La ola de solidaridad con las víctimas de los atentados del 7 de enero y en favor de la libertad de expresión aún no ha parado. Paseando por la zona de Republique, pude comprobar que los ciudadanos no se han olvidado de los fallecidos en los atentados. En torno a la estatua de la República, había decenas de ofrendas de flores, dibujos, pancartas y muchos utensilios para dibujar como lápices de colores, rotuladores, bolígrafos... Además de los símbolos, también sigue vivo el llamado espíritu republicano: un acuerdo político y ciudadano para la protección y defensa de las libertades públicas. Así hay que responder contra el terrorismo: más democracia, más derechos, más libertad. Es lo que nos distingue de los asesinos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario