Por diversos motivos, no había tenido la oportunidad de visitar el Museo Cernuschi, el museo más antiguo de París, que recoge una magnífica colección de arte asiático. Tenía especial interés en ver la exposición Japón, al hilo de las estaciones, pero casi no llego a tiempo. Finaliza este 11 de enero. La ventaja de visitar los museos que pertecen a la villa de París es que las colecciones permanentes son gratuitas y, en el caso concreto del Cernuschi, no demasiado grande con lo cual se puede visitar en poco más de una hora. Viene bien si no tenéis demasiado tiempo. En mi opinión, lo mejor de este museo es que une objetos de todas las épocas desde el Neolítico hasta el arte contemporáneo.
Exterior del edificio
Vasija del período de los Reinos Combatientes
Figuritas de la dinastía Sui
Piezas de arte contemporáneo
Y ahora vamos con la exposición de Japón. En ella, se refleja el paso de las estaciones que, a su vez, representa el paso del tiempo. Es éste un tema recurrente en la literatura y el arte japoneses desde la Edad Media y que se extiende hasta la actualidad. El tema comienza en la época Heian, cuando las damas de la Corte Imperial describían su vida cotidiana, las fiestas que celebraban, los instrumentos que tocaban, los poemas que leían y escribían, las visitas de sus amantes... y también los paisajes que veían. Son muy habituales en estos pequeños diarios las descripciones de los árboles, las flores, las rocas, los animales... Se ve la naturaleza de manera totalmente idealizada, perfecta y bucólica. Se desprende algo de melancolía en los cambios de color de las hojas de los árboles, en la floración o en el vuelo de los pájaros. Este estilo sirvió de inspiración a los artistas plásticos para decorar biombos, cerámicas y pergaminos con toda calse de imágenes de animales, plantas y paisajes, como los presentes en la exposición, que además están organizados por épocas. Me ha encantado esta exposición y los objetos que en ella se exhiben y si tuviera que ponerle un pero sería que las explicaciones al principio de cada sección son un poco largas aunque quizá algunos visitantes lo agradezcan.
Biombo con un precioso paisaje de montaña
Pergamino de pared que representa el monte Fuji
Cacatúa en la rama de un árbol en otoño
Otro biombo con diferentes tipos de flores
Y si al salir de la exposición apetece dar una vuelta y el tiempo acompaña, nada mejor que dar un paseo por el vecino Parc Monceau.
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