viernes, 24 de febrero de 2017

Bernard Buffet II: íntimo

Ya hablamos aquí de la exposición que el Museo de Arte Moderno le ha dedicado a Bernard Buffet y hoy toca la exposición del Museo Montmartre sobre el mismo artista. Aunque mucho menos ambiciosa, la exposición resulta más coherente. El motivo de la misma es rendir homenaje a un artista montmartrense, nacido en la plaza Pigalle y vecino de la misma rue Cortot donde tantos importantes artistas han vivido. El éxito de la muestra ha hecho que la misma se prolongue hasta el 12 de marzo. Debo felicitar al Museo porque, a pesar de sus limitaciones de espacio, ha realizado una exposición muy completa y bien definida en la que tienen especial importancia los payasos, los retratos de su esposa Annabel, las flores, los paisajes de París, las naturalezas muertas y alguna obra religiosa. 

Autorretrato pintando

La exposición ha contado con la ayuda y consejos de Nicolas Buffet, hijo del pintor, y ha recibido obras provenientes de diferentes museos franceses y extranjeros así como de colecciones particulares, algunas de ellas expuestas por primera vez al público. También se exponen documentos, fotografías y enseres familiares como la famosa tetera azul reproducida en algunos de sus cuadros.

Al tratarse de una exposición más modesta y personal que la del Museo de Arte Moderno, no sigue ninguna pauta cronológica sino temática. Empieza el recorrido con varios cuadros del ciclo dedicado al circo, concretamente, a los payasos. A continuación, está la parte más intimista y personal con los retratos de Annabel y los croquis de sus escenografías para obras de teatro e ilustraciones de libros.

 
Payaso blanco

Paleta decorada por Buffet como regalo a su esposa
Annabel con vestido de fiesta

Una vez finalizada esta sección, abandonamos la figura humana para pasar a imágenes de insectos, vistas de París, paisajes, bodegones y naturalezas muertas. Buffet mantuvo siempre un estilo propio y muy característico tanto en la representación de las personas como de los objetos. Al no haber en esta muestra obras de su primera etapa que fueron más tristes y homogéneas en cuanto a color, lo que podemos ver es una combinación de escenas coloridas y vibrantes pero siempre dentro de un orden racional y melancólico. Sus paisajes duros y un poco tétricos son muy interesantes y uno de los puntos fuertes de la exposición. También me han gustado especialmente sus jarrones de flores, algunas muy poco corrientes como las alcachofas, tan alejadas de los ramos que vimos en la exposición de Fantin-Latour.
La Casita Rosa de Montmartre de la que hablamos aquí

El Estanque

 
 La última ola
Ramo de alcachofas

Naturaleza muerta con tetera azul y, a su lado, la tetera auténtica

Como se ve, hay una enorme variedad de temas pero siempre dentro del estilo serio y rectilíneo del artista. En todo caso, el Museo Montmartre ha acertado en la línea argumental de la exposición y en la elección de las piezas. Hay mayor coherencia y el contenido fluye mejor que en la ambiciosa retrospectiva del MAM. Aquí vemos un Buffet más humano, cercano e íntimo.

miércoles, 15 de febrero de 2017

Bernard Buffet I: célebre

Este invierno se ha producido una situación atípica en la vida cultural parisina y es la coincidencia en el objeto de dos exposiciones simultáneas. Esta situación sí que se vive en España y de una forma vergonzosa pero aquí no lo había visto nunca. El pintor homenajeado en ambas exposiciones es Bernard Buffet, uno de los más importantes y prolíficos pintores franceses del siglo XX. La primera de ellas tiene lugar en el Museo de Arte Moderno de la Villa de París y, para definirla, podríamos usar una expresión del mundo de la moda: el museo ha echado mano de su fondo de armario. La mayoría de las obras expuestas forman parte de la colección permanente del centro, fundamentalmente el legado de Girardin de 1953 y la donación Ida y Maurice Garnier de 2012. El título de la exposición es Retrospectiva pero, en realidad, se concentra en tres períodos concretos de la trayectoria artística del pintor: su temprano éxito con sólo 19 años tras el final de la II Guerra Mundial, sus grandes exposiciones de los años 60 y las series realizadas en los años 80. La producción de Buffet es tan enorme (más de 8.000 pinturas e incontables dibujos, grabados, acuarelas...) que está claro que es imposible abarcarla toda pero esta muestra está tan desequilibrada que ni el nombre ni la presentación corresponden con lo que vemos.

