crisis, provocada por la acumulación de riqueza y el capitalismo descontrolado, las están pagando la gente de las capas inferiores de la sociedad. Por no hablar de la corrupción y la pésima gestión de unos políticos cada vez más alejados de la realidad de los ciudadanos. Por si todo lo anterior no fuera suficiente, los partidos tradicionales andan siempre metidos en líos internos y enfrentamientos por la ostentación del poder y de los cargos. Esto explica el surgimiento de nuevos partidos de izquierda más reivindicativos y renovadores, con caras nuevas y más abiertos al debate. Aquí en Francia la división de los partidos políticos de izquierda y derecha es notable. La derecha se presenta a las elecciones como una coalición de partidos dentro de la cual siempre hay fricciones. Pero en el Partido Socialista, llevan tiempo con enfrentamientos soterrados ya que, a pesar de tener la presidencia de la República y el Gobierno, los resultados electorales van de mal en peor. La popularidad de Hollande, siempre bajo mínimos, subió algo tras los atentados de enero pero, después de los de noviembre, ha vuelto a caer en picado. La de Manuel Valls va parecida: sus polémicas reformas económicas y laborales así como su estilo autoritario lo han convertido en un personaje poco simpático a los electores. Si en algún momento se pensó que podría ser el sucesor de Hollande, esta idea se va desvaneciendo. Para añadir más leña al fuego, el ministro de Economía, Emmanuel Macron, bastante impopular por su política liberal, ha declarado que estaría dispuesto a presentarse a unas primarias. Hasta su esposa ha concedido una entrevista en plan aspirante a primera dama.

En esa vorágine de vanidades y ambiciones, la revista Marianne sacó la semana pasada una nueva posible candidata opuesta, en principio, a los antes citados: Anne Hidalgo, la alcadesa de París. "Y ¿si fuera ella?" se pregunta el semanario mientras repasa algunas de sus declaraciones sobre ciertos compañeros de partido: "estamos en una especie de vacío" en referencia a Hollande, "yo soy socialdemócrata" como contraposición al cada vez más liberal gobierno francés. Es interesante leer el resumen del artículo ya que habla de la andaluza y el catalán, tal como si fuera una crónica española. Hidalgo lo ha negado en varias ocasiones y Hollande está convencido de presentarse a la reelección. En cualquier caso, falta un año para las próximas presidenciales y  puede pasar cualquier cosa.


 Portada de Marianne de la semana pasada: se admiten apuestas

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