Ayer por la tarde pasó una cosa sorprendente: el tráfico de varios trenes estaba interrumpido y no por una avería ni por un problema de organización sino por un obús. Como podéis leer en la foto, a la altura de Noisy-le-Sec se encontró entre las vías, un obús de la Segunda Guerra Mundial. Siempre que hay alguna incidencia en el transporte, la gente se queda con cara de disgusto pero hoy, no. Hoy las caras de los usuarios eran de sorpresa, de incredulidad, hasta se han oído algunas risillas nerviosas en la Gare de l'Est. Los empleados no daban abasto dando explicaciones, algo lógico dado lo extraño del contratiempo. Varias líneas de TGV, RER E y Transilien se han visto afectadas durante horas. Si tenéis curiosidad podéis ver el obús
aquí.
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