 Autorretrato. Entre Durero y El Greco, Buffet crea su propia imagen

La segunda exposición de Buffet tiene lugar en el Museo de Montmartre y se llama Bernard Buffet íntimamente y de ella hablaré en unos días. Ambas muestras han provocado que las galerías de arte de la ciudad se hayan llenado de obras del pintor a la espera de una mayor demanda de sus cuadros y un aumento de los precios. No es la primera vez que se aprecia esta simbiosis entre instituciones culturales y el mercado del Arte. Ya pasó con Albert Marquet, por ejemplo, y ocurre algo parecido con Renoir.

A pesar de la atención por parte de los agentes del mundo del Arte contemporáneo, parece que esta exposición no ha sido muy bien acogida. El artista fue polémico en vida y también tras su muerte: tuvo un enorme éxito siendo muy joven pero, a partir de los años 60, su popularidad empezó a declinar y durante años fue olvidado por la crítica y el gran público. Además, su peculiar estilo longilíneo y bucólico (recuerda vagamente la pintura de El Greco) que apenas sufre modificaciones a lo largo del tiempo no gusta a todo el mundo. Admirado y odiado a partes iguales, contó con importantísimos detractores, entre otros, los críticos del importante diario Le Monde que todavía hoy sigue infatigable en sus críticas. Pero también recibió el apoyo fiel de importantes personajes del mundo del arte como su protector Pierre Bergé, Jean Cocteau, Maurice Granier que era propietario de la Galería Visconti y el propio André Malraux, Ministro de Cultura del momento. Fuera de Francia recibió un gran apoyo por parte de galerías de arte, ferias, museos como el Pushkin o el Ermitage que le encargaron series completas y coleccionistas privados como el japonés Kiichiro Okano que abrió un museo dedicado exclusivamente a Buffet en Surugadaira, Japón.
 Galerie Visconti
 
Volviendo a la exposición que nos ocupa, ésta está dividida en tres grandes departamentos y cada uno de ellos cuenta con varias secciones. La primera parte presenta cuadros de su época de juventud en que crea su estilo rectilíneo, sobrio y melancólico: los colores utilizados son básicamente tres (negro, blanco y ocre) y los temas son sencillos como el taller del pintor, autorretratos o la religión y, más adelante, el mundo del circo y los horrores de la guerra. La simplicidad de los colores puede deberse a la escasez propia de los años siguientes al fin de la guerra. La tristeza que expresan estos cuadros no impidió que se vendieran bien y que el artista se convirtiera en una celebridad y empezara a recibir importantes premios y encargos, como la serie dedicada a la guerra.
 Pierre Bergé
 Estudio del pintor
 
 El ángel exterminador

Más interesante pero más breve es la segunda parte de la exposición en que un Buffet ya asentado y conocido ha ganado el suficiente dinero para hacer lo que le apetece. Así surgieron sus series alegóricas de animales y de locos, sus retratos de personajes famosos y de su esposa Annabel y los paisajes e imágenes de París. La fama del pintor empezó a decaer a pesar de que estos cuadros son más interesantes que los de la sección anterior.

 Pareja de locos con cabeza de muerto
 
  Corrida. Desplante de rodillas
 
La última parte llamada Mitologías nos muestra diferentes series de cuadros algunas inspiradas en la literatura destacando la dedicada al Infierno de Dante y la de Veintemil leguas de viaje submarino de Julio Verne. La última sala está dedicada a su serie La Muerte, creada en sus dos últimos años de vida, después de ser diagnosticado de Parkinson y en la que trabajó hasta su suicidio en 1999. Estas pinturas formaron parte del último encargo que recibió y se convirtieron en una exposición póstuma.
 
