Gracias a los amigos que me informan y me dicen en el momento exacto lo que se puede hacer, he conseguido algo increíble: bañarme en el canal Ourcq, el mismo que durante buena parte del verano ha estado vacío por culpa del frío. La oportunidad la tuve este domingo, día que se celebró una carrera en el mismo y así quedó abierto para el baño de los vecinos de forma gratuita. A pesar del calor (hasta 40 grados esta última semana), muy pocos se bañaban, algunos sólo se mojaban los pies. Como me encanta el agua, yo me tiré de cabeza y estuve un buen rato nadando pero resulta evidente que bañarse es muy incómodo: la organización de la carrera había limpiado el agua a conciencia, ya no se veían ratas muertas como en otras ocasiones, pero no hay escaleras para salir sino una plataforma de madera en un extremo, ni duchas ni ninguna otra comodidad. Se comenta que el Ayuntamiento quiere dejar el canal abierto al baño durante todo el verano próximo pero eso exigiría contratar socorristas, colocar escaleras de acceso, duchas... un despliegue de medios que haría que dejara de ser gratuito como este domingo. Me queda el placer de haber vivido una escena muy de verano en París y en uno de sus veranos más fríos.
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