No me gustan las despedidas y mucho menos si es para una temporada larga. Mi querido amigo Sergio se ha ido a Australia (no había sitio más lejano) a pasar una temporada. Mientras se decide a escribir su propio blog contando sus aventuras, me toca a mí hablar del elegante restaurante que eligió para despedirse de mí por todo lo alto. Nada de buffets libres de desayunos ni tablas de embutidos y, mucho menos hacerle trabajar en otra paella, sino uno de los restaurantes más clásicos y bonitos del Barrio Latino: una bombonera de estilo Art Nouveau en el que la belleza fluye por todas partes: la decoración, las flores, la comida... hasta los baños son bonitos.
Se trata de Le Bouillon Racine, un precioso restaurante abierto en 1906 que todavía conserva la decoración típica de principios de siglo XX: las boiseries en las paredes y los mosaicos de cerámica entrelazados con espejos y pintura sobre cristal y la decoración con motivos vegetales. En 1996, los nuevos propietarios decidieron restaurarlo para mostrar la decoración original en todo su esplendor. El local tiene la declaración de monumento histórico.
La comida estuvo a la altura de las expectativas. Por supuesto, el servicio también acompaña ya que los camareros sirven al estilo clásico pero su trato con el cliente es cercano y amable, para nada encopetado como en otros restaurantes. Elegimos, entre las diferentes opciones de la carta, comenzar por pescado y marisco y tomar carne como plato principal. Así, yo pedí cebiche de atún sobre lecho de quínoa y, mi amigo, espuma de centollo pero, por desgracia, la foto no ha salido bien. De segundo, Sergio pidió pato con compota de cebolla y melocotón de viña y yo tomé el filete de cerdo con puré de patata y chips de patata morada. Como postres, mi amigo probó el pastel Ópera de chocolate blanco y frambuesas y yo pedí el especial del día, crema de praliné sobre bizcocho crujiente. Para acompañar, necesitábamos un vino versátil, ya que comíamos parte de pescado y parte de carne así que, aconsejada por el camarero, escogí Les Quarterons 2015 de la región del Loira. Todo, todo estaba buenísimo: el atún en su punto de marinado y la quínoa, crujiente y tierna a la vez, muy bien; la espuma de centollo era suave y sabrosa; el filete de cerdo quedó jugoso y muy rico y el pato de mi amigo estaba muy tierno aunque la guarnición hacía que estuviera un poco ácido, pero a él le gustó que es lo importante. La tarta de Sergio quedó muy equilibrada, nada dulzona, y mi praliné, estupendo, aunque yo le habría quitado la decoración de crema de mango que llevaba que no pegaba mucho. En conjunto, todo estuvo genial y fue una noche preciosa. De verdad, quiero recomendar este sitio para una cita especial porque es un lugar mágico y la comida está muy bien.
martes, 24 de octubre de 2017
domingo, 22 de octubre de 2017
David Hockney
Mañana 23 termina una de las exposiciones más importantes y populares de este pasado verano: la ambiciosa retrospectiva del artista británico David Hockney que el Centro Pompidou le ha dedicado con motivo de su 80 cumpleaños. Vaya por delante que este artista no es uno de mis favoritos pero qué duda cabe que es uno de los artistas vivos más importantes del mundo y cuya trayectoria resulta coherente y lineal. Esta muestra comprende más de sesenta pinturas, grabados, fotografías, vídeos y dibujos y tiene un interesante hilo conductor que es la naturaleza de las imágenes. El propio artista reconoce que la fotografía y su popularidad han desvirtuado tanto el arte como el reflejo de la realidad y aquí es donde Hockney nos muestra su punto de vista. A diferencia de otros contemporáneos que prefieren la abstracción. el inglés nos enseña una realidad muy personal cuya representación va cambiando según lo hace su estilo y conforme avanza la tecnología. Así podemos ver vídeos en diferentes formatos y fotografías y mosaicos de fotos realizadas con diversos aparatos desde las antiguas Polaroid hasta el iPhone 6.
Desde su adolescencia, Hockney ha tenido claro que la pintura y las
imágenes tienen un papel determinante en la sociedad, un hecho que es
completamente contemporáneo y que artistas del pasado no habrían podido
siquiera plantearse. Con este punto de partida, el Pompidou ha realizado
una exposición siguiendo un orden cronológico que comienza con el
realismo social de sus primeros años, continúa con el lenguaje abstracto
y nos lleva al estilo más conocido del autor: la vida cotidiana. A
partir de su primer viaje a California en 1964, Hockney recrea escenas
domésticas en que se mezclan el estatismo, la opulencia, el hedonismo en
un lenguaje sencillísimo casi bidimensional y de colores planos.
Lejanamente recuerda la pintura medieval en el tratamiento de la
perspectiva como una vuelta, quizá involuntaria, a una forma primitiva
de la imagen. Las piscinas, las mansiones, los interiores y los
inquilinos de esa California de lujo aparecen en estos cuadros de gran
formato con colores muy limitados (en algunos cuadros emplea rodillo en
lugar de pincel), formas rectilíneas y retratos hieráticos.
En la búsqueda de ese naturalismo, Hockney vuelve la vista hacia la fotografía de manera que se dedica a la realización de mosaicos y collages de múltiples imágenes como las dedicadas al parque Yosemite. No sería la última vez que el artista ceda el protagonismo al paisaje volviendo a sus orígenes con las pinturas de paisajes británicos como en el cierre de un círculo vital y artístico. La tecnología no deja de impresionarle y dar alas a su creación y, desde hace unos años, realiza dibujos con su iPad y hace fotografías con su iPhone. Y, por supuesto, no deja de pintar. Para terminar el recorrido de la muestra, hay unas pinturas realizadas en el presente 2017 en las que Hockney muestra cuatro escenas llamadas La Anunciación, incluida una interpretación en colores chillones del cuadro del mismo nombre de Fra Angélico. La perspectiva, el colorido en bloque y la sencillez compositiva casi medievales de Hockney nunco se vieron aquí tan claros. No se permiten las fotografías (¡qué paradoja!) así que tengo que ilustrar el artículo con objetos relacionados con la muestra. Aunque Hockney no me entusiasma, debo reconocer que la exposición está muy bien planteada y resulta interesante.
Carteles de la exposición
Catálogos de la muestra
En la búsqueda de ese naturalismo, Hockney vuelve la vista hacia la fotografía de manera que se dedica a la realización de mosaicos y collages de múltiples imágenes como las dedicadas al parque Yosemite. No sería la última vez que el artista ceda el protagonismo al paisaje volviendo a sus orígenes con las pinturas de paisajes británicos como en el cierre de un círculo vital y artístico. La tecnología no deja de impresionarle y dar alas a su creación y, desde hace unos años, realiza dibujos con su iPad y hace fotografías con su iPhone. Y, por supuesto, no deja de pintar. Para terminar el recorrido de la muestra, hay unas pinturas realizadas en el presente 2017 en las que Hockney muestra cuatro escenas llamadas La Anunciación, incluida una interpretación en colores chillones del cuadro del mismo nombre de Fra Angélico. La perspectiva, el colorido en bloque y la sencillez compositiva casi medievales de Hockney nunco se vieron aquí tan claros. No se permiten las fotografías (¡qué paradoja!) así que tengo que ilustrar el artículo con objetos relacionados con la muestra. Aunque Hockney no me entusiasma, debo reconocer que la exposición está muy bien planteada y resulta interesante.
Un vídeo a la salida del museo
sábado, 21 de octubre de 2017
Feria Internacional de Arte Contemporáneo
Del 19 al 22 de octubre se está celebrando la FIAC (Feria Internacional del Arte Contemporáneo), una de las más importantes citas del mercado del arte actual. Los campos Elíseosesstán ocupados por unas enormes carpas donde los profesionales conocen las novedades del sector y cierran acuerdos entre ellos y con las administraciones públicas. Lo importante para los ciudadanos de a pie es que la ciudad se ha llenado de obras de arte e intervenciones. Aquí tenéis algunas.
lunes, 16 de octubre de 2017
Paris Roller Marathon
Antes de empezar el artículo de hoy, os pido disculpas por haberlo tenido abandonado durante tanto tiempo. Diferentes circunstancias, unas buenas y otras no tanto, me han impedido ocuparme del blog pero ya he vuelto con energía renovada y con un montón de temas a tratar. Para empezar, algo sencillito pero muy interesante. Ayer domingo se celebró la Paris Roller Marathon que recorrió importantes avenidas de la ciudad. Me gusta que en París haya espacio para deportes minoritarios y no sólo para los grandes eventos y, más ahora que ya es oficial que la ciudad será la sede de los Juegos Olímpicos de 2024.