 El Ojo de buey gigante del Nautilus
 Kabuki. Ren Jishi
La muerte. 10

Para finalizar, hay un interesante vídeo que nos muestra la trayectoria del artista. Gracias a este reportaje, tomamos conciencia de lo incmpleta que es esta exposición como para llamarse Retropectiva: no hay ni un solo cuadro de las series sobre coches y flores, muy conocidas del artista, tampoco hay ninguna pintura de sus obras destinadas a los museos rusos, sólo una de su serie de Japón, una también de su colección de obras taurinas y sólo dos cuadros de imágenes de París. Por el contrario, hay un exceso de obras de su primera etapa con varias de ellas sobre su taller y deprimentes retratos de las personas de su entorno. No es que me importe ya que son las obras que le dieron fama y dinero pero sí creo, como he dicho antes, que se desequilibra la exposición. Si os interesa, podéis visitarla hasta el 5 de marzo.

sábado, 11 de febrero de 2017

Etat libre d'Orange

Comprar un perfume selecto en París siempre es una buena opción pero para hacerlo es necesario conocer los perfumistas y probar sus fragancias más atrevidas. Hay muchas tiendas exclusivas y la de hoy es una tienda de perfumes aún más especiales. En un pequeño rincón de la Rue des Archives, nos encontramos con État Libre d'Orange, la tienda de una pequeña compañía perfumera fundada hace diez años por Etienne de Swardt nacido en la región homónima de la República Suráfricana. Sin duda, se trata de una de las marcas de perfumes nicho más extravagantes del mundo. Sus influencias son la búsqueda de la libertad, referencias históricas, bíblicas y literarias como el Marqués de Sade o Baudelaire. Casi todos sus perfumes vienen en unos sencillos frascos rectangulares para ceder todo el protagonismo al contenido. Sus fragancias son traviesas, atrevidas, sorprendentes... pero, al mismo tiempo, tienen un fondo muy clásico. Y los nombres de sus perfumes son absolutamente chocantes e imprevistos.

Cofre de perfumes

Para celebrar su décimo aniversario, la casa ha sacado al mercado un cofre regalo, que sólo se puede adquirir en su tienda del 69, rue des Archives, y que se vende en edición limitada y numerada, con tres fragancias creadas en 2006, las más representativas de la marca y las que le han dado el prestigio que ahora tiene. Veamos cuáles son:

Divin enfant. La fragrancia contiene azahar, notas de malvavisco, rosa, notas de moka, cuero, ámbar, almizcle, notas de tabaco frío... Me evoca a un adolescente que empieza a fumar y a beber café mientras aún come gominolas. De salida predomina el aroma a malvavisco pero luego salen las notas de ceniza, azahar y ámbar.

Jasmin et cigarrette. Este perfume se compone de jazmín absoluto, tabaco rubio, heno, albaricoque, haba tonka, cúrcuma, cedro, ámbar y almizcle. Inspirada en las divas de los años 30 y de los años 80, es una fragancia delicada y clásica que nos recuerda el olor de la ropa después de una noche de fiesta, cuando aún se podía fumar en los bares, y una llegaba a casa impregnada de humo a tabaco sobre la base de su perfume floral. Para mi gusto, es ligeramente acre, picante y un pelín macarra. En un primer momento, tiene un toque cítrico, de flor blanca y amaderado pero más adelante se nota el tabaco y, pasado un tiempo, los jazmines.

Putain des Palaces. Es la más sofisticada y femenina de las tres. La fragrancia se elabora con rosa absoluta, violeta, cuero, lirio de los valles (muguete), mandarina, jengibre, polvo de arroz, ámbar y notas animales. En primer lugar, un gran bravo para el nombre: hay que tener bemoles para bautizar un perfume así y, aún más, para ponérselo. Pero todo tiene sentido ya que, desde La Traviata, las violetas han estado siempre vinculadas a la prostitución pero, mucha gente no lo sabe, también a los palacios. Resulta que las violetas eran la flor preferida de Eugenia de Montijo de modo que su marido Napoleón la tomó como emblema de la familia Bonaparte. Al oler el perfume, en un primer momento notamos el aroma de rosas, lirio, notas cítricas, jengibre y talco, que debe de ser el polvo de arroz del que habla la composición, y que se va apoderando del aroma. Al cabo de un rato, percibimos más la violeta y el ámbar pero en ningún momento perdemos el rastro del talco. 

