Hoy 29 de diciembre se cumplen 40 años de la aprobación de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo por parte de la Asamblea Nacional de Francia. Una aprobación que no resultó nada fácil. El proyecto se conocía como Loi Veil por ser la defensora de la misma la entonces ministra de Sanidad, la escritora y abogada Simone Veil. Aunque contaba con el apoyo del presidente de la República Valéry Giscard d'Estaing y del primer ministro Jacques Chirac (ambos derechas, por cierto), el debate parlamentario fue durísimo. Para empezar, la Cámara baja estaba formada por 421 hombres y sólo 9 mujeres. En segundo lugar, una gran parte del partido gobernante se oponía a la legalización del aborto. Y en tercero, porque ya antes del debate parlamentario, los antiabortistas habían caldeado el ambiente no sólo con manifestaciones y actos contrarios al proyecto sino llegando a las amenazas y los insultos hacia la Sra. Veil, como por ejemplo pintando cruces gamadas en las inmediaciones de su domicilio o tachándola de genocida y nazi, a ella, una mujer judía que fue arrestada por la Gestapo con sólo 16 años y que estuvo prisionera en los campos de concentración nazis.
Imagen del debate obtenida aquí
El debate parlamentario duró tres días y dos noches y la ley, que en un primer momento, tenía una duración de cinco años, se aprobó por 284 votos a favor y 189 en contra. Muchos de los votos favorables provenían de la oposición de izquierdas y centro, es decir, no hubo disciplina de partido y si la hubo, se la saltaron. Hay que decir que en Francia es habitual para los parlamentarios votar en conciencia; también es cierto que es mucho más habitual que las listas electorales pertenezcan a coaliciones de partidos con lo que hay más heterogeneidad que en España, por ejemplo. En aquel entonces, se producían en Francia unos 300.000 abortos clandestinos al año (cifra estimada) en condiciones insalubres e inseguras por lo que la salud pública fue uno de los argumentos esgrimidos en el debate. La ley de interrupción voluntaria del embarazo no vino sola ya que el ministerio que Veil dirigía también aprobó medidas de financiación a las clínicas que practicaban dichas interrupciones y otras de apoyo a las madres solteras con hijos pequeños. Como ya dije aquí, en Francia las medidas dirigidas al fomento de la natalidad son importantísimas.
La Sra. Veil contó en su autobiografía que durante aquellos días la violencia hacia su persona y hacia su propuesta fue "inaudita": nunca en la Asamblea se había visto nada semejante.
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