Si el Carnaval comienza con el Jueves Lardero, termina con el
Mardi Gras. Para finalizar esta semana dedicada al desenfreno y los placeres previos al Miércoles de Ceniza cuando empieza la Cuaresma, qué mejor que celebrar el
Mardi Gras con una
raclette, un gran festín de grasas en el que se calientan quesos muy grasos, algunos ahumados, que se acompañan de embutidos, patatas cocidas y pepinillos. ¿Por qué pepinillos? Supongo que porque el gusto ácido ayudar a aligerar el gusto y pasar la grasaza. Además, no puede faltar un buen vino, tinto y con cuerpo.
Bon appétit!
Los alimentos que no pueden faltar
La máquina en cuestión: hay que colocar el queso en las bandejitas triangulares que se calientan en la parte intermedia del fogón. En la superficie, se calientan las patatas y los embutidos.
Vino tinto
Una vez en el plato, se abren las patatas, se rellenan del queso derretido, los pepinillos, alguno de los embutidos y, si se desea, un poco de mostaza.
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