La decoración de la caja es igualmente llamativa: una ilustración del artista Pat Andrea que es una mezcla brutalista de Alicia en el País de las Maravillas con símbolos cristianos y elementos del psicoanálisis.

Los tres perfumes

Escaparate de la tienda

jueves, 9 de febrero de 2017

La Flauta Mágica en la Bastilla

Hoy publico mi entrada número 300 en este blog. Me parece increíble haber llegado hasta aquí y creo que merece una celebración. Como hace poco fue mi cumpleaños, me di el capricho de ir a la ópera a ver una de las más famosas y representadas del mundo: La flauta mágica. En realidad, no es una ópera sino un singspiel, un tipo de obra de teatro musical alemán. Esto no significa que sea una obra menor; al contrario, hay pasajes en los que se exige un enorme virtuosismo vocal y los números conjuntos o concertantes son muy numerosos, como siempre en Mozart. La trama es un lío macabeo difícilmente comprensible: una fábula en la que se mezclan elementos fantásticos, historias de amor, la eterna lucha entre el Bien y el Mal y simbología masona porque tanto el compositor Mozart como el libretista Schikaneder pertenecían a una logia masónica. Hasta el programa de mano habla de extravagancias, situaciones sin pies ni cabeza, desafíos al sentido común y un final en el que los personajes se reencuentran de una manera que "sólo Dios y Mozart comprenden".

El programa 

La puesta en escena a cargo de Robert Carsen es ya un clásico de la Ópera de París. Fue estrenada en Baden-Baden en 2013 y representada al año siguiente en Bastilla por primera vez. Si debo ser sincera, este montaje me dejó un poco fría. Ante las extravangancias e idas de olla de muchos directores de escena actuales, aquí se presenta la obra dentro de un minimalismo extremo y paradójico con lo que es esta ópera, una de las pocas que permite un derroche de fantasía e imaginación y que no tiene referencias históricas ni locales. No sé si es espíritu de contradicción, ganas de llamar la atención o innovación mal entendida. Empieza la acción con un prado verde en el que hay unas fosas como si fuera un cementerio. La aparición de un montón de personajes completamente vestidos de negro, velos incluidos, no nos aleja de esta imagen fúnebre. Por si quedaba alguna duda, en uno de los pasajes de la obra Tamino y Papageno están en una cripta llena de féretros y aparece Papagena a la que han envejido tanto que la han convertido en una momia. Parece ser que el tema de que los personajes aparezcan cubiertos por un velo fue inspirado por el cuadro Los Amantes de Magritte. Por el contrario, Tamino lleva un traje blanquísimo y fuertemente iluminado que me recordó un concierto de Peter Gabriel. Pamina también lleva un vestido blanco inmaculado y Papageno ya no es un pájaro humanoide sino que es un mochilero con nevera portátil y todo.


