Ya se han instalado los mercadillos navideños y para iniciar la temporada me he ido a uno de los más pequeños pero más lujosos: el de la Grande Épicerie du Bon Marché. En sus puestos presentan sólo una pequeña selección de productos siendo la gran estrella el bar de ostras. Como no tengo ni idea de calibres ni tipos de este animal, pedí al pescatero un plato variado. Aquí los nombres que corresponden con su lugar de procedencia: Bretagne, Arcachon, Marenne, Vendée, Bouzigues e Isigny de Normandie. Vinieron acompañadas de una copa de Chablis, delicioso y afrutado, el vino por excelencia para maridar con las ostras y pan con mantequilla que no puede faltar en ninguna comida francesa que se precie. Ademas de tener omega-3, yodo y un montón de minerales, las ostras contienen un poco de agua de mar con lo que no es necesario añadir sal, de hecho, yo ni siquiera le puse limón. Si no os gustan muy saladas, os recomiendo escurrirlas.
Bon appétit!
La barra de ostras
Mi plato
La sección de dulces navideños también tenía roscones
No hay comentarios:
Publicar un comentario