 Escenario, foso y parte de la platea

Pero ahora vamos a lo importante: las voces. Los más aplaudidos como suele ser habitual en esta ópera fueron la Reina de la Noche y Sarastro. En el primer caso es normal puesto que es un papel pequeño pero que interpreta dos arias di bravura que se encuentran entre lo más difícil del repertorio operístico. Podemos decir que la Reina o está muy bien o, simplemente no está. La rusa Albina Shagimuratova cantó magníficamente y lo mejor es que parecía que no hacía esfuerzo. Parecido ocurrió con Sarastro interpretado por el bajo Tobias Kehrer que estuvo fantástico y alcanzó unas notas graves que ponían los pelos de punta. Me encantaron además las tres damas que cantaron e interpretaron muy bien. También se llevaron grandes aplausos los tres niños cantando y actuando con gran madurez y profesionalidad. Papageno (Michael Volle) estuvo divertido y dio un tono apropiado a su personaje, que fue interpretado en el estreno mundial por el propio libretista y productor de la ópera, Schikaneder. Pamina (Nadine Sierra) estuvo muy dulce y sentimental, un contrapunto delicado entre tanta filosofía y pruebas iniciáticas. Tamino (Stanislas de Barbeyrac) fue quizá el más soso aunque a nivel vocal estuvo correcto tanto en solitario como en los concertantes. Destacar la presencia de José Van Dam, toda una leyenda de la ópera en el papel del predicador. Los comprimarios y el coro acompañaron perfectamente al resto del reparto y la orquesta dirigida por el húngaro Henrik Nánási estuvo perfecta: muy bien el tempo, la sincronización, el volumen... parece una obviedad pero no lo es. Las hay que ahogan a los cantantes, las hay que apenas se oyen y las hay que suenan a pachanga de fiesta de pueblo. Por todo lo anterior, debo decir que fue una noche inolvidable.

 
 La Ópera Bastille por fuera
 

martes, 7 de febrero de 2017

Feliz año del Gallo

Un año más, París ha acogido los festejos del Año Nuevo chino. Esta vez, el 5 de febrero se realizó el maravilloso desfile que circula por el distrito XIII y que festeja la llegada del Año del Gallo de Oro. Como ya sabéis, el gallo es el símbolo de Francia y, sin duda, éste va a ser el año de Francia ya que en primavera se celebrarán las próximas elecciones presidenciales. Si el año pasado estuvo a punto de no celebrarse a causa de los recientes atentados, este año sí se confirmó el desfile desde el primer momento pero con el recorrido más corto de toda su historia. Al acortarse el trayecto a la mitad, el número de participantes y de carrozas también se redujo drásticamente. Además la amenaza de lluvia desanimó a muchos participantes y asistentes pero, por suerte, no se llegó a cancelar. No obstante,
ha sido el desfile más deslucido de los tres que he visto incluso en lo relativo a las autoridades asistentes: sólo la alcaldesa Anne Hidalgo y el alcalde de distrito Jérôme Coumet estuvieron presentes. Lo más destacado han sido las escuelas de artes marciales que han realizado las danzas de dragones, de leones y exhibiciones de bailes y acrobacias.Os dejo con las imágenes y feliz Año del Gallo de Oro.







sábado, 4 de febrero de 2017

El desastre permanente del RER A

Cuando comencé a escribir este blog hace ya dos años, no era mi intención hablar tanto de problemas, incidencias y líos varios pero, como en el poema de José Agustín Goytisolo, la vida ya te empuja en un aullido interminable, interminable. Casi todos los días, hay problemas en el transporte metropolitano en una o varias líneas a la vez, ya sean técnicos, de explotación o causados por terceras personas. Y una de las líneas que se lleva la palma en retrasos, molestias e inconvenientes es el RER A, la línea de tren de cercanías que cruza Île-de-France de este a oeste.

Esta línea es la más utilizada de Europa con un flujo de 1,2 millones de usuarios diarios. Una cantidad enorme de gente que todas las mañanas sale de su casa en el distrito Seine et Marne (departamento 77) y va a trabajar a París o al departamento 92, Hauts-de-Seine. Su origen tiene lugar en los años 1969-70 en que se crearon las líneas que unieron Nation y Boissy-Saint-Léger por el este y Étoile y la Défense por el oeste. Unos años después, se unieron los dos extremos de París por vía subterránea. El proyecto siguió creciendo al ritmo que lo hacían los suburbios de París y se añadieron varios ramales tanto en el oeste como en el este hasta quedar este esperpento.

 

No hace falta ser un experto en transportes para darse cuenta de que se forman dos embudos enormes en ambos lados de la línea, uno en Vincennes y otro en Nanterre-Préfecture, los puntos en que se unen los ramales. Al ser un tren con tanto tránsito, la frecuencia en horas punta es muy alta y, si no hay ningún problema, pasa un tren por minuto en las estaciones del tramo central. Con tanta afluencia de gente, el ritmo de subida y bajada de los trenes debe ser rápido o, de lo contrario, se demoran todos los trenes que están en cola para entrar en esa parte crítica del recorrido. 


Un tren por minuto

Otro problema añadido es la batalla comercial que se ha establecido entre la francesa Alstom y la española CAF, a cuenta de la construcción de los nuevos trenes RER. Los empleados de Alstom llevan tiempo en pie de guerra para evitar despidos masivos. Y este otoño vivimos un auténtico culebrón informativo con declaraciones, desmentidos, descréditos y amenazas. Se empezó una ofensiva contra CAF en la que le llovieron las críticas diciendo que no iban a poder realizar el pedido a tiempo, que no tenían capacidad suficiente para construir todos los trenes demandados en un plazo tan corto. Desde todos los puntos, se intentó desacreditar a la empresa española de modo que al final, Alstom ha recibido el encargo de construir los trenes, la RATP pagará un 15% más de lo presupuestado y los usuarios de la red de transporte pagaremos los billetes más caros, porque Valérie Pécresse ya ha anunciado que habrá nuevas subidas. Esta señora es la presidenta de la región Île-de-France y la responsable de RATP, la empresa de transporte metropolitano. Además de ser una incompetente y una inútil, es miembro del partido de la derecha y está manejando las infraestructuras y la gestión del transporte de forma partidista como punta de lanza contra el Ayuntamiento de París y el gobierno central, ambos en manos de los socialistas. En unas polémicas declaraciones anunció la subida del pase Navigo (el abono renovable de todos los que usamos el transporte a menudo) porque el servicio funcionaba muy mal. Es como si mi compañía de teléfono o mi banco o mi peluquero me anunciaran una subida en las tarifas porque me prestan un servicio muy malo. Si cada día 1,2 millones de personas usan esta línea y cada uno paga o ha prepagado un euro, significa que se recaudan 1,2 millones de euros al día y eso implica 36 millones de euros al mes. Imagino que con ese dinero se pueden hacer grandes mejoras y no los parches que se están haciendo en estos últimos meses.

El caos de la línea RER A llegó al paroxismo el 20 de octubre al caerse una catenaria a la altura de la estación Nation y estar el servicio parado durante toda la mañana: ese día cientos de miles de personas no pudieron ir a trabajar, estudiar ni a sus ocupaciones habituales. A pesar de conocerse la caída de la catenaria desde las 5:00 de la mañana, a nadie se le ocurrió poner autobuses entre Val de Fontenay y Gare de Lyon o hasta Vincennes ya que allí se puede tomar la línea 1 que hace un recorrido similar dentro de París al RER A.

 

Miles de personas atrapadas en Val de Fontenay. Por suerte, no ocurrió ninguna desgracia

Este caso fue el más grave pero no es el único. Casi todos los días hay alguna incidencia. Además, en horas punta, los trenes son insuficientes para tanta afluencia de usuarios y estos tienen que viajar como sardinas en lata. En cambio, en horas valle, las frecuencias son ridículas: para ir hasta Marne-la-Vallée puede ocurrir que haya que esperar más de cuarenta minutos. Esta estación es la que corresponde con los parques Disneyland por lo que, aparte de los trabajadores y estudiantes, también la emplean los turistas con lo que suele estar llena de niños y adultos gritones, maleducados y sucios. De un tiempo a esta parte, hay menos turistas debido a la amenaza del terrorismo y la inseguridad pero, aún así, son demasiados en una línea siempre colapsada. No importa a qué hora se emplee este tren que siempre está llenísimo alterando la salud física y mental de los usuarios.

Un día cualquiera, no sabes qué hora es... ♫ ♪ ♫

Pero aún falta lo mejor. Pécresse, Peppy para sus críticos que son muchos, ha tenido una idea mucho más loca que las anteriores y es la de reducir la frecuencia de los trenes de esta línea. Según las informaciones que han salido publicadas en prensa, se está estudiando la modificación de horarios para pasar a tener menos trenes por hora. Sinceramente, me parece un insulto. La premisa es que, si se reduce la frecuencia, habrá menos retrasos pero estos son un mal secundario cuando lo importante es la calidad del transporte. El RER A no son trenes de juguete a los que hay que hacer circular más deprisa para que lleguen puntuales a su destino sino que transportan personas. Si a día de hoy, los trenes no dan a basto y están desbordados por la cantidad de usuarios (foto superior), si hay menos trenes, habrá menos capacidad para transportar personas. La línea ya se ha quedado obsoleta; si reducen el número de trenes, lo será más todavía. Ya veo un futuro no muy lejano, con los viajeros agarrándose de las puertas, ventanas o subidos al techo porque ya no cabe más gente en los vagones.


El futuro próximo de los RER A si sale adelante la propuesta de reducir la frecuencia de los trenes


jueves, 2 de febrero de 2017

Presuntas culpables

Me ha resultado muy interesante la exposición de los Archivos Nacionales sobre los procesos judiciales e inquisitoriales a mujeres. Se parte de la base de que muchos de ellos eran exclusivos de mujeres: se las acusaba de delitos específicos que no existían para los hombres y se las interrogaba, torturaba y condenaba de una manera especialmente humillante. El recorrido está organizado de forma cronológica y dividido en cinco secciones. Por desgracia, no se pueden hacer fotos pero hay tan poca luz que, igualmente, no habría podido publicarlas.

Cartel de la exposición

En primer lugar, encontramos los procesos de brujería. Hay varias actas de la Inquisición en francés antiguo y en unas pantallas aparece la traducción al francés moderno. También está los interrogatorios de Juana de Arco quien fue capturada por los borgoñones, enemigos del rey de Francia, y quemada viva por hereje. En muchas ocasiones, hay testimonios de los vecinos que acusaban a estas pobres mujeres de aquelarres, relaciones sexuales con demonios, canibalismo de niños y otras locuras con la intención de apropiarse de sus bienes ya que los delatores recibían como compensación una parte de los bienes confiscados a las víctimas. En algunos casos, las mujeres acusadas de brujería tan sólo eran las matronas de su pueblo o ciudad de modo que ayudaban en los embarazos y partos pero también practicaban abortos. Muchas veces el poder político no veía con buenos ojos estas actividades, sobre todo, en período de guerra o postguerra en que era deseable un incremento de la natalidad. De esta manera, en algunos países como Francia, la persecución de estas mujeres fue cuestión de Estado y la acusación de brujería, la excusa recurrente para eliminarlas. Hay descripciones de los interrogatorios y de las torturas sufridas por las acusadas y también la explicación de una práctica vejatoria que era la búsqueda de la marca del diablo. Para ello, un tribunal compuesto exclusivamente por hombres, las obligaba a desnudarse, las depilaba y rapaba la cabeza y las examinaba concienzudamente. Algunas víctimas de esta práctica explicaban que habían sufrido tocamientos, mordiscos y otros actos de abuso sexual.

La siguiente sección trata de las envenenadoras. El asesinato por este método eminente femenino era condenado con mucha más dureza que la violencia masculina porque el envenenamiento conlleva premeditación mientras que una muerte por agresión puede ser espontánea. Yo sabía que el veneno era usado por las mujeres por su debilidad física mientras que en la exposición se hace hincapié en que se consideraba un ejemplo de inferioridad moral de la mujer: se decía que los hombres hacían correr la sangre pero las mujeres la corrompían. Nuevamente, vemos varias actas de interrogatorios y archivos policiales en que se acusa a la mujer de muertes de familiares. En algunos casos, puede ser cierto el asesinato pero en otros es difícil saberlo. En épocas con condiciones higiénicas inexistentes, enfermedades desconocidas, utilización de productos tóxicos sin ningún control y sin medios de investigación forenses como los de ahora, me temo que muchas fueron acusadas falsamente y condenadas sin pruebas.

Continuamos en la exposición con otro delito femenino: los infanticidios. En esta parte, aparecen varios documentos que nos explican que algunas mujeres ocultaban los embarazos y partos por miedo a la condena social ya que habían quedado encinta a causa de una violación o un incesto. La mayoría de estas chicas eran pobres y analfabetas y la sociedad las consideraba culpables de la situación. A veces, se intentaba practicar un aborto pero no siempre era fácil encontrar quien lo realizara con garantías: muchas de ellas morían en la intervención. Vemos en esta sección un edicto de 1556 por el que se obligaba a las mujeres a declarar el embarazo y el parto lo que llevó a muchas, de nuevo, a esconderse. Se produjeron partos clandestinos en soledad, con las complicaciones de salud que eso puede tener para la madre y el bebé, así como abortos y abandonos.

La siguiente sección está dedicada a las petroleuses. Éste es el nombre que recibieron las defensoras de la Comuna porque empleaban petróleo para provocar incendios. Al tratarse de un período más reciente, además de las actas policiales y judiciales, vemos también fotografías de estas chicas que aparecen vestidas como hombres. Un total de 1051 comuneras fueron detenidas y procesadas. Sus condenas fueron similares a las de los hombres pero disfrutaron de menos derechos procesales y tuvieron que responder a preguntas de su vida íntima, lo que no ocurría con sus compañeros de lucha. Destaca entre ellas, Louise Michel, llamada la virgen roja, que tiene una plaza dedicada en Montmartre. 

Los interrogatorios sobre la vida privada también fueron una constante para las mujeres que aparecen reflejadas en la última parte de la exposición: las traidoras de la II Guerra Mundial. Lo de traidor ya es de por sí un concepto muy ambiguo porque recordemos, como ya vimos aquí, que los franceses entregaron su país a la Wehrmacht así que traidor podría ser cualquiera que tuviera el más mínimo contacto con los alemanes en una Francia que estaba ocupada por ellos. De nuevo, las mujeres sufrieron una situación que no padecieron los hombres: fueron interrogadas sobre aspectos de su vida privada como sus relaciones afectivas y sexuales, sus sentimientos, su familia... de tal modo que el 26% de colaboradores condenados fueron mujeres cuando, normalmente, sólo entre el 5 y el 10% de los delitos eran cometidos por ellas. A veces, estas mujeres entraban en relación personal, amistosa o amorosa, con los alemanes para obtener ciertas ventajas materiales ya que los miembros del Ejército del Reich disfrutaban de unas comodidades (comida, calefacción, ropa...) impensables para el resto. Otras veces se trataba de meros intercambios comerciales: vemos un acta de procesamiento de una mujer condenada por haber vendido cinco jerseys de lana que ella misma había tricotado a unos soldados alemanes. En otros casos, sí hubo una verdadera colaboración política como delaciones de resistentes o delincuentes. Una vez acabada la guerra, las sospechosas de colaboración fueron sometidas a la tonte, literalmente, al esquilado. Se les rapaba la cabeza en la vía pública entre insultos y gritos. Era una forma de castigo social pero muchas de las mujeres que sufrieron la decalvación luego no fueron condenadas por ningún tribunal legal así que, nuevamente, el castigo y la humillación pública a las mujeres era un chivo expiatorio que no sufrían los hombres. Aparecen en esta sección las actas de los procesos a las artistas Arletty y Corinne Luchaire. La primera participó en varias películas alemanas ambientadas en el París ocupado y vivió un romance con un oficial del Reich en la vida real. En su defensa dijo: "Mi corazón es francés pero mi culo es internacional". A pesar de la ocurrencia, la actriz nacida en Courbevoie, pasó un breve período en la cárcel y después en libertad vigilada. La segunda, había pasado buena parte de su infancia en Alemania y pertenecía a un familia colaboracionista, de hecho, su padre fue condenado a muerte y fusilado por este hecho y varios miembros de su familia estuvieron en prisión después de la contienda. Ella misma fue encarcelada y moriría poco después de la tuberculosis que padecía desde joven.